Mostrando entradas con la etiqueta Diagonal. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Diagonal. Mostrar todas las entradas

sábado, 3 de septiembre de 2011

Saitama 03/09/2006

Hoy tres de septiembre hace exactamente cinco años de la medalla de oro lograda en Japón que consolidó a la mejor generación del baloncesto de nuestro país. Aquel triunfo tuvo muchos significados y despertó muchas sensibilidades, buena parte de lo que generó tuvo que ver con la actitud del entrenador que llevó al equipo a lo más alto del podio y a la forma de hacerlo. Pepu Hernández llegó a la selección después haber entrenado en prácticamente todas las categorías de formación del Estudiantes, y de haber triunfado con el primer equipo colegial, con el que logró la Copa del Rey de 2000, el subcampeonato de la Liga 2003/04 y el subcampeonato de la Copa Korac 1998/99. Tras el éxito de Japón logro la medalla de plata en el Eurobasket celebrado en Madrid en 2007. Poco antes de las olimpiadas de Pekín, en el año 2008, la Federación Española de Baloncesto decidió retirarle del cargo de seleccionador.

La entrevista a las puertas del Madrid Arena en Noviembre del 2006. Foto: Fran Panadero.

Coincidiendo con el quinto aniversario de la final de Saitana, vuelvo a publicar en el blog la entrevista que le hice a Pepu tras aquel campeonato del mundo para el periódico Diagonal, cuando todavía se saboreaban las mieles de aquel histórico triunfo.

¿Cuál es la parte menos buena de todo esto?

Yo creo que hay muy pocas, son casi todas positivas. Quizá que ahora estoy mucho tiempo sin pisar cancha y sin entrenar. Pero tampoco es un gran problema por el momento.

Dijiste aquello de “os voy a decir una palabra. Y escuchadla bien, porque va a ser una palabra muy importante: ba-lon-ces-to”. Recientemente en el diario El País no mereció ni una línea el partido entre el Estudiantes y el Barcelona que juntó a 13.500 personas, ni tampoco la vuelta del Joventut a la Euroliga. En cambio, el partido de dieciseisavos de la Copa del Rey de fútbol entre el Alavés y el Celta ante 1.600 espectadores tuvo una columna entera para contarnos que fue un aburrimiento...

Yo pongo en duda la sensibilidad de algunos medios con lo que la sociedad está demandando. Creo que todos tendríamos que revisar qué es lo que estamos haciendo bien y mal, con autocrítica. En algunos casos los medios actúan de forma mecánica con determinadas situaciones y creo que de verdad no están siguiendo al día la sensibilidad que puede tener la gente con nuestro deporte. Dije que íbamos a hablar de baloncesto y lo dije sobre todo en el sentido de la cantidad de valores que puede transmitir este deporte, y creo que es lo que más ha llamado la atención este verano por el trabajo de la selección, por un grupo de jugadores que ha actuado de una forma natural, y yo creo que ha habido algo más que querer ganar. Por eso digo que hay una serie de valores que el deporte del baloncesto puede transmitir, y hablo de todo el baloncesto, no del baloncesto de la selección, sino de todo el baloncesto. Me da la impresión de que hay gente que quiere que compitamos con otro deporte, que es el fútbol, y nosotros no tenemos que competir con nadie, sino estar muy atentos a hacer nuestro trabajo bien. Tenemos la responsabilidad al estar acercándose gente al baloncesto, y hay que hacer que la gente se divierta y vea que es un deporte atractivo, que las chavalas y los chavales que jueguen estén cómodos, bien atendidos, que se sientan bien en este deporte independientemente de hasta dónde lleguen. El baloncesto no se mide única y exclusivamente por audiencias televisivas.

Dijiste también que baloncesto “equivale a educación, generosidad, solidaridad, trabajo en equipo, talante y tolerancia”. ¿Crees que son valores que socialmente se están transmitiendo?

Yo creo que el deporte es un medio más para transmitir valores, siempre he dicho que si un entrenador enseña sólo técnica y táctica es muy pobre, no es suficiente. Por eso debemos ser cada vez más tutores. Creo que a partir de ahí podemos hablar de añadir comportamientos sociales. Esto es una posibilidad más. Por ejemplo, ayer en el chiste de Forges una niña le decía a un niño en el patio del colegio: “Yo, cuando sea mayor, voy a ser pacifista” y el niño pregunta: “y eso, ¿dónde se estudia?”. “En casa”, sentencia la niña. En casa se aprenden cosas, en el deporte otras, o las mismas, por qué no. Todo está en contacto con la sociedad, cualquier momento o cualquier situación es buena para transmitir valores que nos hagan ser un poco mejores como personas. Más tolerantes, más generosos, más solidarios, etc.

Foto: Fran Panadero.

¿Cuál es el baloncesto que le gusta a Pepu?

Me gusta un baloncesto por supuesto técnico, con tácticas, pero una vez superado eso, lo que me gusta es el baloncesto de las sensaciones, de la sensibilidad. Donde el jugador o jugadora transmite todo lo que sabe. Que no sea un robot ni una maquinita. Que sepa hacer cosas y no parezca un guión totalmente preestablecido, porque creo que se nota inmediatamente. El aficionado quiere improvisación, genialidad, velocidad, poca racanería. El espectador quiere eso, y nosotros, la gente del baloncesto, queremos divertirnos de esa forma; creo que es mejor así.

¿Echas de menos un baloncesto más cotidiano, más de a pie, más de club...?

Yo ya dije que cuando entré en la selección no iba a trabajar a corto plazo, al ritmo de las competiciones. Bueno, lo tengo presente porque sé que es lo que se espera de mí, pero a mí me gusta trabajar a medio y largo plazo. Ver las posibilidades y las proyecciones que hay independientemente del tiempo que esté en la selección, donde me encuentro muy bien. Pero también es cierto que en un momento determinado podría echar de menos el baloncesto de competición diaria. La verdad es que no sé exactamente qué voy a hacer en el futuro.

¿Y el Estudiantes, se echa de menos?

Sí. Echo de menos todo. Porque cómo no voy a echar de menos con todo el tiempo que he estado trabajando en Estudiantes, pero así son las circunstancias. La decisión de dejar Estudiantes fue mía. Afortunadamente, bien o mal, es una decisión personal, de la que no me arrepiento. Pero sí echo de menos determinadas cosas, bueno, yo creo que a eso estamos acostumbrados todos.

¿Cuáles fueron las experiencias positivas de este Mundial, aparte de las más evidentes?

Yo no he cambiado, creo que sería un error si pensáramos que hemos llegado a algún sitio. Hemos empezado una nueva etapa, y muy bien. No sé si se esperaba o no pero evidentemente nosotros estamos encantados. Lo mejor es que el éxito ha sido muy bien acogido, hay muchísima ilusión tanto antes como después del campeonato, hay mucho agradecimiento y lo único que creo es que no tenemos que cambiar mucho, ser los mismos, ser gente que quiere hacer un buen baloncesto, que quiere mantener los valores que se han ido transmitiendo. Y si sumamos determinadas actuaciones, tanto individuales como colectivas, es posible que en un futuro volvamos a tener un premio importante. Debemos trabajar desde la tranquilidad, la humildad y la normalidad.

¿Cómo se consigue que conecten jugadores que ganan una fortuna, metidos en un sistema que les idolatra más como estrellas publicitarias?

