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martes, 21 de febrero de 2012

Resaca Copera

La Copa en el Sant Jordi

El Real Madrid de baloncesto ha regresado de varias temporadas de insomnio y tranquimacil. La Copa que ha ganado tiene un mérito enorme por cómo la ha conseguido: imponiendo su juego, apostando por el grupo y sin tener que sacar los tanques a la calle. El éxito de la victoria es de los jugadores y, especialmente, de un Pablo Laso que de esta forma aleja el ruido de sables habitual en La Casa Blanca.

Foto: ACB.com

Decía Juanma Iturriaga en su blog que “se gana al Barcelona sin renunciar al estilo propio, valiente, sin racaneos, no dejando que el partido se decida como siempre, para el que mejor defiende”, y añadía “no estamos hablando de títulos, estamos hablando de ideas y proyecto con los que te identificas, de baloncesto del que te gusta”. Sin entrar en consideraciones sobre gustos y escudos, estoy de acuerdo. El Real Madrid puso en valor un baloncesto que parecía olvidado: ese en el que rondando la ventaja de diez puntos se realizan posesiones de quince segundos, sin mirar ni el reloj ni otra estrategia que no sea jugar, como así ocurrió en el último cuarto de la final. Ganar o perder pero con personalidad y riesgo.

Por si fuera poco, al campeón de la Copa del Rey 2012 le surgió su propio Jeremy Lin: Sergi Llull. Cierto que el menorquín no es una sorpresa rescatada del fondo del armario como el taiwanes, pero la apuesta de Pablo Laso por situarle definitivamente como base y director de juego, sí tiene algo de sorprendente. Anteriores eminencias del banquillo habían descartado ese puesto para el jugador que mejor aceleración tiene de la Liga ACB, pero cuya capacidad de frenada estaba muy discutida. MVP sin lugar a dudas, aunque con el aliento en el cogote de un magistral Jaycee Carroll.

Sin embargo, me sorprende leer en algunos foros madridistas que “el arbitraje fue casero”, a pesar de la sobrada victoria, y se apela a la consabida conjura del poder catalán (?) para afirmarlo. Como prueba del delito se manifiesta la diferencia de tiros libres entre el Barça (24/30) y el Real Madrid (8/9). Otro episodio nacional de conspiranoia que creo absurdo. Que Tomic, Begic y Felipe se cargaran de personales fue, desde mis ojos de la tribuna de prensa en el Palau Sant Jordi, un signo inequívoco de que los pivots madridistas no iban a permitir que las torres blaugranas se movieran por la cancha como felices danzarines de pick & roll o sardanas. Al contrario, desde el principio el Real Madrid mostró síntomas que hacia mucho no practicaba en este tipo de cotarros: fortaleza y agresividad. El gorro de Begic a Eidson fue una muestra...[en ambos sentidos]

Foto:ACB

De esta Copa del Rey, que será recordada, mis únicas decepciones deportivas tienen que ver más con las ausencias. La más egoísta es la que se refiere al Estudiantes, porque con la trayectoria de sinsabores que llevamos no estamos para jugar una competición que siempre hemos agradecido, y la otra es el Valencia y Bilbao Basket, porque considero que tenían plantillas más competitivas que algunas de las presentes. Dicho esto, creo que la victoria del Real Madrid, además de merecida, puede ser beneficiosa para el baloncesto...

La Copa fuera del Sant Jordi

Sólo alguien muy cateto, en lo que se refiere a su ancho de banda mental, no reconocería que Barcelona es una ciudad fabulosa y bonita. Sin embargo la dispersión de las actividades coperas (la Zona Lúdica en el Arc del Triomp y la Minicopa en Valle d'Hebron) hacía complicada la movilidad entre distintos ambientes. La primera habría sido más agradecida en los alrededores del propio Palau Sant Jordi o en la Plaça de Espanya, y a la segunda ubicación le faltaba un poco del ambiente que se pudo vivir el año pasado en el Magariños o hace dos años en La Casilla de Bilbao.


De la misma manera, es para pensarse la capacidad de promoción social de un evento como este. La final fue la menos vista de los tres últimos años por televisión y sigue faltando esa atracción publicitaria que logran los yankees aunque se trate de un partido de singles against married. Sin capacidad para vender el producto es muy difícil reflotar mediáticamente nuestro baloncesto. Un dato: el viernes al mediodía en la tienda de merchandaising de la Copa situada en el Arc del Triomp la dependienta me comentó que hasta ese momento no había vendido nada en el puesto en toda la mañana. Nada raro si se piensa que una camiseta sin demasiados alardes gráficos y con publicidad de una marca de cerveza sin alcohol costaba 25 euros. Camisetas parecidas de la NBA son más baratas y sin publi... Pero lo peor es que si uno le quería regalar a su sobrino la camiseta oficial de Llull, Juan Carlos Navarro, Fernando San Emeterio o Pancho Jasen, la misión era imposible. En “la gran fiesta del basket ACB” ningún chiringuito ofrecía las equipaciones de los equipos participantes y sus estrellas.

