Mañana comienza el March Madness 2011, una competición donde la emoción y las sorpresas no dejan de suceder. El baloncesto universitario, con su particular reglamento, fideliza a buena parte de la sociedad norteamericana. Las preferencias universitarias despiertan mucha más pasión que el baloncesto NBA, y no son pocos los jugadores del ejército de David Stern que durante estos días tienen un ojo puesto en lo que ocurre en la NCAA.
Mi amigo Matt Feinberg, profesor en la Universidad de Kentucky, piensa que los Wildcats del Coach Calipari pueden dar alguna sorpresa, con un equipo joven, y menos presión que el año pasado, Kentucky debería llegar sin excesivos problemas hasta el Sweet 16. A partir de ahí todo es posible. Si embargo para Matt, y para muchos otros, el tapado puede ser Uconn, que liderados por Kemba Walter, pueden ser capaces de dar la sorpresa.
En la prensa estadounidense hay cantidad de artículos sobre lo que puede ocurrir en los próximos días. En The New York Times aventuran que Ohio State y Kansas son las favoritas para llegar a la final. Pero lo bueno del March Madness es que no se trata de una ciencia cierta, Obama el año pasado apostó en su bracket por Kansas y Kentucky, y no acertó. Para sorpresa de muchos la final la disputaron Duke y Butler, con una ajustada victoria de los Blue Devils del Coach K.
Leo en esta web un bracket realizado con extraordinario esmero, tiene varios puntos de análisis para conformar las predicciones del torneo. Uno de ellos es en función de los jugadores que pueden entrar en el próximo draft de la NBA. El autor asigna a cada equipo que tenga un jugador en el top 25 cuatro puntos, tres a los que estén entre el puesto 26-50, y así sucesivamente. Recomienda mirar la tabla del Top 100 que presenta NBADraftExpress.com, donde, por cierto, andan Mirotic y Lucas Nogueira, entre otros conocidos. Como ocurre con The New York Times barruntan una final entre Ohio State y Kansas, con victoria para los primeros.
En la web basketamericano.com, seguro que habrá un buen seguimiento del evento, en el blog A Place In South información con los buenos análisis de @papuelu, en twitter seguro que @guillenfran también ofrecerá información de mucha calidad. A partir de ahí sólo es ponerse a buscar.
Vayan preparando la butaca, el March Madness va a comenzar y seguro que no faltará intensidad, espectáculo, y garra. En la cancha y en la grada.
PD: El vídeo lo díce todo. Aquí se puede consultar el cuadro de los cruces, y cada uno construirse su propio bracket.
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lunes, 14 de marzo de 2011
miércoles, 19 de mayo de 2010
¿Cheers vs Sunset Boulevard?
Es complicado imaginar todo lo que se mueve estos días en la NBA. Por un lado unos finales de conferencia que parecen ir hacia una nueva edición de la más tradicional de las rivalidades, un Lakers-Celtics. Ante la sorpresa general, un equipo viejuno como Boston ha superado a rivales que se creía muy superiores. Cleveland, y, por el momento, Orlando, han visto que la esencia de los Celtics, el juego de equipo, ha superado a los conjuntos que gravitan en torno a uno o dos nombres propios.
No siempre fue así, tras los tiempos gloriosos de Bird, McHale, Parish, y compañía, los de Massachusetts pasaron una auténtica travesía del desierto. Hace dos temporadas la dinámica cambió. La combinación Garnett, Allen, más Pierce, logró recuperar los viejos laureles y ganar un anillo sin excesiva dificultad a L.A. Un nuevo tiempo de gloria para los orgullosos verdes que a buen seguro fue muy celebrado en Cheers.
Ahora Celtics vuelve a la carga con el mismo trio de estrellas y un base que se ha reivindicado como uno de los mejores en su puesto, al alcanzar cierta madurez y capacidad de decisión. Rajan Rondo, el mismo que metió 52 puntos al Estudiantes en la semifinal del Torneo Junior de L'Hospitalet del 2004 , con la camiseta de la OAK Hill Academy, ha asumido galones en un equipo que muchos daban por muerto y que todavía tiene mucho que decir en la NBA.