No cuenta, cuando entrenas no cuenta absolutamente nada lo que cobras o lo que dejas de ganar. Sólo cuenta tu capacidad de entregarte al grupo, tu capacidad de apoyar, de formar parte de un proyecto. Es verdad que hay gente que no es así, pero también hay gente que conecta, que se siente bien trabajando al lado de otros y no piensa sólo en sí mismo. Como yo digo, cuando no hay más remedio pues se aplica la profesionalidad. Pero yo esto lo pongo en el ámbito del ‘tener que’, lo del ‘querer’ es otra cosa. Y yo creo que el ‘querer’ es mucho más divertido, querer hacer las cosas es mucho mejor, se hace con más facilidad, no te cuesta tanto esfuerzo. En ese aspecto hemos tenido una fortuna muy grande porque el grupo es muy especial, el grupo por el objetivo común está dispuesto a sacrificarse individualmente y eso es muy de agradecer.

Para terminar, ¿cuáles son, para ti, los placeres de la vida?

Los placeres de la vida para mí son muy sencillos. Estar con mis amigos, estar con mi familia un día entero, que últimamente no he tenido muchos. Pero ahora mismo es muy difícil no tener obligaciones muy directas. Ya digo, el estar con los amigos, una buena lectura, charlar y, por supuesto, hablar de baloncesto. Me gusta muchísimo hablar de baloncesto. Y no sólo de cuestiones técnicas o tácticas, de todo lo que rodea al baloncesto. Ya sé que muchas veces charlando no se arreglan las cosas, pero mira, alguna vez surge una idea, una línea a seguir y yo creo que en eso tenemos que estar.

jueves, 1 de septiembre de 2011

La incógnita de Lituania

Hace ahora exactamente cinco años la selección de baloncesto logró su mayor éxito deportivo. El Mundial de Japón supuso la consolidación de un grupo de jugadores que ha trasformado la visión que hasta entonces se tenía sobre la participación de selecciones españolas en campeonatos internacionales.


Aquella victoria fue anterior al fenómeno futbolero de la Roja, y abrió el tarro de las esencias de la calidad combinada con el buen juego, algo no siempre habitual en el deporte. Desde entonces hasta ahora la selección de baloncesto ganó una medalla de plata en un Eurobasket celebrado un año después en Madrid; otra medalla de plata en las Olimpiadas de Pekín 2008, en una final que supuso uno de los partidos más memorables de baloncesto de todos los tiempos; una medalla de oro en el Eurobasket de Polonia celebrado en el 2009; y un sexto puesto en el Mundial celebrado el año pasado en Turquía.

Desde aquel día en el Saitama Super Arena de Japón tres entrenadores han dirigido al equipo en el banquillo: Pepu Hernández, Aito García Reneses, y, tras las Olimpiadas de Pekín y hasta el día de hoy, Sergio Scariolo. Aunque cada uno ha tenido su estilo, lo cierto es que la selección no ha recuperado la frescura que tuvo en aquella experiencia asiática, pero sí ha demostrado tener una plantilla con suficientes garantías para aspirar siempre a lo máximo en las competiciones que ha disputado.

Los Gasol, Navarro, Rudy Fernández, Calderón, Ricky Rubio y Felipe Reyes forman un septeto de calidad impresionante. Si además sumamos la incorporación del pívot nacionalizado por la vía de un Consejo de Ministros, Serge Ibaka, el poderío es incontestable. Salvo Felipe, el resto juega o ha jugado en la NBA, un dato impensable no hace tanto tiempo. Pero que las piezas sean de lujo no te asegura que el resultado sea el esperado.

Ocurrió en la última cita, en el Mundial de Turquía, cuando un triple desde nueve metros del base serbio Milos Teodosic dejó al descubierto algunas de las vergüenzas del equipo español, relegando al equipo que partía como favorito a una plaza menor.

Como ocurrió en el torneo de Japón, en Lituania participarán 24 equipos, esta vez sólo continentales. Una competición más abierta de lo habitual, en la que alcanzar un ritmo de juego estable cuanto antes puede ser requisito necesario para que los equipos logren el premio de clasificarse para los Juegos Olímpicos de Londres 2012. Un privilegio que sólo tendrán asegurado los dos primeros equipos del campeonato, y que ha supuesto que para este Eurobasket muchos europeos en la NBA se hayan animado a participar. Nunca antes tantos jugadores de la liga estadounidense participaron en un torneo europeo, algo a lo que probablemente también ha contribuido el lockout que soporta la liga que dirige David Stern.

La anfitriona, junto con Francia, Turquía, Serbia, Rusia, además de España, parten como favoritas. Grecia, Alemania, e Italia son equipos que habrá que tener en cuenta, y hay un numeroso pelotón que puede dar la sorpresa amparado en un anonimato que los beneficia. Todo dependerá de cómo se vayan resolviendo los cruces de la competición a partir de que empiece la fase final del campeonato. La selección de Scariolo será probablemente la que muestre un juego interior más sólido, pero la tradición europea de artillería fina desde el tiro exterior puede dar algún susto a cualquiera.

Sea como fuere hay un dato incontestable, la selección es el equipo con mejor palmarés de la última década en Europa, tiene un grupo experimentado en competiciones internacionales, y tiene la necesidad perentoria de clasificarse por la vía directa a las Olimpiadas. Motivos suficientes para creer que puede sumarse al carro de éxitos que lleva acumulando la Federación Española de Baloncesto durante todo el verano, nada menos que siete medallas en diferentes campeonatos de formación.

Una de las dudas que genera el equipo de Scariolo es saber si los jugadores actúan en sintonía con el entrenador, un asunto que se puso en cuestión durante el anterior Europeo de Polonia –en el que, tras una primera fase desastrosa, los jugadores hicieron una reclamación a favor de una mayor libertad en el juego, acabando el campeonato con la medalla de oro colgada al cuello–, y si han desaparecido los efectos de la eliminación en Turquía.

La otra incógnita será saber si se puede recuperar a toda la masa de aficionados que se ilusionaron con las sensaciones que transmitió el equipo que dirigía Pepu en Japón, aquel que hizo de la humildad y la cooperación una de sus mejores armas competitivas. Algo que casa mal con las excesivas expectativas mediáticas y las etiquetas rimbombantes. En definitiva, lo que falta por saber es qué versión del equipo veremos en Lituania.

PD: Este artículo lo he publicado a modo de previa en el periódico Diagonal, antes de disputarse el primer partido contra Polonia, con el título de El Eurobasket de las incógnitas.

jueves, 27 de mayo de 2010

El que fa la Penya... 80 anys!!

En 1930, un grupo de amigos -Lloret, Estruch, Massot, Cuixart, Corominas y Boada- crearon la Penya Spirit of Badalona, un club donde practicar diversos deportes: ciclismo, baloncesto, tenis de mesa, y fútbol principalmente.

Muchos años después, en el año 1994, Corney Thompson, el enorme pivot de La Penya, con un sobrepeso que lo convertía en un poste inamovible, enchufaba un triple que podía significar un triunfo histórico. En el pabellón La Mano de Elías de Tel Avid, se enfrentaban el Joventut de Badalona y el Olympiacos griego. Los griegos intentaron igualar el choque a falta de varios segundos, sin conseguir su objetivo. El triple del jugador norteamericano significaría el triunfo del equipo verdinegro, el primer gran titulo europeo de un equipo catalán, la Euroliga. El periodista Ramón Trecet, que retransmitía el encuentro para TVE, tras señalar que “el sueño se ha cumplido”, despedía la conexión recitando un párrafo de El Principito.

