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viernes, 23 de diciembre de 2011

Entrevista Alba Torrens

Alba Torrens (Mallorca 1989), esta considerada por muchos como la mejor jugadora española de baloncesto del momento. Tras una lesión que la ha mantenido apartada de la competición un mes, Torrens ya ha debutado con la camiseta del Galatasary turco, club por el que fichó tras una temporada de éxitos en Perfumerías Avenida, donde logró el título de Liga Femenina, la Supercopa de España, y la Euroliga. La joven jugadora se siente “muy afortunada por poder vivir esta experiencia” y “encantada” de vivir en una ciudad como Estambul, donde incluso conduce su propio coche, algo que para aquél que conozca la ciudad sabrá que no es tarea fácil.


Con Alba estuve después de ver un partido entre el Galatasaray y el Homend Antakya Belediye de la TKBL (Türkiye Kadinlar Basketbol Lligi, la liga femenina de baloncesto turco) en el Abdi Ipekçi Arena y ante unas 1000 personas que a pesar de la diferencia de nivel del partido (primer clasificado contra décimo) no dejaron de animar al equipo de Torrens en ningún momento.

¿Cómo te sientes en Turquía?

Venir aquí era una experiencia nueva, suponía dejar mi casa, aunque ya hace tiempo que no vivo en Mallorca después de jugar en Vigo y Salamanca. Al principio tenía algo de nervios por ver qué me encontraba, pero la adaptación ha sido muy buena y estoy muy contenta. Y Estambul me parece una ciudad impresionante, muy bonita, y con muchos sitios para visitar.

Los hinchas del equipo ya corean tu nombre y pareces muy integrada en el equipo...

La afición es increíble, animan todo el partido sin parar. Me he sentido muy cómoda desde el principio y es impresionante vivir este baloncesto. La dinámica del equipo es muy buena, y con las compañeras hay un ambiente muy positivo. Vivir un partido contra un rival como Fenerbahçe, con el ambiente que se genera en las gradas, es algo increíble.

Después de una temporada en Salamanca en que prácticamente ganaste todo, ¿cuáles son tus retos como jugadora?

El año pasado fue muy bueno. Ganar la Euroliga con Perfumerías fue algo muy especial para el club y también para el baloncesto español. Ahora tengo nuevos objetivos: venir a un gran club, con jugadoras del nivel de Diana Taurasi, Tina Charles, y Sylvia Fowles... Una oportunidad muy importante porque puedo aprender muchas cosas de ellas. Tanto en los partidos, como en los entrenamientos. Nuestros objetivos son la liga turca y la Euroliga, y el Galatasaray tiene potencial para luchar por esos títulos.

Diana Taurasi es quizá una de las mejores jugadoras del mundo, referencia en las Phoenix Mercury de la WNBA -con las que ha ganado varios campeonatos y ha sido elegida en una ocasión MVP- y lograr varios títulos de Euroliga con distintos equipos del continente, ¿qué es lo que más te ha sorprendido?

Jugar junto a Diana Taurasi es una pasada. Es capaz de dominar todos los aspectos del juego y meter canastas imposibles. Pocas jugadoras pueden hacer lo que hace ella. Aporta mucha energía, es muy positiva y favorece que haya una buena dinámica de grupo. Poder defenderla en los entrenamientos te hace mejorar como jugadora, y es una suerte poder compartir este momento con ella y aprender de su calidad.

Viendo el nivel de profesionalidad con el que se trata al baloncesto femenino aquí, ¿crees que esta suficientemente valorado en España?

En España tenemos una buena competición, con tres clubes en Euroliga y con un gran trabajo desde la Federación Española de Baloncesto,en el baloncesto de formación los resultados de las selecciones están siendo muy buenos, con medallas en todas las categorías. Además los medios de comunicación cada vez prestan más atención al baloncesto femenino. En Turquía lo que me esta sorprendiendo es que hay un nivel muy alto de organización, con una liga muy competitiva y todos los partidos son difíciles.