Por su parte, en el Oeste, los Lakers han funcionado con ritmo propio. Donde parecía que había pinchazo, al dejar marchar a Ariza por Artest, se ha demostrado que se trataba de un calculo perfecto. Un defensor a cara de perro, que genera mucha intensidad en los partidos decisivos. No parece que Los Suns tengan capacidad de colocar algún obstáculo en el camino de los chicos de Phil Jackson hacia la final. Además de Ron Ron, Pau Gasol determinante y regular, Odom enchufado saliendo del banquillo, Kobe en su particular mundo de fantasía, y Fisher siempre dispuesto cuando se trata de disparar sin margen de error.
De ser así, David Stren puede dar botes de alegría. El alto comisionado quería un enfrentamiento LeBron-Kobe, un atractivo más que suficiente para las NBA Finals, que dejara en caja toda la atención que está suscitando la estrella de Ohio. El nivel de paranoia colectiva que genera el futuro de LBJ era una apuesta suculenta para plantarla en una cancha frente a los mediáticos Lakers de Kobe Bryant. Perdida esa posibilidad, devolver a los espectadores el más tradicional de los enfrentamientos de baloncesto es suficiente motivo para estar contento. Si llegara el caso, un par de declaraciones calientes previas de Garnett y Artest, una reedición de camisetas con la leyenda BEAT L.A!, y alguna sugerencia de ejercicio zen desde California pueden ser suficientes para subir las audiencias.
Mientras, los focos también pasan por el sorteo que se hizo para decidir el orden de elección del próximo draft. Washington Wizards tendrá la posibilidad de elegir al número 1, que visto los últimos resultados no se sabe si es una suerte o una desgracia. La franquicia de D.C., muy probablemente, optará por elegir a John Wall, el eléctrico base de la Universidad de Kentucky. En cualquier caso, hasta que el 24 de junio no se prepare la ronda de elecciones en el Madison Square Garden, todo puede ocurrir. Especialmente si tenemos en cuenta que el verano va a ser movido en negociaciones, cambios de equipo, y ofertas de todo tipo.
Por último los Knicks han vuelto a ser protagonistas, y como suele ocurrir no por nada relacionado con el deporte. A Wilson Chandler, el joven alero de New York, le pilló la policía mientras conducía su Mercedes-Benz por Queens con una pequeña cantidad de marihuana. Quizá el bueno de Wilson buscaba evadirse de una realidad tan compleja como sobrevivir a la atomización de su equipo, con difícil capacidad de reconstrucción lógica.
Muchos asuntos para unos meses que se presumen calurosos.
No siempre fue así, tras los tiempos gloriosos de Bird, McHale, Parish, y compañía, los de Massachusetts pasaron una auténtica travesía del desierto. Hace dos temporadas la dinámica cambió. La combinación Garnett, Allen, más Pierce, logró recuperar los viejos laureles y ganar un anillo sin excesiva dificultad a L.A. Un nuevo tiempo de gloria para los orgullosos verdes que a buen seguro fue muy celebrado en Cheers.
Ahora Celtics vuelve a la carga con el mismo trio de estrellas y un base que se ha reivindicado como uno de los mejores en su puesto, al alcanzar cierta madurez y capacidad de decisión. Rajan Rondo, el mismo que metió 52 puntos al Estudiantes en la semifinal del Torneo Junior de L'Hospitalet del 2004 , con la camiseta de la OAK Hill Academy, ha asumido galones en un equipo que muchos daban por muerto y que todavía tiene mucho que decir en la NBA.
Por su parte, en el Oeste, los Lakers han funcionado con ritmo propio. Donde parecía que había pinchazo, al dejar marchar a Ariza por Artest, se ha demostrado que se trataba de un calculo perfecto. Un defensor a cara de perro, que genera mucha intensidad en los partidos decisivos. No parece que Los Suns tengan capacidad de colocar algún obstáculo en el camino de los chicos de Phil Jackson hacia la final. Además de Ron Ron, Pau Gasol determinante y regular, Odom enchufado saliendo del banquillo, Kobe en su particular mundo de fantasía, y Fisher siempre dispuesto cuando se trata de disparar sin margen de error.