El triple de Thompson para el 59-57 definitivo.

El título llegaba en una de las etapas más felices del club, que, como ocurre en muchas casos, se reivindicaba a la sombra de un vecino poderoso, en éste caso el F.C. Barcelona. Lluís Conesa fue el presidente desde 1982 hasta 1995, la época en que en la plantilla estuvieron algunos de los nombres más ilustres de la historia del equipo, como Jordi Villacampa, José Antonio Montero, Rafael Jofresa, Josep Maria Margall, Ferran Martínez, o Mike Smith, entre otros.

Pero La Penya, que en 1939 cambió su nombre por el de Joventut de Badalona, aunque siguió siendo conocido por los aficionados por su nombre original, es mucho más que aquél partido y aquella etapa. Desde los años '40 su dedicación al baloncesto ha sido total. Es uno de los únicos tres clubes de España que siempre ha jugado en la máxima categoría del baloncesto -junto a Real Madrid y Estudiantes- desde que se creara una competición a nivel nacional en 1955. Y uno de los pocos que fundamenta su estructura y su proyección en la cantera.

Fue en 1973 cuando el Joventut fundó la Escola de Bàsquet, una referencia europea en cuanto a la detección de talentos y la formación de jugadores. Comentaba hace poco Pepu Hernández, actual entrenador del primer equipo que “Badalona es una ciudad que vive el baloncesto”. El cuidado y la dedicación del baloncesto de formación ha dado grandes réditos, y éxitos, a un club modesto que siempre ha estado en la primera línea del deporte de la canasta,y de cuyas canchas han surgido nombres propios como: Villacampa (actual presidente), Rafa Jofresa, José Antonio Montero, Raül Lòpez, Àlex Mumbrú, Rudy Fernandez, Ricky Rubio, Pau Ribas, Sergi Vidal, Albert Miralles, Albert Oliver, Roger Grimau, o las actuales promesas, que ya están en la plantilla del equipo ACB, Pere Tomàs, y Josep Franch. “Nuestra filosofía de club es la de fomentar la cantera, el primer equipo se nutre de los equipos inferiores mayoritariamente” ha declarado Jordi Villacampa en diversas ocasiones. Una lógica que ha perdurado a lo largo de los años.


Por el banquillo verdinegro también han pasado buena parte de las referencias del baloncesto europeo en cuanto a entrenadores: además del propio Pepu, Eduard Kucharski, Manel Comas, Aíto García Reneses, Alfred Julbe, Herb Brown, Lolo Saínz, o Zeljko Obradovic, entre otros, han marcado la identidad del juego, con excelentes resultados.

El aniversario no le ha llegado en el mejor momento deportivo al club de Badalona. La salida de algunas de sus referencias de los últimas temporadas, como Ricky Rubio y Rudy Fernández, hace que estén en un momento de reconstrucción del grupo, además de la dificultad que supone el mantener un equipo siempre en primera línea. "La enorme profesionalización del baloncesto hace que para una entidad como la nuestra y con recursos como los nuestros sea muy complicado mantener los niveles que deseamos", señalaban en el comunicado del club sobre el aniversario, y añadían, “pero hay que seguir mirando con fuerza hacia adelante”.

Seguramente si aquellos seis amigos que, siendo adolescentes en 1930 decidieron crear un club deportivo miraran lo conseguido en estos 80 años (una Copa de Europa, dos Copas Korać, una Copa ULEB, cuatro Ligas -dos en la etapa ACB-, ocho Copas del Rey, once Ligas Catalanas), y su ciudad volcada con el baloncesto, se sorprenderían. Quizá ni el bueno de Corney Thompson, con su tremendo trasero y sus litros de sudor por partido, sabía que con aquella canasta en La Mano de Elías estaba escribiendo parte de la historia de un club increíble.

PD1: Éste artículo sale publicado en el número 127 del periódico Diagonal.

PD2: 80 años daría para hablar mucho más, es sólo una pequeña muestra. Me gustaría dedicar éste post a una aficionada de la penya que no conocí, pero que muchos seguidores del baloncesto y amig@s quieren per sempre: Amanda Castell.

jueves, 6 de mayo de 2010

Arizona Baby (Los Suns)

Phoenix Suns se ha convertido en una de las grandes noticias de estos play off. No sólo por el juego que están desplegando en la cancha, donde tras vencer a Portland están dejando en cuadro a los San Antonio Spurs (2-0), sino también por llevar la reivindicación política a una cancha de juego. Algo poco habitual en el deporte profesional.

The Grand Canyon State es uno de los Estados donde todavía residen buena parte de los nativos americanos que sobrevivieron a la llegada masiva y colonizadora de los europeos hace varios siglos. Aquellos que eran los dueños de la tierra antes de que oleadas de aventureros del viejo continente llegaran al Estado del desierto, los cactus, y los yacimientos de cobre.


En Arizona los hermanos Cohen rodaron una de sus mejores películas de su extensa filmografía: Arizona Baby (Raising Arizona, 1987). Para la oficial de policía Edwina (Holly Hunter) la prioridad ahora no sería dedicar tiempo a su desastroso marido H.I. McDonnough (Nicholas Cage), siguiendo sus pequeños delitos. Hoy en Arizona los que están en el punto de mira de las autoridades son los inmigrantes, y la polémica 'Arizona Bill'.

“La ley de inmigración refrendada por la gobernadora republicana de Arizona, que convierte en delito estatal la inmigración ilegal y otorga a la policía del Estado la potestad de interrogar, exigir papeles y arrestar a personas "razonablemente sospechosas" de permanecer ilegalmente en su territorio, ha abierto la caja de los truenos en Estados Unidos. La oposición al nuevo y retrógrado texto incluye ya peticiones de boicot turístico al Estado del Gran Cañón. Arizona, fronterizo con México, es un Estado en el que trabajan ilegalmente quizá medio millón de hispanos, la mayoría mexicanos. No le resultará por tanto muy difícil a su policía aplicar a ojo los nuevos y amplios poderes”. Así lo contaba el editorial del diario El País el pasado 30 de abril.

Frente a esta ley son muchas las voces que se han manifestado en contra. No sólo de la comunidad latina. El propio gobierno federal, y grupos activistas por los derechos civiles de las minorías, han expresado su preocupación por una medida que supone una limitación evidente de la libertad de circulación. La sorpresa ha llegado cuando la franquicia de la capital del Estado, Phoenix Suns, ha reivindicado su oposición a la ley en una cancha de baloncesto.

La iniciativa surgió de Robert Sarver, dueño del equipo. “El resultado de aprobar la ley es que nuestros principios fundamentales de igualdad y protección bajo el amparo de la ley ahora están siendo puestos en entredicho”, ha declarado Sarver, que propuso a los jugadores llevar en el partido del pasado 5 de mayo frente a San Antonio Spurs, en la camiseta de juego, la leyenda “Los Suns”, en lugar de sólo “Suns”. Para el propietario se busca “honrar a nuestra comunidad latina y la diversidad de nuestra liga, el estado de Arizona y nuestra nación”.