El verano pasado en el Eurobasket de Polonia se aspiraba al oro y al final se logró una novena plaza que os dejaba fuera de los Juegos Olímpicos de Londres, ¿qué pasó?

Las expectativas eran buenas, porque se estaban haciendo muy bien las cosas y veníamos de obtener muy buenos resultados, especialmente con el bronce en el Mundial del año anterior. Lo que pasó fue un cúmulo de circunstancias negativas, no una sola causa, pero también demostró la dificultad que tenían los éxitos anteriores en este tipo de campeonatos. Fue doloroso, por el Europeo y por quedarnos fuera de las olimpiadas, pero creo que todavía hay un margen de confianza grande en este equipo. El siguiente reto con la selección es el preeuropeo de este verano, queremos estar en el Eurobasket de Francia 2013 y es muy importante para nosotras.

Con tan sólo 23 años, eres una de las jugadoras con mayor proyección del baloncesto español, ¿qué objetivos te planteas de cara al futuro?

Creo que he ido subiendo escalones, y que todos los pasos han sido muy importantes. Estar aquí es un nuevo reto, y es importante tanto deportivamente como personalmente porque tengo la suerte de vivir esta experiencia. Sólo me planteo los objetivos que tiene el equipo: ganar la liga turca, y llegar a la final de la Euroliga femenina que se disputará en Estambul. Mi mente esta en seguir trabajando y mejorar como jugadora. Intento aportar en todas las facetas, para saber leer las situaciones del juego y acertar con las decisiones.

¿La posibilidad de ir a jugar a la WNBA entra en tus planes?

No cabe duda de que para cualquier jugadora ir a la WNBA es una muy buena experiencia. Es una liga donde están las mejores jugadoras del mundo y ojalá algún día tenga la oportunidad. Si existe la posibilidad me lo tendría que plantear, pero ahora mismo mi prioridad es el Galatasaray y la selección.

PD: La entrevista se publicó parcialmente en la edición impresa del periódico Mundo Deportivo del pasado jueves 22 de diciembre, y se hizó el domingo 17 en Estambul, en mi segunda visita a la capital turca en el último mes.

martes, 8 de noviembre de 2011

La pasión turca

Hace poco más de un año un escándalo mayúsculo afecto al fútbol turco. Los clubes más importantes se vieron envueltos en una trama de compra de partidos que llevaba años desarrollándose con total impunidad. Cerca de 80 personas se vieron envueltas en el proceso, que concluyó con veintiséis personas en prisión preventiva, la más relevante de todas ellas Aziz Yildirim, el presidente del Fenerbahçe. La polémica también salpicó al baloncesto, toda vez que los tres grandes clubes, Fenerbahçe, Galatasaray, y Besiktas tienen sus correspondientes secciones de basket.


En Turquía las pasiones deportivas tienen muchos matices. El Fenerbahçe es conocido por su fervor nacionalista, el equipo de la parte asiática de Estambul tiene el dudoso honor de contar entre sus aficionados con simpatizantes del grupo Lobos Grises, una organización paramilitar de extrema derecha nacionalista que surgió en Turquía en los años '60, y de la que formó parte Mehmet Ali Ağca. Por su parte el Galatasary nació en el Estambul europeo, y sus orígenes están en la elite universitaria que estaba unida a la educación francesa. El Galatasaray fue el club pionero del baloncesto turco, que se introdujo en el país en 1911. Curiosamente Abdullah Ocalan, líder encarcelado de la guerrilla kurda del PKK se declaró admirador de la sección de fútbol del equipo, así que muchos kurdos son seguidores del equipo. Por su parte el Beşiktaş Jimnastik Kulübü, es el equipo del barrio de Besiktas, también en la parte europea de Estambul, y en su orígen (1903) fue un club de lucha, boxeo, halterofilia y gimnasia, que más tarde incorporó el fútbol y el baloncesto, entre otras disciplinas, a su repertorio deportivo. Su hinchada más famosa es el grupo Carsi, de tendencia izquierdista.