De ser así, David Stren puede dar botes de alegría. El alto comisionado quería un enfrentamiento LeBron-Kobe, un atractivo más que suficiente para las NBA Finals, que dejara en caja toda la atención que está suscitando la estrella de Ohio. El nivel de paranoia colectiva que genera el futuro de LBJ era una apuesta suculenta para plantarla en una cancha frente a los mediáticos Lakers de Kobe Bryant. Perdida esa posibilidad, devolver a los espectadores el más tradicional de los enfrentamientos de baloncesto es suficiente motivo para estar contento. Si llegara el caso, un par de declaraciones calientes previas de Garnett y Artest, una reedición de camisetas con la leyenda BEAT L.A!, y alguna sugerencia de ejercicio zen desde California pueden ser suficientes para subir las audiencias.
Mientras, los focos también pasan por el sorteo que se hizo para decidir el orden de elección del próximo draft. Washington Wizards tendrá la posibilidad de elegir al número 1, que visto los últimos resultados no se sabe si es una suerte o una desgracia. La franquicia de D.C., muy probablemente, optará por elegir a John Wall, el eléctrico base de la Universidad de Kentucky. En cualquier caso, hasta que el 24 de junio no se prepare la ronda de elecciones en el Madison Square Garden, todo puede ocurrir. Especialmente si tenemos en cuenta que el verano va a ser movido en negociaciones, cambios de equipo, y ofertas de todo tipo.
Por último los Knicks han vuelto a ser protagonistas, y como suele ocurrir no por nada relacionado con el deporte. A Wilson Chandler, el joven alero de New York, le pilló la policía mientras conducía su Mercedes-Benz por Queens con una pequeña cantidad de marihuana. Quizá el bueno de Wilson buscaba evadirse de una realidad tan compleja como sobrevivir a la atomización de su equipo, con difícil capacidad de reconstrucción lógica.
Muchos asuntos para unos meses que se presumen calurosos.
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jueves, 18 de marzo de 2010
March is here!
Hoy comienza el March Madness, baloncesto en estado puro con 65 equipos universitarios de EEUU. Una de las competiciones más atractivas de basket, con un ambiente único, y donde las aficiones disfrutan ante la posibilidad de sorpresas.
El torneo está dividido en cuatro regiones geográficas, con los siguientes cabezas de grupo: Duke en el Sur; Kentucky, en el Este; Kansas, Medio Oeste; y Syracuse, en el Oeste.
Cada equipo y universidad con unas características especiales, con una composición social diferente, y con una trayectoria histórica que defender, o que construir, dependiendo del caso. CBS lo televisa con todo lujo de detalles, y medio país estará pendiente de sus favoritos.
El presidente Obama ya ha declarado su apuesta por Kansas, la gran favorita para llevarse el torneo. El primer presidente afroamericano de la historia del país se une al popular juego de las predicciones para apostar por una final entre Kansas y Kentucky. Obama se refirió al equipo que dirige Bill Self como "un equipo equilibrado", y destacó a su base Sherron Collins: "Siempre me gustan equipos con experiencia en el perímetro". No quedaría bonito apostar públicamente por el turbio Callipari, entrenador de Kentucky, y que cuenta en el equipo con el posible nº1 del próximo draft, John Wall, y con un jugador que habrá que mirar su progresión porque puede ser dominante en un futuro no muy lejano: Lamarcus Cousins.
Duke es un equipo que tiene más historia que posibilidades, al menos éste año. Los Blue Devils, que entrena el seleccionador USA, Mike Krzyzewski (Coach K.), vienen a ser como el actual Joventut, un equipo que depende demasiado de su acierto en el tiro exterior, con gran historia, muy querido, pero que no está en su mejor momento. Sin duda una de las mejores bazas de éste equipo es su afición, los Cameron Crazies son la auténtica versión americana de La Demencia...
Cameron Crazies
Syracuse, los Orange del Oeste, son otro equipo muy querido en la competición. Su entrenador, Jim Boeheim, es un científico del baloncesto. Un tipo que juega con defensas cambiantes en un mismo ataque, y que estudia a los rivales para hacerles daño en sus puntos flacos. Un equipo muy inteligente con un baloncesto muy intenso.