La fecha elegida tampoco es casual. El 5 de mayo es una fecha mítica para la comunidad mexicana. Ese día se celebra la batalla de 1862 en la que el ejército mexicano venció al ejército francés en Puebla. Sarver que nació y creció en la otra gran ciudad del estado, Tucson, calificó a la ley de “defectuosa” y recuperó para el encuentro una iniciativa de la propia liga, la equipación de la Noche Latina que se celebra durante la fase regular.

Los jugadores aprobaron la propuesta, y Steve Nash, el base canadiense y referente mediático del equipo de Phoneix, declaró: “La ley es muy equivocada. Por desgracia va en detrimento de nuestra sociedad y nuestras libertades civiles y creo que es muy importante para nosotros defender lo que que creemos”, incluso el General Manager, Steve Kerr, señaló: “Mucha gente pensará que no es nuestro trabajo meternos en política, pero creemos que estamos en el ojo de la opinión pública y que es importante alzar la voz".

La propuesta puede extenderse más allá de Los Suns. La polémica ya ha alcanzado algún partido en que los Diamondbacks de Arizona han jugado como visitantes en las Grandes Ligas de béisbol. El reverendo Jesse Jackson incluso pidió que se cambie de ubicación el próximo All Star de esta competición, que se disputaría en Phoneix.

Ahora la serie entre Suns y Spurs se traslada al AT&T Center, de San Antonio, donde también está previsto que se haga algún tipo de manifestación contra una ley que algunos políticos de Texas quieren copiar. Por lo pronto Gregg Popovich, el entrenador del equipo texano donde juega uno de los principales iconos latinos de la NBA, Manu Ginobili, ya ha manifestado que la iniciativa de sus rivales le parece “una idea maravillosa”.

PD1: Parece que la camiseta de Los Suns se ha convertido en símbolo de la lucha por los derechos de los inmigrantes en Arizona, según cuenta Quique Peinado en Marca.

PD2: Éste artículo se ha publicado en la versión digital del periódico Diagonal, y parece que en breve también estará colgado en basketamericano.com

viernes, 30 de abril de 2010

El gran Beto Cabrera

Beto empezó en el baloncesto porque en la época nos hacían una prueba en muchos clubes de la ciudad, se buscaba un semillero, y si tenías interés te captaban. Estudiantes tenía pileta (piscina) y nos empezamos a acercar más allí. Él empezó pronto a agarrarse al básquet, era una persona muy introvertida, y se tomaba todo muy en serio, con mucha responsabilidad”,

Edgardo S., amigo de infancia en la Escuela 34 de Beto Cabrera, en Bahía Blanca (Argentina)



Escribir de baloncesto es una satisfacción cuando tienes la suerte de encontrar una buena historia. Gracias a Edgardo S. hace tiempo escribí para Diagonal un artículo sobre Mandrake Cabrera (1945-2000), un jugador mítico en la historia del básquetbol argentino.

En ese artículo, que también colgué en el blog, hablaba Edgardo S. de su trayectoria personal y del país, en paralelo a la del mejor jugador de su generación. Otros bahienses, como Pancho Jasen, Pedro Bonofiglio, y Diego Martínez participan del artículo.

“A mí una amiga me preguntó por la calle si sabía que estaba en una lista. A partir de ahí pensé en que tenía que marcharme con mi familia si quería salvar la vida”, cuenta Edgardo, militante entonces del peronismo de base que marchó al exilio. “Bahía Blanca no es una ciudad muy grande. Allí conseguir un compañero de básquet era fácil, pero conseguir un compañero de militancia era realmente difícil. Me alegra saber que el baloncesto sirvió para que algunos chicos se salvaran, para que dentro de aquella generación algunos encontraran en el deporte una vida que para otros muchos supuso exilio, ser detenidos o desaparecidos

Ahora sale la película sobre Alberto Beto Cabrera, y en las imágenes de archivo también está Edgardo S., compañero de infancia en la Escuela 34.

PD1: Por supuesto recomiendo la relectura de aquél artículo.Aquí,de nuevo, el enlace. Un abrazo a Edgardo S., mi vecino y amigo.

PD2: El Sputnik Basket Time de ayer espero que el lunes pueda estar colgado en el blog. Otro argentino anda en el asunto. Gracias.

viernes, 5 de marzo de 2010

Pepu en el Joventut

Desgraciadamente este año no veremos a Pepu en un banquillo del Madrid Arena, a no ser que nos crucemos con el Joventut en play-off, lo que supondría una ecuación muy improbable. Lo que es seguro es que verle en un banquillo de un equipo que no sea el Estudiantes volverá a ser tan extraño como cuando cogió las riendas de la selección.


Aquella designación resultaba socialmente simpática. Por primera vez dirigía el equipo nacional un tipo que hacia de la humildad su seña de identidad. Recuerdo ver una entrevista que le hacían en Japón, mucho antes de la final, en la que le preguntaban qué era lo que más echaba en falta de España. Pepu dijo: "poder leer El País todos los días". A uno le puede gustar más o menos ese periódico, pero es mejor que tener morriña del MARCA o el Gran Hermano, por poner dos ejemplos de masificación social ibérica. La última vez que le ví fue en la MiniCopa de Bilbao, y llevaba un ejemplar de "el periódico global" bajo el brazo.

Después del éxito de Japón, y antes del europeo de Madrid, le hice una entrevista para Diagonal, entonces decía:

"Dije que íbamos a hablar de baloncesto y lo dije sobre todo en el sentido de la cantidad de valores que puede transmitir este deporte, y creo que es lo que más ha llamado la atención este verano por el trabajo de la selección, por un grupo de jugadores que ha actuado de una forma natural, y yo creo que ha habido algo más que querer ganar. Por eso digo que hay una serie de valores que el deporte del baloncesto puede transmitir, y hablo de todo el baloncesto, no del baloncesto de la selección, sino de todo el baloncesto. Me da la impresión de que hay gente que quiere que compitamos con otro deporte, que es el fútbol, y nosotros no tenemos que competir con nadie, sino estar muy atentos a hacer nuestro trabajo bien. Tenemos la responsabilidad al estar acercándose gente al baloncesto, y hay que hacer que la gente se divierta y vea que es un deporte atractivo, que las chavalas y los chavales que jueguen estén cómodos, bien atendidos, que se sientan bien en este deporte independientemente de hasta dónde lleguen. El baloncesto no se mide única y exclusivamente por audiencias televisivas".

La primera vez que ví a Pepu yo estaba entrenando en La Nevera. Él entonces era el coordinador de cantera en el Estu, creo recordar, y yo un chavalin que empezaba a jugar. Gracias a él, y los entrenadores que tuve (entre otras cosas), ahora soy yo el que entrena a chavales en La Nevera. Y trato de hacer lo que Pepu comentaba.

Le deseo lo mejor en La Penya, y me alegro de que volvamos a contar con un entrenador, y una persona, imprescindible en nuestro baloncesto.

martes, 2 de febrero de 2010

Arenas Bullets, entre la realidad y la ficción.

El pasado 24 de diciembre, Gilbert Arenas, jugador de la NBA, apuntó con una pistola a la rodilla recién operada de su compañero de equipo Javaris Crittenton. Una situación que provocó el pánico en el vestuario de los Washington Wizards. Arenas, suspendido tras el incidente de la competición, simboliza el difícil transito entre el playground y la fama millonaria.