Hablando de ausencias, en la Minicopa hubo una muy sentida: La Penya. El equipo ganador de las cuatro últimas ediciones no pudo estar en Barcelona porque sus mayores no se ganaron la clasificación. Una lástima que debería hacer reflexionar a los clubes de cantera lo importante que es que sus equipos senior aprieten. Vale que no es un Campeonato de España pero es una experiencia muy chula para los chavales, y para mí sigue siendo de lo mejorcito de estos días. Me alegra que se haya vuelto a que todos los partidos tengan el tiempo reglamentario como cualquiera de categoría infantil (hasta el año pasado eran de siete minutos salvo la final).

Por cierto, el primer día tuve la suerte de conocer a los padres del jugador del Barça Màxim Estebán. Un lujo hablar con ellos (luego me enteré que él fue jugador de la Penya y ella atleta en sus tiempos), porque ves que por encima de la experiencia de un chaval que sólo tiene un día libre a la semana, lo que hay -cuando esta bien gestionado como parece- es ilusión y diversión. En la final de la Mini, el Barça ganó al Real Madrid. Me alegro por ellos, una gente molt maca.

Foto: ACB.com

Los postdatas

PD1: La cuestión de la megafonía estridente y la grúa justo frente a la zona de prensa se podría revisar...

PD2: Soy muy fan de Iggy, el speaker de la Copa y única representación 100% colegial en la pista del Palau Sant Jordi.

PD3: Felicitar por su esfuerzo a toda la gente que trabaja para que esto sea físicamente posible.

PD4: Pedir disculpas a Jordi Sampietro al que casi no pude ver con razones ajenas a mi voluntad. No dudéis en visitarle en Belgrado, merece mucho la pena.

PD5: Una de las mejores cosas de ir acreditado a la Copa es que, a pesar del volumen de trabajo en pocos días, uno se encuentra con muy buena gente que se dedica a algo tan apasionante como la comunicación y el baloncesto.

PD6: Durante la Copa se presentó la revista Cuadernos de Basket. El próximo post será sólo para hablar de este nuevo proyecto.

lunes, 20 de febrero de 2012

Pablo Laso, Sergi Llull y el 23

Decía Llull al principio de la temporada, en una entrevista para Ecodiario, que con Pablo Laso "se vuelve a un juego más dinámico, más espectacular para el aficionado, y a un juego que creo que a este equipo, por nuestras características, le va a beneficiar". No cabe duda que la victoria en esta edición de la Copa del Rey 2012 le da la razón al menorquín, nombrado MVP del torneo.


Parecía que la papeleta que le iba a tocar lidiar a Laso al frente del banquillo sería una reiteración de los males que mostraba al sección de baloncesto de la entidad madridista en los últimos años: dudas, falta de consistencia y desequilibrio competitivo. Pero el técnico ha logrado con este triunfo espantar unos cuantos fantasmas de golpe y a la vez mostrar que su plan tenía sentido y posibilidades. No sólo es una cuestión de jugar rápido y correr mucho, es que además ha logrado que los jugadores interiores del Real Madrid conecten entre ellos como hacía tiempo que no se veía, y de, como decía un entrenador hace muchos años, 'defender atacando' para conseguir transiciones rápidas. Conceptos que por su riesgo ponen en un valor muy alto el baloncesto desplegado por el equipo merengue.

Luego, no cabe duda, hay que tener jugadores capaces de funcionar con este estilo. En la final contra el FC Barcelona todo el conjunto destacó, pero el trabajo en ataque de Jayce Carroll y Sergi Llull fue determinante: 45 de los 91 puntos del Real Madrid fueron suyos. El Barça en cambio se vio asfixiado ante el acierto de los blancos y se enmarañó en ataques que no llevaban a ningún sitio. Ofuscados en el intento Huertas, Pete Mickael y Juan Carlos Navarro tropezaban en el error de intentar volver a entrar al partido por la vía rápida, aquella que depende más de la fortuna que de la inteligencia, pero en un Barça irreconocible falló todo, desde su laureada defensa hasta su capacidad de equilibrio para superar las dificultades.

Aunque los méritos de estos trofeos son compartidos, en estos partidos decisivos hace falta un jugador al que sus compañeros se puedan agarrar. No significa necesariamente que sea el que tenga que hacer todo, sino aquél que cuando otros tiemblan tenga la capacidad resolutiva o la decisión para romper las defensas sin temor al fallo. Llull jugó ese papel cuando más lo necesitaba su equipo y esa garantía fue un apoyo para que el resto de sus compañeros creyeran decididamente en que con el estilo de Pablo Laso la victoria era posible, y así el encuentro terminó siendo un paseo para los madridistas.