Pero si algo tiene de emocionante el March Madness es que de los partidos a cara de perro, salen resultados sorprendentes. Todo puede pasar durante un partido cargado de emoción y energía. En el próximo SPUTNIK BASKET TIME hablaremos con algún experto que nos aclare todo lo ocurrido en éste marzo de locura.
Mientras dejó una serie de enlaces interesantes:
http://www.ncaa.com/sports/m-baskbl/ncaa-m-baskbl-body.html
http://basketuniversitario.blogspot.com/
http://www.basketamericano.com/
El torneo está dividido en cuatro regiones geográficas, con los siguientes cabezas de grupo: Duke en el Sur; Kentucky, en el Este; Kansas, Medio Oeste; y Syracuse, en el Oeste.
Cada equipo y universidad con unas características especiales, con una composición social diferente, y con una trayectoria histórica que defender, o que construir, dependiendo del caso. CBS lo televisa con todo lujo de detalles, y medio país estará pendiente de sus favoritos.
El presidente Obama ya ha declarado su apuesta por Kansas, la gran favorita para llevarse el torneo. El primer presidente afroamericano de la historia del país se une al popular juego de las predicciones para apostar por una final entre Kansas y Kentucky. Obama se refirió al equipo que dirige Bill Self como "un equipo equilibrado", y destacó a su base Sherron Collins: "Siempre me gustan equipos con experiencia en el perímetro". No quedaría bonito apostar públicamente por el turbio Callipari, entrenador de Kentucky, y que cuenta en el equipo con el posible nº1 del próximo draft, John Wall, y con un jugador que habrá que mirar su progresión porque puede ser dominante en un futuro no muy lejano: Lamarcus Cousins.
Duke es un equipo que tiene más historia que posibilidades, al menos éste año. Los Blue Devils, que entrena el seleccionador USA, Mike Krzyzewski (Coach K.), vienen a ser como el actual Joventut, un equipo que depende demasiado de su acierto en el tiro exterior, con gran historia, muy querido, pero que no está en su mejor momento. Sin duda una de las mejores bazas de éste equipo es su afición, los Cameron Crazies son la auténtica versión americana de La Demencia...
Syracuse, los Orange del Oeste, son otro equipo muy querido en la competición. Su entrenador, Jim Boeheim, es un científico del baloncesto. Un tipo que juega con defensas cambiantes en un mismo ataque, y que estudia a los rivales para hacerles daño en sus puntos flacos. Un equipo muy inteligente con un baloncesto muy intenso.
Pero si algo tiene de emocionante el March Madness es que de los partidos a cara de perro, salen resultados sorprendentes. Todo puede pasar durante un partido cargado de emoción y energía. En el próximo SPUTNIK BASKET TIME hablaremos con algún experto que nos aclare todo lo ocurrido en éste marzo de locura.
Mientras dejó una serie de enlaces interesantes:
http://www.ncaa.com/sports/m-baskbl/ncaa-m-baskbl-body.html
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lunes, 11 de enero de 2010
Brooklyn, de los Dodgers a los Nets
En el año 1957 el equipo de béisol de los Dodgers abandonaron Brooklyn por California. Un vacío que ahora pretende ocupar los Nets, en un nuevo proyecto deportivo con oscuros intereses empresariales detrás.
Los Dodgers era el equipo de béisbol de Brooklyn, uno de los cinco distritos de la ciudad de Nueva York, y el más poblado. El mayor logro del equipo tuvo lugar en 1947 cuando Jackie Robinson entro al campo vistiendo el uniforme de los Dodgers. Era el primer afroamericano en participar en la liga de béisbol. En 1955, los Dodgers ganaron su primera y única Serie Mundial, en su propio estadio y contra su principal enemigo, los New York Yankees. El acontecimiento todavía se recuerda por la fiesta que siguió a la victoria. Dos años después el equipo se mudó a la cálida ciudad de Los Ángeles.
Jackie Robinson con la equipación de los Brooklyn Dodgers
Pasados más de cincuenta años, Brooklyn podría volver a alojar un equipo profesional. No sería de béisbol, sino de baloncesto. Una operación poco clara que mezcla capital extranjero, especulación, y algo de glamour.