Los Washington Wizards eran conocidos hasta el año 1997 como Bullets. La Magia sustituyo a las Balas, como apellido de la franquicia de la capital de EEUU. Abe Pollin, el ex dueño de la franquicia que falleció el pasado noviembre a la edad de 85 años, consideró que en una ciudad con altos índices de violencia no era conveniente promover el imaginario de las armas desde el equipo de baloncesto. Washington es la octava más grande de EE.UU. con más de 5 millones de residentes, y el área metropolitana que forma junto a la cercana Baltimore tiene una población que excede los 8 millones. Entre 1963 y 1972 la franquicia estuvo instalada en Baltimore, pero, como ocurre con frecuencia en la NBA, el equipo se trasladó a un destino como mayor proyección.

The Wire es una serie de éxito con un protagonismo original, una visión realista de la vida en Baltimore. Muchos de sus personajes se basan en personajes reales y varios actores secundarios son amateurs que interpretan su propia realidad. En el número 117 de DIAGONAL se refería a The Wire como una muestra de “el fracaso del ideal de la igualdad de oportunidades en la educación; y la farsa de unos medios de comunicación más preocupados por las ventas y los beneficios que por la información”.


Gilbert Arenas (nacido el 6 de enero de 1982 en Tampa, Florida) podría ser un personaje más de la serie. Arenas siempre ha vivido con un pie en la realidad y otro en la ficción. Su madre quedó embarazada del futuro jugador siendo adolescente. Como ella tenía recurrentes problemas con la policía, Gilbert se crió en un hogar de acogida. Un par de años después su padre se hizo cargo del chico. El padre pasó de prometedor jugador de fútbol en la universidad, a ganarse la vida como actor de medio pelo. Se dejó ver en los dos primeros capítulos de Miami Vice y luego, tras trasladarse con su hijo a Los Ángeles, en pequeños papeles para Hollywood. Nada especialmente reseñable. Mientras,Gilbert Jr. empezaba a engancharse al baloncesto en los playgrounds de California.

No tuvo nunca las cosas fáciles, y pocos creían en él. El número 0 en su camiseta, se debe a que, en su época de high school, su entrenador le dijo que iba a jugar 0 minutos. No fue la última vez que se chocaría contra el muro de la desconfianza. La prestigiosa universidad de California (UCLA) no lo admitió porque “dudaba de su actitud y su rendimiento académico”, y finalmente marchó a Arizona, donde haría muy buenos números. Cuando aún le restaban dos años para terminar su ciclo universitario, decidió dar el salto a la NBA. En el draft de 2001 Arenas fue elegido en 2ª ronda por Golden State Warriors, una elección muy inferior a su rendimiento. Aún así supo reivindicarse como jugador. Su entrenador no contaba con él, pero terminó su primera temporada de titular. Ese año Gilbert acudía cada noche al pabellón de entrenamiento del equipo a ejercitarse. En 2003 ficharía por Washington convertído ya en una referencia de la NBA. Comenzó a sonreírle la suerte y figurar como una de las estrellas de la liga. En 2003, Arenas, recibió el premio al Jugador con mayor progresión de la NBA, y ha sido All-Star en tres ocasiones (de 2005 a 2007), en otras tantas fue elegido en los Mejores Quintetos de la liga.

Su suerte volvió a cambiar el pasado 24 de diciembre, Arenas y Crittenton, base suplente del equipo, se fueron calentando en el vestuario del Veriton Center, el estadio de los Washington Wizards. Unos días antes habían tenido una discusión por una partida de cartas. En el vestuario de los Wizards,Arenas decidió retomar el asunto. Ante el asombro y el pánico de sus compañeros, el bueno de Gilbert sacó de su taquilla una pistola, hizo como que la cargaba, y apuntó a su compañero de equipo. Crittenton también sacó un arma.

En la taquilla de Gilbert Arenas se encontraron cuatro armas sin munición. Arenas se tomó en un principio el asunto con ligereza, bromeó sobre su parecido con John Wayne, y pocos días después, en el partido que les enfrentaba a Filadelfia, realizó de forma irónica el gesto de disparar con las manos a sus compañeros durante el calentamiento. A David Stern, máximo dirigente de la NBA, lo ocurrido no le hizo ninguna gracia y retiró al jugador de la competición de forma indefinida. El mechandaising con su imagen desapareció de los expositores de la franquicia. Arenas se podría enfrentar a una condena de cinco años de cárcel. No tenía licencia para tener armas y en las normas de la NBA no se permite su posesión en los vestuarios. Pasados unos días Arenas reconoció publicamente un error, que podía significar el portazo definitivo a su carrera.


Mientras llega la fecha del juicio, Arenas y Crittenton han sido apartados del equipo por lo que resta de temporada. Según Stren “ambos han expresado arrepentimiento por sus acciones y la compresión de la gravedad de sus transgresiones”, además de comprometerse a “hacer trabajos comunitarios y convertir las lecciones aprendidas en un mensaje educativo para los demás”.

En EEUU mueren al año cerca de 40000 personas por armas de fuego. Gilbert Arenas cruzó la línea entre la ficción y la realidad, y fue declarado el malo de la película. Los medios de comunicación le crucificaron rápidamente, pero pocos consideraron que su actitud tenía que ver con unas circunstancias que nunca le fueron favorables, y que él interpretó el papel que siempre le habían asignado.

PD1: Mucho se ha publicado sobre el asunto Arenas. Yo me atrevo a recomendar varios artículos que he leído. Por un lado el del blog de Pirrimarzon, y el debate que suscitó en los comentarios; por otro el de David Alandete en El País del pasado 8 de enero; el de Antoni Daimiel en su blog; y, especialmente, el de David Carro en la Revista Gigantes nº1263.

PD2: Éste artículo saldrá publicado, parcialmente, en el número 119 del periódico Diagonal.

martes, 10 de noviembre de 2009

El Eurobasket del rey Faruq I

En 1949 Egipto acogió la sexta edición del Eurobasket. El campeonato, que tendría que haberse celebrado en la Unión Soviética, se trasladó a África. El Rey Faruq I saboreó la miel de conquistar Europa.

La organización de un campeonato europeo de baloncesto correspondía al ganador del último torneo. La anterior convocatoria, celebrada en Checoslovaquia en 1947, había finalizado con la victoria de la Unión Soviética frente a la selección anfitriona. Pero la URSS de Stalin se negó a recoger el testigo. Los checos, a su vez, no estaban dispuestos a repetir. Así la suerte fue para el tercer clasificado, Egipto, que acogió la posibilidad gustosa.

Faruq I, 'el ladrón de El Cairo'

Egipto era miembro de la FIBA, como federación independiente, desde el año 1934. La Federación Internacional de Baloncesto (FIBA) había decidido, unos años antes, que los países de la cuenca del Mediterráneo fueran adscritos a Europa, por la falta de federaciones africanas, la cercanía geográfica y la dificultad de los desplazamientos en ese continente.