El número 23 del Real Madrid logró 23 puntos en la 23 Copa del Rey que el Real Madrid gana, motivos para felicitarle a él, al Real Madrid y a Pablo Laso.

PD: Publicada en el Ecodiario.

viernes, 7 de octubre de 2011

Entrevista a Sergio Llull

Ayer en Lavapiés (Madrid) se presentaba una exposición de fotos que Chus Antón ha publicado en la revista Vice, y que estaba patrocinada por la marca deportiva Nike. Al evento acudió el jugador del Real Madrid Segio Llull, que habló con los jugadores del equipo de La Corrala que hicieron de modelos en las fotos, y luego atendió por riguroso orden y minutaje a los medios de comunicación presentes.

Llull con el gran Carlitos Wey.

Sergio Llull (Mahón 1987), esta deseando que comience la Liga ACB. Tras cinco temporadas vistiendo la camiseta del Real Madrid, el jugador será el encargado de dirigir el juego del equipo, junto con Sergio Rodríguez, en una temporada que ha despertado mucha expectación entre los aficionados madridistas. La llegada de jugadores como Pocius, Jayce Carroll, y, especialmente, Rudy Fernández, pueden dar una imagen renovada del equipo que entrena Pablo Laso.

En la pretemporada se ha visto al equipo muy implicado, ¿ha cambiado la dinámica del equipo respecto a lo que trasmitía el año pasado con Messina en el banquillo?

Yo creo que el equipo de este año esta muy implicado, pero el del año pasado también lo estaba. Son momentos y estilos diferentes. Lo que ocurre es que hay mucha ilusión por hacer las cosas bien, con muchas ganas de trabajar, y de empezar la liga para tener ya un ritmo de competición e ir ganando partidos.

¿Hay una sintonía especial por el hecho de que Pablo Laso fuese base en su etapa de jugador?

Si. Creo que es algo que nos va a venir muy bien tanto a Sergio Rodríguez como a mí. Nos ayuda mucho para ver el juego desde nuestra posición, y de momento nos esta dando muchísima confianza. Él nos pide que corramos, que llevemos un ritmo rápido del partido. La idea es intentar jugar al contrataque a partir de una defensa sólida.

¿Se retoma el estilo de juego que aplicó Joan Plaza en su etapa como entrenador del Real Madrid?

Puede ser. En cierta forma se vuelve a un juego más dinámico, más espectacular para el aficionado, y a un juego que creo que a este equipo, por nuestras características, le va a beneficiar.

La presencia de Rudy Fernández, o su marcha a la NBA, ¿puede afectar a los roles dentro del equipo?

Creo que no. Rudy es un gran jugador, y el tiempo que le dejen va a estar muy implicado con el Real Madrid, cuando se vaya ya veremos la manera de solucionarlo, pero por ahora todo lo que pueda aportar es positivo. El bloque del año pasado sigue, y eso es importante porque nos da seguridad y confianza. Los fichajes nuevos nos van a ayudar a dar un salto de calidad que necesitamos para ganar los títulos.


¿Has hablado con Carlos Suárez sobre lo que ocurrió cuando fue descartado para jugar el Eurobasket de Lituania?

No lo hemos hablado. El tema de Carlos es especial, porque por tercer año consecutivo se queda fuera de la convocatoria. Pero yo creo que llegar a estar en ese grupo de los quince preseleccionados ya es un privilegio, y que muchos jugadores pagarían por poder esta ahí. Al final no pudo entrar porque hay muy buenos jugadores como se ha visto luego. Sobre sus declaraciones no entro a valorarlo, es su opinión y hay que respetarlo.


Comienza la Liga ACB con una presentación espectacular, ¿crees que a el baloncesto español esta donde le corresponde?

Esa es una cuestión que tiene que ver con el marketing y los departamentos de comunicación de la ACB. Lo cierto es que el baloncesto español esta en constante crecimiento, cada vez hay más gente que se engancha a este deporte y espero que siga así muchos años. No creo que haya que cambiar el reglamento para hacer más atractivo el juego. El estilo de juego que tenemos en la ACB es el mejor de Europa, y los jugadores que vengan se tiene que acoplar a nuestro ritmo de competición.

¿Quién fue tu referente?

Sin duda Michael Jordan, creo que es el mejor jugador que ha pisado una pista de baloncesto, y le he visto hacer cosas increíbles. Desde pequeño siempre me fije en él como un modelo, y aunque es imposible hacerlo, imitar sus movimientos.

¿Cuáles son tus retos para este año?

Mi objetivo es ganar títulos, seguir mejorando como jugador, y ayudar al equipo a llegar a lo más alto. Espero que lo logremos este año.

PD: Esta entrevista la he publicado en elEconomista.es.