Todo comenzó en el año 2005, cuando los propietarios del equipo de la vecina ciudad de Nueva Jersey, los Nets, anunciaron su intención de mudarse a la otra orilla del río Hudson. Un proyecto ideado por el actual copropietario del equipo, el cantante Jay-Z.
Nacido en Brooklyn, Jay-Z se ha convertido en una de las principales referencias del rap estadounidense, y ha pasado de joven conflictivo que traficaba con drogas a multiempresario millonario de moda.
Un año antes la franquicia la adquirió un grupo liderado por el empresario inmobiliario Bruce Ratner, por 300 millones de dólares. Fue entonces cuando comenzó el idilio entre Ratner y Jay-Z para llevarse los Nets a Brooklyn.
Jay-Z quería el proyecto para 2009
Brighton Beach Nets
Ratner, que no goza de muy buena fama como empresario, eligió el mismo lugar para su plan inmobiliario que Walter O'Malley. El antiguo directivo de los Dodgers planeó a principios de los '50 la construcción de un nuevo estadio en el barrio de Prospect, detro de Brooklyn, pero entonces el plan fue rechazado, y decidió mudarse a la otra costa del país.
Ahora la idea es crear allí un gran área comercial y residencial llamado Atlanthic Yards, que incluye como escaparate del proyecto el estadio Barclays Center (Barclays Bank financia parte del proyecto) para los Nets, con un contrato de 20 años.
La noticia del megaproyecto no fue del agrado de algunos brooklynites, que pusieron diversas demandas en 2006 para tratar de paralizar las obras, que se pretendía estuvieran finalizadas para el año 2009. Todavía no se ha colocado ni una piedra.
El último obstáculo legal fue superado el pasado 24 de noviembre, y abre la posibilidad de que los Nets jueguen allí desde 2012. La corte de apelaciones de Nueva York han denegado el recurso de amparo puesto por vecinos y comerciantes de la zona.
A la operación se ha incorporado un nuevo protagonista, Mijaíl Projorov, un empresario ruso que ha llegado a un acuerdo para adquirir el 80% de las acciones de los Nets, y que, todo apunta, será el primer propietario no estadounidense de una franquicia NBA. Según un informe de la revista Forbes, Projorov, es el hombre más rico de Rusia y su fortuna se estima en 9.500 millones de dólares. El dinero con su incorporación está asegurado, y algunos medios bromean con la coincidencia de la influencia rusa en el distrito: “The Brighton Beach Nets?” titulaba un reportaje el New York Times, en referencia al nombre de la zona rusa de Brooklyn, junto a Coney Island.
Esta temporada los Nets, con dieciocho derrotas seguidas, ha batido el récord del peor inicio de competición de la historia de la Liga. Algo que puede serles útil. De seguir así pueden tener posibilidades de elegir el número uno del próximo draft, y llevarse al base de Kentucky John Wall, actual sensación de la liga universitaria. Además, algunas estrellas de la NBA serán agentes libres el próximo verano. Le Bron James, amigo íntimo de Jay-Z y actual referente mediático y comercial de la NBA, suena como posible incorporación a los nuevos Nets.
Es difícil pensar que esta operación aliviara el amargo recuerdo de los Dodgers. Lou Reed lo comentaba en la película Blue in the Face, dirigida por Wayne Wang y Paul Auster: “Yo probablemente sí tuve algún trauma infantil... que los Dodgers se marcharan de Brooklyn, lo cual, si te paras a pensarlo es una razón para que algunos estemos imbuidos en un cinismo del que no nos recuperaremos.”
Lo que es seguro es que muchos vecinos mirarán con recelo al nuevo residente, a pesar de que Brooklyn sea conocido como el "hogar para cualquiera de cualquier lugar”. Ni que decir tiene que los menos felices serán los New York Knicks, el equipo de referencia del basket en La Gran Manzana, que siempre trato a los New Jersey Nets como su hermano pobre.
Quizá la historia vaya a cambiar ahora.
PD: Este artículo lo he publicado en el número 116 del periódico Diagonal.