La fecha elegida para la competición fue entre el 15 y el 22 de mayo en El Cairo. Sin embargo, el cuatro de ese mes se producía la catástrofe de Superga. El Torino, el mejor equipo italiano de fútbol del momento, admirado por su juego ofensivo, y que en seis años no había perdido un solo partido en su estadio, regresaba de jugar un partido en Lisboa. En la maniobra de aterrizaje, el avión enfiló hacia el monte Superga de Turín, rozó la torre de una iglesia y se estrelló. Todo el equipo de Il Gran Torino falleció en el accidente. La selección italiana de baloncesto, que había participado en todos los torneos anteriores, renunció de inmediato a viajar a El Cairo. A su vez, varios países negaron su asistencia, alegando el peligro que suponía el desplazamiento. La catástrofe había tenido un impacto muy fuerte. Finalmente siete equipos participaron, frente a los catorce de la anterior edición. Sólo cuatro de Europa, que incluía a Turquía para las competiciones deportivas internacionales.

Los equipos que confirmaron su presencia fueron Francia, Holanda, la propia Turquía, Grecia, Líbano y Siria, además de Egipto. Excepto la primera, el resto tenían poco peso como combinados de basket. Únicamente tres de las selecciones habían disputado antes un campeonato continental. Había también razones políticas detrás de la no participación de algunos países. En aquel entonces Egipto estaba en conflicto con Gran Bretaña por el intento de recuperar el dominio y control del Canal de Suez. El canal, que había sido construido por Francia y Egipto en 1869, era un enlace fundamental entre Gran Bretaña y la India, la que fuera su colonia más importante. Los británicos compraron en 1875 su participación al Gobierno egipcio, y dominaban una ruta que más tarde sería la principal vía de transporte de petróleo desde el Golfo Pérsico a Europa.

El ladrón de El Cairo

Las canchas donde se disputarían los partidos estaban construidas al aire libre, a pocos metros de las pirámides. La posible presencia del rey Faruq en uno de los primeros encuentros desató una paranoia de seguridad de la que no se libraron los equipos participantes. No asistió. Pero subrayaba la evidencia del temor a un posible atentado. El rey no gozaba de mucha simpatía. Coronado en 1936, cuando sólo tenía 16 años, durante la II Guerra Mundial su ostentoso modo de vida fue objeto de críticas, especialmente durante los bombardeos italianos de Alejandría, cuando su lujosa residencia permanecía perfectamente iluminada a pesar de los ataques al resto de la ciudad. Faruq I era conocido como ‘el ladrón de El Cairo’, por su cleptomanía. Se decía que había robado durante sus visitas al exterior un sable al Sha de Persia, e incluso un reloj al mismísimo Winston Churchill.

En el partido final, un día muy caluroso y abarrotado de aficionados, Egipto, entrenada por el italiano Carmine ‘Nello’ Paratore, lograría vencer a Francia por una abultada diferencia (57-36). El combinado galo, con el gran Robert Busnel en sus filas, achacaría la derrota al exceso de sol, así como a la presión del público. Grecia se llevaría el bronce, su único logro hasta el oro continental de Atenas en 1987, y aportaría al máximo anotador, Fedon Mattheou. El mejor jugador del campeonato sería el turco Ozturk. FIBA Europa lo consideró más tarde como “el campeonato más flojo de la historia”. Francia como subcampeona organizaría el siguiente torneo, al que los egipcios se negarían a asistir todavía molestos por las ausencias en su campeonato.

Francia contra Checoslovaquia en 1951

Pocos años después, en 1952, Faruq I fue depuesto tras un golpe de Estado promovido por el Movimiento de los Oficiales Libres, encabezado por Gamal Abdel Nasser que, como presidente del país, nacionalizaría el Canal y sería uno de los cabecillas del llamado neutralismo positivo, o movimiento de los países no alineados. En 1961 se crearía FIBA África, siendo Egipto uno de los países fundadores, junto con Marruecos, Etiopía, Sudán, Togo, Rodesia del Norte (actual Zambia), Sierra Leona, Ghana, Guinea, Libia, Mali y Alto Volta (actual Burkina Faso).

Faruq, desde su exilio de lujo en Mónaco rodeado de tesoros propios y ajenos, recordaría siempre el día en que Egipto conquistó Europa.

PD: Este artículo lo he publicado en el nº112 del periódico Diagonal.

viernes, 3 de julio de 2009

Semana Negra y Criminal

Se acerca el verano y se multiplican los planes. Yo dejaré de escribir en el blog durante un tiempo, marcho fuera de Madrid a trabajar y no tendré casi acceso al ordenador. Eso sí intentaré pasarme por La Semana Negra de Gijón, un evento que empezó como un proyecto minoritario, y que hoy pasa a ser uno de los festivales literarios de referencia. Parada obligatoria para los amantes del género criminal y policíaco. A pocos días de su inicio, entrevisto a Paco Ignacio Taibo II (PIT II), novelista asturmexicano y auténtico cerebro de la Semana. Publico aquí una parte de la conversación. El resto, más extenso, con reflexiones sobre la situación latinoamericana, la literatura y la política se publicará en el número 108 de DIAGONAL, que saldrá a la calle el próximo 3 de septiembre.


SBB: ¿Cuáles son las características de la Semana de este año? Parece que recupera su esencia más canalla...
PITII: La novela negra te permite, y lo hemos usado desde la primera edición, fusionar temas que vinculan lo criminal con lo social. Ocurre que este año nos vamos a fijar más en el crimen de guante blanco, en explorar ese mundo. Pero la Semana es poliédrica, no tiene tema único, y hacer girar a 140 escritores y 200 mesas redondas entorno a varios temas. Los ejes de este año son en primer lugar ese que detectabas, en segundo una discusión de la historia desde el punto de vista de los historiadores y de los narradores, en la que estamos incorporando por primera vez historiadores, y como tercer gran tema la generación que ha surgido de escritores de ciencia ficción en España.

SBB: El año pasado, en los debates de la Semana, Vida y Destino de Vasili Grossman acaparó buena parte de las discusiones, y algún escritor lo incluyó como un formato de novela negra histórica...
PITII: De Grossman curiosamente en la Semana Negra ya hablamos hace ocho años. En el momento que salió Vida y Destino ya conocíamos su novela previa que es El pueblo inmortal (1943), de la que sólo hay una edición cubana de los años '60, y que es la que le dió el premio Stalin, que le protegería durante un tiempo de los desmanes del stalinismo. Pero de Grossman lo que más nos interesaba era como aproximación a la novela histórica, y también como aproximación a lo que llamamos el periodismo narrativo, otro subgénero que nos atrae particularmente...

SBB: Este año no pasará desapercibido el fenómeno Millenium y la obra de Stieg Larsson.
PITII: La Semana Negra tocó el despertar de la novela nórdica en ediciones previas, cuando redescubrimos en España a Per Wahlöö, que me parece el maestro, junto con Maj Sjöwall.
El bestseller es un fenómeno muy efímero, pero lo cierto es que todavía no he podido leer las novelas de Larsson, y no puedo opinar. Me llegó su novela hace cuatro meses, justo en el momento en que yo empezaba a preparar a fondo la Semana, y está esperando en mi librería que termine todo esto.