Cuando surgió la noticia de la corrupción de los dirigentes de los tres clubes, sólo los hinchas del Besiktas se manifestaron de forma mayoritaria en contra de cualquier práctica antideportiva que sirviera para ganar títulos y campeonatos. Eso no significa que los hinchas sean unos angelitos ni que estén libres de impresentables, pero varias personas me comentaron que al menos había cierta ética en una afición, que, como se puede ver en este vídeo del último partido, vive sus colores de una forma intensa.



El pasado 6 de noviembre asistí al derbi entre Besiktas y Fenerbahçe. Las hinchadas habían llegado a un pacto de no agresión, tan sencillo que ninguna asistiría al partido en campo contrario, así que el encuentro celebrado en el Sinan Erdem Spor Salonu sólo contó con la afición local. Más de diez mil personas entregadas a su equipo, cantando de forma armonía “Gucune gúc katmaya peldik formanda ter olnaya geldik Besiktas seninle ülmeye geldik” (algo así como: 'hemos venido a añadir fuerza a tu fuerza, hemos venido a ser el sudor de tu camiseta, Besiktas hemos venido a morir contigo') sin apenas descanso.

En un ambiente sensacional viví una experiencia de baloncesto única. Si bien es cierto que el público sentía más los colores que la calidad del juego, y que las camisetas de Guti o Quaresma era mayoría, ver una afición tan entregada, sin necesidad de cheerleaders ni florituras, y con un despliegue televisivo enorme, fue genial. Ganó Besiktas (83-78) con una impresionante actuación de Deron Williams, el base de los Nets que ha decidido vivir en Turquía mientras la NBA languidece en el barbecho provocado por el lockout, y que estuvo acompañado por unos brillantes Marcelus Kemp y Zoran Erceg.

Hay mucho que contar de estos días en Turquía (más allá de corruptelas chusqueras), de cómo se vive el baloncesto allí, y de cómo se promociona una liga turca que es cosa de pocos equipos, pero que, a pesar de vivir a la sombra del fútbol, tiene un hueco muy importante en la sociedad.


Como de tiempos no ando muy sobrado, os dejo aquí este aperitivo, la entrevista que hice a Deron Williams y que publicó el diario ABC el lunes 7 de noviembre en su edición impresa y digital.

En breve algunos documentos más. Görüşürüz (hasta pronto)

domingo, 30 de octubre de 2011

Algunas cuestiones (#estuautonomica & live)

Adaptarse a algo nuevo siempre lleva un tiempo, en la cancha y en al vida. Por motivos labores he tenido que dejar mi devenir entrenador, y estoy flojeando con el blog. Pero se trata de una situación temporal. Para cubrir mi baja con el Estudiantes Autonómica he logrado que otro bloguero, y reciente gran amigo, Sraly de Puertatrás, cubra mi plaza. Una situación compleja que puede ser positiva para el grupo.



En unas horas vuelo para Turquía, allí voy a hacer algunas entrevistas, verme con algunos jugadores, y conocer cómo funciona la Türkiye Basketbol Ligi. A la vuelta prometo intentar organizar mejor todo lo que me rodea, incluyendo el regreso a la regularidad del Sputnik.

Lo importante ahora es mantener la confianza, no perder los nervios, y atreverse al contagio. Básicamente lo que esta haciendo el equipo ACB del Estu en este principio de temporada, a pesar de los temblores justificados que produce al espectador en ciertos momentos el equipo. No son años fáciles para nadie, y la precariedad condiciona la economía, ya sea en Grecia o en el Magariños, así que toca experimentar hasta con la gaseosa.

Se trata de superar las limitaciones y/o los contratiempos, ensayar nuevas fórmulas, y no perder la visión global de las cosas. De lo contrario estamos perdidos, y no hay necesidad de sufrir más de lo necesario. El baloncesto que nos gusta (en todas sus vertientes) es el que esta basado en la diversión y la complicidad, pero para ese viaje también hay que hacer escalas. Habrá que buscar el equilibrio entre “la paciencia y la exigencia” de todas las partes, porque las cosas, para que tenga buena sintonía, hace falta afinarlas con cuidado y sin prisas.

Hasta pronto.