Los Dodgers era el equipo de béisbol de Brooklyn, uno de los cinco distritos de la ciudad de Nueva York, y el más poblado. El mayor logro del equipo tuvo lugar en 1947 cuando Jackie Robinson entro al campo vistiendo el uniforme de los Dodgers. Era el primer afroamericano en participar en la liga de béisbol. En 1955, los Dodgers ganaron su primera y única Serie Mundial, en su propio estadio y contra su principal enemigo, los New York Yankees. El acontecimiento todavía se recuerda por la fiesta que siguió a la victoria. Dos años después el equipo se mudó a la cálida ciudad de Los Ángeles.

Pasados más de cincuenta años, Brooklyn podría volver a alojar un equipo profesional. No sería de béisbol, sino de baloncesto. Una operación poco clara que mezcla capital extranjero, especulación, y algo de glamour.
Todo comenzó en el año 2005, cuando los propietarios del equipo de la vecina ciudad de Nueva Jersey, los Nets, anunciaron su intención de mudarse a la otra orilla del río Hudson. Un proyecto ideado por el actual copropietario del equipo, el cantante Jay-Z.
Nacido en Brooklyn, Jay-Z se ha convertido en una de las principales referencias del rap estadounidense, y ha pasado de joven conflictivo que traficaba con drogas a multiempresario millonario de moda.
Un año antes la franquicia la adquirió un grupo liderado por el empresario inmobiliario Bruce Ratner, por 300 millones de dólares. Fue entonces cuando comenzó el idilio entre Ratner y Jay-Z para llevarse los Nets a Brooklyn.

Brighton Beach Nets
Ratner, que no goza de muy buena fama como empresario, eligió el mismo lugar para su plan inmobiliario que Walter O'Malley. El antiguo directivo de los Dodgers planeó a principios de los '50 la construcción de un nuevo estadio en el barrio de Prospect, detro de Brooklyn, pero entonces el plan fue rechazado, y decidió mudarse a la otra costa del país.
Ahora la idea es crear allí un gran área comercial y residencial llamado Atlanthic Yards, que incluye como escaparate del proyecto el estadio Barclays Center (Barclays Bank financia parte del proyecto) para los Nets, con un contrato de 20 años.
La noticia del megaproyecto no fue del agrado de algunos brooklynites, que pusieron diversas demandas en 2006 para tratar de paralizar las obras, que se pretendía estuvieran finalizadas para el año 2009. Todavía no se ha colocado ni una piedra.
El último obstáculo legal fue superado el pasado 24 de noviembre, y abre la posibilidad de que los Nets jueguen allí desde 2012. La corte de apelaciones de Nueva York han denegado el recurso de amparo puesto por vecinos y comerciantes de la zona.
A la operación se ha incorporado un nuevo protagonista, Mijaíl Projorov, un empresario ruso que ha llegado a un acuerdo para adquirir el 80% de las acciones de los Nets, y que, todo apunta, será el primer propietario no estadounidense de una franquicia NBA. Según un informe de la revista Forbes, Projorov, es el hombre más rico de Rusia y su fortuna se estima en 9.500 millones de dólares. El dinero con su incorporación está asegurado, y algunos medios bromean con la coincidencia de la influencia rusa en el distrito: “The Brighton Beach Nets?” titulaba un reportaje el New York Times, en referencia al nombre de la zona rusa de Brooklyn, junto a Coney Island.

Es difícil pensar que esta operación aliviara el amargo recuerdo de los Dodgers. Lou Reed lo comentaba en la película Blue in the Face, dirigida por Wayne Wang y Paul Auster: “Yo probablemente sí tuve algún trauma infantil... que los Dodgers se marcharan de Brooklyn, lo cual, si te paras a pensarlo es una razón para que algunos estemos imbuidos en un cinismo del que no nos recuperaremos.”
Lo que es seguro es que muchos vecinos mirarán con recelo al nuevo residente, a pesar de que Brooklyn sea conocido como el "hogar para cualquiera de cualquier lugar”. Ni que decir tiene que los menos felices serán los New York Knicks, el equipo de referencia del basket en La Gran Manzana, que siempre trato a los New Jersey Nets como su hermano pobre.
Quizá la historia vaya a cambiar ahora.