SBB: Antes hablabas de “gusto por el periodismo narrativo”, y hay grandes ejemplos como Kapuściński, Mailer, o Capote. Crees que todavía existe esa raza de periodismo, en el que el periodista se movía en la límite de lo legal e ilegal, y que has tratado en varias de tus novelas.
PITII: Cada vez que dices que no, aparece uno. Prefiero decir que no abundan, y te lo digo desde la perspectiva del lector, cuando los encuentro soy un hombre feliz. Este es uno de los temas con los que la Semana Negra tiene una deuda. Yo creo que todavía tenemos deudas temáticas potentes. Una de ellas es esta, y la segunda es una revisión de dos literaturas de género que no hemos sido capaces de encontrar la columna vertebral para revisarlas y traerlas a Gijón, que es la novela bélica y el western.

SBB: ¿Cuál es el límite de la Semana Negra?.
PITII: Yo digo que un buen festival no tiene límites, y si los tiene es que es un mal festival. Si hemos decidido que la Semana es el gran festival de literatura de género que hay en estos momentos en el planeta, pues entonces hay que jugar fuerte, y no pedir menos que eso.


SBB: Una última curiosidad. En varias de tus novelas, como Cuatro manos o La bicicleta de Leonardo, hay varias referencias o historias alrededor del baloncesto...
PITII: Surgió así. Pero mi verdadera obsesión no es el baloncesto, sino el ciclismo. Algún día lograré escribir un libro en el que mezcle las crónicas de mi padre sobre la época de oro del ciclismo español -Bahamontes, Jesús Loroño Arteaga, o Miguel Poblet- con la historia de un jóven periodista, que era mi padre, que se dedicó al ciclismo porque era el único oxigeno que tenía en la España franquista. Y era la única manera de ver mundo, de poder comprar libros de izquierda en Toulouse, de viajar a París...

PD: Gracias a Rodri por el contacto, y a Marisa por la gestión de la entrevista.

miércoles, 10 de junio de 2009

El básquetbol, Bahía Blanca y el Mago Mandrake

Bahía Blanca es la ciudad emblema del baloncesto argentino. Mandrake Cabrera, Lito Fruet y De Lizaso representaron una generación de jugadores míticos, abanderando el despegue del deporte de la canasta en todo el país, que coincidiría con la etapa más oscura de la historia reciente de Argentina.

Alberto Pedro Cabrera, Beto o Mandrake, nació en Bahía Blanca el 16 de diciembre de 1945, y fue la figura más destacada de la llamada década de oro del baloncesto bahiense, comprendida entre 1967 y 1979. Un jugador no excesivamente alto, pero con una fortaleza e inteligencia en la cancha sorprendentes. Cabrera, fallecido en el 2000, da nombre a una de las avenidas principales de la ciudad, que con el tiempo se ha convertido en uno de los referentes del baloncesto mundial, por la cantidad de grandes jugadores y entrenadores que han nacido allí.

Beto o Mandrake, Cabrera

Beto empezó en el baloncesto porque en la época nos hacían una prueba en muchos clubes de la ciudad, se buscaba un semillero, y si tenías interés te captaban. Estudiantes tenía pileta (piscina) y nos empezamos a acercar más allí. Él empezó pronto a agarrarse al básquet, era una persona muy introvertida, y se tomaba todo muy en serio, con mucha responsabilidad”, relata para DIAGONAL. Edgardo S., compañero y amigo de infancia en la Escuela 34 de Beto Cabrera,

Todavía hoy Bahía Blanca sigue siendo referente de este deporte: “Hay 21 pabellones de básquet en una ciudad de 350.000 habitantes. Los chicos se vuelcan al baloncesto, les encanta, y es una ciudad que respira básquet. Hay que jugar bien porque la gente es muy crítica, y vive por el baloncesto. Nuestra tradición no es de jugadores muy grandes, pero sí de jugadores técnicamente buenos en posiciones perimetrales (exteriores), como Cabrera, Fruet, o más reciente, Manu Ginobili”. Lo cuenta Pancho Jasen, jugador actualmente de Estudiantes de Madrid, nacido en Bahía Blanca. Formado en la cantera del Club Alem y luego jugador del Estudiantes bahiense, el club de Cabrera. “Obviamente yo no lo pude ver jugar, pero todos dicen que es el mejor jugador que ha pasado, fue histórico. Ahora está Ginobili, que supera todo. Pero Mandrake marcó una época y es un héroe nacional”, añade Pancho.

Cabrera comenzó pronto a despuntar, su debut fue en 1961, con 16 años de edad, y su hegemonía en el baloncesto argentino coincidió con otras dos figuras importantes, Atilio José Lito Fruet, y José Ignacio De Lizaso, ambos del Club Olimpo. Los tres coincidieron en la selección provincial de Bahía Blanca y también defendiendo los colores de la selección argentina en numerosas ocasiones. Esta rivalidad, y la existencia de tantos equipos hacían que en la ciudad se viviera una efervescencia especial alrededor de los partidos de básquet. “Ir a animar era fenómeno. A Lito le llamábamos La Cigüeña por su físico, era un pura sangre, un volcán, y Beto era todo temple y tranquilidad. De Lizaso era muy fuerte. Por eso creo que se compenetraba tan bien ese trío. De Lizaso la fuerza, Lito el empuje y Beto la inteligencia. Eso fue lo que hizo que se creara una generación tan buena”, cuenta Edgardo S.

Fruet, Cabrera y De Lizaso en los '70

Aunque en clubes diferentes, las sedes de Estudiantes y Olimpo están separadas por una calle, el trío se convirtió en la representación del baloncesto bahiense. En palabras de Pedro Bonofiglio, narrador de baloncesto argentino, “ellos han sido los tres jugadores más grandes del básquet argentino. No había una competición nacional de clubes, así que los tres se encontraban en la selección de Bahía Blanca, donde jugaban contra las ciudades más importantes del país en el campeonato nacional, y ellos eran el dream team de entonces”

Una ciudad aislada.
El 24 de marzo de 1976 se producía el golpe de la Junta Militar. Bahía Blanca era sede de importantes guarniciones militares y de organismos de seguridad, como la Base naval de Puerto Belgrano, la más importante de la Marina argentina. La ciudad además era feudo de los sectores más conservadores, representados por el diario La Nueva Provincia, que ejercía el monopolio de la prensa escrita y contaba con emisoras de radio y televisión. Este diario fue uno de los principales apoyos con los que contó la represión en Argentina. En un editorial del 12 de agosto del '76 señalaba: “Bahía Blanca no estaba exenta, ni mucho menos, del peligro marxista. Su tranquilidad, después de todo resultaba más que tranquilidad, calma chicha. Tras su aparente virginidadad subversiva se había montado un vasto organigrama revolucionario que alcanzaba a los sindicatos y llegaba a las distintas facultades”, y añadía, “que se llame Domecq o Malek, sea montonero o trotskista, se diga pacifista o beligerante, lo sea por omisión, arribismo, cobardía o estupidez, todo aquel que haya cohonestado (sic.) la táctica subversiva es culpable... y merece ser condenado."

Fotos de algunos de los miles de detenidos-desaparecidos argentinos.

Como en otros lugares del país comenzaron a funcionar los centros clandestinos de detención, las redadas por la noche, los asaltos de viviendas por fuerzas del orden o grupos que operaban junto a los militares golpistas. Para Bonofiglio aquella etapa se vivió desde el mundo del baloncesto bahiense “como lo vivió toda Argentina. No se sabía qué estaba pasando. Fue como en el Mundial del '78, la gente iba a disfrutar del deporte, y a la salida se refugiaba en sus casas. En Buenos Aires la gente podía romper el silencio, quizá con la escucha de Radio Uruguay, pero Bahía Blanca estaba alejado de todo, era una ciudad aislada. Para muchos el baloncesto pudo ser una salida mental de la situación que se vivía”.

