Es complicado imaginar todo lo que se mueve estos días en la NBA. Por un lado unos finales de conferencia que parecen ir hacia una nueva edición de la más tradicional de las rivalidades, un Lakers-Celtics. Ante la sorpresa general, un equipo viejuno como Boston ha superado a rivales que se creía muy superiores. Cleveland, y, por el momento, Orlando, han visto que la esencia de los Celtics, el juego de equipo, ha superado a los conjuntos que gravitan en torno a uno o dos nombres propios.
No siempre fue así, tras los tiempos gloriosos de Bird, McHale, Parish, y compañía, los de Massachusetts pasaron una auténtica travesía del desierto. Hace dos temporadas la dinámica cambió. La combinación Garnett, Allen, más Pierce, logró recuperar los viejos laureles y ganar un anillo sin excesiva dificultad a L.A. Un nuevo tiempo de gloria para los orgullosos verdes que a buen seguro fue muy celebrado en Cheers.
Ahora Celtics vuelve a la carga con el mismo trio de estrellas y un base que se ha reivindicado como uno de los mejores en su puesto, al alcanzar cierta madurez y capacidad de decisión. Rajan Rondo, el mismo que metió 52 puntos al Estudiantes en la semifinal del Torneo Junior de L'Hospitalet del 2004 , con la camiseta de la OAK Hill Academy, ha asumido galones en un equipo que muchos daban por muerto y que todavía tiene mucho que decir en la NBA.
Por su parte, en el Oeste, los Lakers han funcionado con ritmo propio. Donde parecía que había pinchazo, al dejar marchar a Ariza por Artest, se ha demostrado que se trataba de un calculo perfecto. Un defensor a cara de perro, que genera mucha intensidad en los partidos decisivos. No parece que Los Suns tengan capacidad de colocar algún obstáculo en el camino de los chicos de Phil Jackson hacia la final. Además de Ron Ron, Pau Gasol determinante y regular, Odom enchufado saliendo del banquillo, Kobe en su particular mundo de fantasía, y Fisher siempre dispuesto cuando se trata de disparar sin margen de error.
De ser así, David Stren puede dar botes de alegría. El alto comisionado quería un enfrentamiento LeBron-Kobe, un atractivo más que suficiente para las NBA Finals, que dejara en caja toda la atención que está suscitando la estrella de Ohio. El nivel de paranoia colectiva que genera el futuro de LBJ era una apuesta suculenta para plantarla en una cancha frente a los mediáticos Lakers de Kobe Bryant. Perdida esa posibilidad, devolver a los espectadores el más tradicional de los enfrentamientos de baloncesto es suficiente motivo para estar contento. Si llegara el caso, un par de declaraciones calientes previas de Garnett y Artest, una reedición de camisetas con la leyenda BEAT L.A!, y alguna sugerencia de ejercicio zen desde California pueden ser suficientes para subir las audiencias.
Mientras, los focos también pasan por el sorteo que se hizo para decidir el orden de elección del próximo draft. Washington Wizards tendrá la posibilidad de elegir al número 1, que visto los últimos resultados no se sabe si es una suerte o una desgracia. La franquicia de D.C., muy probablemente, optará por elegir a John Wall, el eléctrico base de la Universidad de Kentucky. En cualquier caso, hasta que el 24 de junio no se prepare la ronda de elecciones en el Madison Square Garden, todo puede ocurrir. Especialmente si tenemos en cuenta que el verano va a ser movido en negociaciones, cambios de equipo, y ofertas de todo tipo.
Por último los Knicks han vuelto a ser protagonistas, y como suele ocurrir no por nada relacionado con el deporte. A Wilson Chandler, el joven alero de New York, le pilló la policía mientras conducía su Mercedes-Benz por Queens con una pequeña cantidad de marihuana. Quizá el bueno de Wilson buscaba evadirse de una realidad tan compleja como sobrevivir a la atomización de su equipo, con difícil capacidad de reconstrucción lógica.
Muchos asuntos para unos meses que se presumen calurosos.
3 comentarios:
En los Knicks antes o después te pillan fumando. Marbury no fue el único...
Yo puestos a elegir unas finales de la NBA, siempre prefiero el clásico. Por mí estupendo.
Un saludo.
Celtics y Lakers llegan sin duda en el mejor momento de la temporada. Se presenta, por nivel de baloncesto, la mejor final NBA de los últimos años. Por rivalidad y cuentas pendientes, más aún.
Bydaway, Gasol sigue como MVP destacado de los playoffs en la conferencia Oeste tras sus 29 puntos en el 2º partido. En el Este, Rajon Rondo, ¿no?
@ Lukkas: Pues sí, ser de los Knicks es un sufrimiento perpetuo. Veremos cómo termina el verano. Yo también creo que es la mejor final posible.
@ Victor: Éste año la final puede estar más disputada que hace dos, y el choque promete (como buen Celtics-Lakers) muchas chispas. Gasol impresionante.
Un saludo, y gracias por los comentarios.
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