PD: Este artículo lo he publicado en el número 116 del periódico Diagonal.
lunes, 23 de noviembre de 2009
John Calipari
La temporada de basket universitario comenzó a principios de este mes. La NCAA (National Collegiate Athletic Association) es una competición con un ritmo de juego y una pasión de aficionados impresionante. Si algún aficionado europeo le gusta el baloncesto de emociones, con intensidad en la cancha y en la gradas, la competición universitaria es su referente americano. Muchos jugadores NBA en su etapa profesional se siguen identificando por los colores de la universidad en la que jugaron.
El año pasado el campeonato universitario lo ganó North Carolina, frente a los Spartans de Michigan State. Esta temporada la universidad de Kentucky, una de las más legendarias, ha entrado en muchas de las quinielas sobre quién puede llevarse el trofeo, en buena parte por la contratación del polémico entrenador John Calipari para dirigir al equipo.
CoachCal dirigiendo un entrenamiento
El blog en castellano sobre la NCAA Only 2 Steps, en su previsión sobre la competición universitaria de este año señalaba sobre los Wildcats de Kentucky: “Siendo una de las universidades con mayor trascendencia en la historia del basket universitario llevaban muchos años aislados de la competición, sin estar en las quinielas de ningún analista y sin equipo competitivo desde hace tiempo. Este año decidieron cambiar su suerte contratando a John Calipari, quien se ha encargado de reclutar para el equipo a varios de los mejores jugadores de instituto del año pasado; casos como los de John Wall, DeMarcus Cousins, Eric Bledsoe o John Hood, que unidos al poderío interior de Patrick Patterson hacen de ellos otros claros candidatos al título”.
El pasado 12 de noviembre John Branch escribía en The New York Times un interesante artículo sobre el impacto que suponía el fichaje del técnico italoamericano. Añado algunos extractos del artículo, que me ayuda a traducir Matt Feinberg desde el propio Estado del bluegrass.
Hace sólo unos pocos meses que el entrenador John Calipari ha ocupado su puesto [...]. Sin embargo, ha atraído más que un millón de seguidores en Twitter, más de 64.000 amigos en Facebook y legiones más que tienen expectativas de un octavo campeonato nacional para Kentucky, para esta temporada.
Calipari es un genio de marketing. Pasó el verano de pueblo en pueblo, a veces en helicóptero, dando charlas, firmando su nuevo libro de auto-ayuda, “Bounce Back,” y estableciendo lealtad a través de cada uno apretón de manos.
El mes pasado, los fans pusieron 500 tiendas fuera del centro deportivo y pasaron hasta cuatro noches allí para conseguir entradas gratis al “tip-off” Big Blue Madness ( presentación oficial del equipo, donde asitieron 23.000 personas). Calipari dio un discurso emocionante de quince minutos que se televisó en directo por todo el estado de Kentucky. “Mi vision es de celebraciones y banquetes, diplomas y pancartas, anillos y desfiles", dijo aquella noche.
Calipari es una figura controvertida dentro del mundo del baloncesto. Ganador de dos campeonatos universitarios, uno con la Universidad de Massachusetts en 1996, y otro con la Universidad de Memphis en 2008, fueron oficialmente anulados del registro por violación de las reglas de la N.C.A.A. Según parece en ninguno de los casos se pudo demostrar que él tuviera alguna responsabilidad. Entre el '96 y el '99 entrenó a los Nets de New Jersey sin demasiado éxito.
Lo curioso es que CoachCal ha sabido crearse un aúra de estrella, que ha producido un efecto de gran magnitud en la Kentacky University con su presencia. Su página web no deja dudas sobre su megalomanía.
El matrimonio de Kentucky y Calipari es el argumento principal de la temporada ahora en marcha. En ningún otro lugar se ha juntado todo lo adorado de deportes universitarios (lealtad de hinchas, tradición y ritual) con todo lo criticado (entrenadores de alto sueldo, manipulación de las reglas y la presión para ganar ahora mismo), señala el artículo de Branch en NYT.
Habrá que ver qué hace Kentucky este año. Por lo pronto ha empezado con ajustadas victorias, y me cuenta mi amigo Matt que “la ciudad está muy emocionada. No hemos tenido un equipo tan fuerte como este desde hace mucho tiempo, y estamos acostumbrados a tener uno de los mejores del país. Vamos a ver...”