Edgardo S. nos cuenta: “Cuando el golpe del '76 yo ya me había desvinculado de ese ambiente, del básquetbol, de los chicos. Beto y yo habíamos madurado por caminos distintos, y a finales de los '60 algunos de nosotros ya estábamos comprometidos políticamente. Ya sabíamos por dónde iban los tiros de lo que podía pasar. El golpe nos pilló a cada uno de nosotros muy alejados”.

La Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (CONADEP), creada por el Gobierno argentino en 1983 con el objetivo de aclarar e investigar la desaparición forzada de personas producidas durante la dictadura militar en Argentina, en su informe sobre Bahía Blanca señalaba que la acción de los medios de comunicación generó una atmósfera de temor, confusión e indiferencia en buena parte de la población bahiense.

“A mí una amiga me preguntó por la calle si sabía que estaba en una lista. A partir de ahí pensé en que tenía que marcharme con mi familia si quería salvar la vida”, cuenta Edgardo, militante entonces del peronismo de base que marchó al exilio. “Bahía Blanca no es una ciudad muy grande. Allí conseguir un compañero de básquet era fácil, pero conseguir un compañero de militancia era realmente difícil. Me alegra saber que el baloncesto sirvió para que algunos chicos se salvaran, para que dentro de aquella generación algunos encontraran en el deporte una vida que para otros muchos supuso exilio, ser detenidos o desaparecidos”, finaliza.



El Mago Mandrake.
Bahía Blanca es una ciudad portuaria situada al sur de la Provincia de Buenos Aires, con una cantidad importante de clubes dedicados al baloncesto. Estudiantes, Olimpo, e Independiente son, por trayectoria, los tres más importantes. Pero también están Club Alem, Villa Mitre, Pacífico, La Falda, Bahiense Junior o Club Atlético Barracas Central entre otros. Cada uno de ellos con características propias. “Yo de chico era de Pacífico. El equipo que me volvía loco. Estudiantes es como un club más grande, es el equipo ejemplo de la ciudad, y Pacífico más de barrio, mucho más humilde”, cuenta Pancho Jasen, y añade: “Acá todos tenemos un familiar que jugó al básquet, mi tío lo hizo frente a Mandrake, Fruet y De Lizaso. Y es increíble la cantidad de jugadores que hemos salido de Bahía: Ginobili, Espil, Ariel Montecchia, Montenegro o Pepe Sánchez, y entrenadores como el Huevo Sánchez o Sergio Hernández”.

El apodo de Mandrake “fue cosa de los periodistas porteños”, cuentan algunos bahienses, y hacía referencia a Mandrake el Mago, popular personaje de cómic creado por Lee Falk en los años '30. Un ilusionista con una capacidad hipnótica rápida y efectiva, algo que encajaba a la perfección con el virtuosismo del juego que desarrollaba Cabrera, y que todavía se recuerda.


PD: Este artículo sale publicado en el nº104 del periódico Diagonal, a partir de mañana en los puntos de venta habituales. Además de los citados en el texto, tengo que agradecer la ayuda prestada por Raúl Barrera de la Fundación Pedro Ferrándiz, por el acceso a materiales sobre la historia del baloncesto bahiense, y a Diego Martínez, periodista bahiense, conocedor del baloncesto argentino, y participante en el blog Bahía Gris, sobre la memoria del terrorismo de Estado en Bahía Blanca.

jueves, 28 de mayo de 2009

Deporte y política

Lo bueno de tener un blog es que puedes construir artículo a tu antojo, así que empiezo por las postdatas.

PD1: Me alegro de la victoria del Barça. Increíble su temporada. En mi barrio, Lavapiés, los inmigrantes ayer estaban locos de felicidad. Eto'o es un auténtico ídolo en la comunidad africana.

PD2: Esta columna, sin las postdatas, sale publicada en la contraportada del número 103 del periódico Diagonal. Que hoy sale a la venta en kioskos y puntos de venta alternativos.

Guardiola la inteligencia de un buen entrenador

Cuando el deporte se vuelve algo incómodo

“No es bueno mezclar política y deporte, porque son ámbitos distintos”, afirmaba María Teresa Fernández de la Vega tras la sonora pitada al himno español de la última final de fútbol de la Copa del Rey, celebrada en Valencia. Quizá los que pitaron no se dieron cuenta de que el himno nacional, o la presencia de los monarcas en el palco de honor, nada tiene que ver con la política. Nuevo batacazo para “un símbolo de todos”, en palabras de la vicepresidenta del Gobierno, que no termina de despuntar como nexo musical común.

“Los pueblos que reivindican privilegios pisoteando los principios, pronto pierden los principios y nunca consiguen privilegios”. Podría parecer una alegoría enmarañada de cualquier discurso de José María Aznar en la universidad de Georgetown. Pero no. Se trata de José Ramón de la Morena, conductor del programa deportivo más escuchado en este país, El Larguero, de la SER. “¡Cómo me dolieron los silbidos al himno nacional de los que suelen decir que piden su libertad pero desprecian la nuestra!”, continuó De la Morena, con voz desmayada, al día siguiente de la victoria del Barça. Dolor y lástima. Desagradecidas aficiones de catalanes y vascos.

El patriota de TVE

En octubre de 2008, París vivió un ultraje similar, durante un encuentro amistoso entre la selección de Francia y la de Túnez. Decenas de miles de jóvenes, muchos de ellos de origen magrebí y residentes en la periferia de la ciudad, abuchearon copiosamente mientras sonaba La Marsellesa en el estadio. Sarkozy estalló de rabia. El secretario de Estado de Deportes, Bernard Laporte, propuso “deslocalizar” los partidos, llevárselos lejos de las ciudades y sus públicos mestizos, llevar el fútbol “a regiones de la Francia profunda, para encontrar un público sano”.

El asunto se pone feo. Cuando en noviembre de 2003, con motivo de la final de la Copa Davis de tenis en Australia sonó el himno de Riego, interpretado a la trompeta por el nieto de un exiliado republicano, muchos torcieron el gesto. Cuando en junio de 2007 el Comité Olímpico Español propuso la composición de una nueva letra para acompañar al himno oficial, las patrióticas propuestas no convencieron a nadie.

James Morrison, el trompetista republicano de Melbourne

Parece mentira que “un símbolo de todos” tenga tan difícil acomodo. Quizá, una vez más, la solución venga de la vecina Francia. Trasladar los acontecimientos con himnos y monarcas a rincones de la España profunda. Incluso no emitirlos por televisión, para luego no tener que cesar al director de Deportes de TVE como ocurrió tras la manipulación nefasta de lo ocurrido en Valencia. Que no tenga acceso la prensa, por eso de no dar publicidad a los desagradecidos, que se ilegalicen algunas hinchadas, y “que gane el mejor”, como dijo el apolítico Juan Carlos.


PD3: A quién pueda interesar. Mi nación es muy amplia. Abarca a mi familia, mis amigos, mis ideas, pasiones, y mi barrio. Tiene muchos himnos diversos, y algunas banderas. Algunos contradictorios. Todos ellos criticables.