Sin duda, haga lo que haga, Calipari no va a pasar desapercibido.
PD: Por cierto, BasketMe ha editado una completa guía sobre la NCAA que recomiendo a todo el que quiera acercarse a esta apasionante competición.
El año pasado el campeonato universitario lo ganó North Carolina, frente a los Spartans de Michigan State. Esta temporada la universidad de Kentucky, una de las más legendarias, ha entrado en muchas de las quinielas sobre quién puede llevarse el trofeo, en buena parte por la contratación del polémico entrenador John Calipari para dirigir al equipo.

El blog en castellano sobre la NCAA Only 2 Steps, en su previsión sobre la competición universitaria de este año señalaba sobre los Wildcats de Kentucky: “Siendo una de las universidades con mayor trascendencia en la historia del basket universitario llevaban muchos años aislados de la competición, sin estar en las quinielas de ningún analista y sin equipo competitivo desde hace tiempo. Este año decidieron cambiar su suerte contratando a John Calipari, quien se ha encargado de reclutar para el equipo a varios de los mejores jugadores de instituto del año pasado; casos como los de John Wall, DeMarcus Cousins, Eric Bledsoe o John Hood, que unidos al poderío interior de Patrick Patterson hacen de ellos otros claros candidatos al título”.
El pasado 12 de noviembre John Branch escribía en The New York Times un interesante artículo sobre el impacto que suponía el fichaje del técnico italoamericano. Añado algunos extractos del artículo, que me ayuda a traducir Matt Feinberg desde el propio Estado del bluegrass.
Hace sólo unos pocos meses que el entrenador John Calipari ha ocupado su puesto [...]. Sin embargo, ha atraído más que un millón de seguidores en Twitter, más de 64.000 amigos en Facebook y legiones más que tienen expectativas de un octavo campeonato nacional para Kentucky, para esta temporada.
Calipari es un genio de marketing. Pasó el verano de pueblo en pueblo, a veces en helicóptero, dando charlas, firmando su nuevo libro de auto-ayuda, “Bounce Back,” y estableciendo lealtad a través de cada uno apretón de manos.
El mes pasado, los fans pusieron 500 tiendas fuera del centro deportivo y pasaron hasta cuatro noches allí para conseguir entradas gratis al “tip-off” Big Blue Madness ( presentación oficial del equipo, donde asitieron 23.000 personas). Calipari dio un discurso emocionante de quince minutos que se televisó en directo por todo el estado de Kentucky. “Mi vision es de celebraciones y banquetes, diplomas y pancartas, anillos y desfiles", dijo aquella noche.
Calipari es una figura controvertida dentro del mundo del baloncesto. Ganador de dos campeonatos universitarios, uno con la Universidad de Massachusetts en 1996, y otro con la Universidad de Memphis en 2008, fueron oficialmente anulados del registro por violación de las reglas de la N.C.A.A. Según parece en ninguno de los casos se pudo demostrar que él tuviera alguna responsabilidad. Entre el '96 y el '99 entrenó a los Nets de New Jersey sin demasiado éxito.
Lo curioso es que CoachCal ha sabido crearse un aúra de estrella, que ha producido un efecto de gran magnitud en la Kentacky University con su presencia. Su página web no deja dudas sobre su megalomanía.
El matrimonio de Kentucky y Calipari es el argumento principal de la temporada ahora en marcha. En ningún otro lugar se ha juntado todo lo adorado de deportes universitarios (lealtad de hinchas, tradición y ritual) con todo lo criticado (entrenadores de alto sueldo, manipulación de las reglas y la presión para ganar ahora mismo), señala el artículo de Branch en NYT.
Habrá que ver qué hace Kentucky este año. Por lo pronto ha empezado con ajustadas victorias, y me cuenta mi amigo Matt que “la ciudad está muy emocionada. No hemos tenido un equipo tan fuerte como este desde hace mucho tiempo, y estamos acostumbrados a tener uno de los mejores del país. Vamos a ver...”
Sin duda, haga lo que haga, Calipari no va a pasar desapercibido.
PD: Por cierto, BasketMe ha editado una completa guía sobre la NCAA que recomiendo a todo el que quiera acercarse a esta apasionante competición.
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