Se acerca el verano y se multiplican los planes. Yo dejaré de escribir en el blog durante un tiempo, marcho fuera de Madrid a trabajar y no tendré casi acceso al ordenador. Eso sí intentaré pasarme por La Semana Negra de Gijón, un evento que empezó como un proyecto minoritario, y que hoy pasa a ser uno de los festivales literarios de referencia. Parada obligatoria para los amantes del género criminal y policíaco. A pocos días de su inicio, entrevisto a Paco Ignacio Taibo II (PIT II), novelista asturmexicano y auténtico cerebro de la Semana. Publico aquí una parte de la conversación. El resto, más extenso, con reflexiones sobre la situación latinoamericana, la literatura y la política se publicará en el número 108 de DIAGONAL, que saldrá a la calle el próximo 3 de septiembre.
SBB: ¿Cuáles son las características de la Semana de este año? Parece que recupera su esencia más canalla...
PITII: La novela negra te permite, y lo hemos usado desde la primera edición, fusionar temas que vinculan lo criminal con lo social. Ocurre que este año nos vamos a fijar más en el crimen de guante blanco, en explorar ese mundo. Pero la Semana es poliédrica, no tiene tema único, y hacer girar a 140 escritores y 200 mesas redondas entorno a varios temas. Los ejes de este año son en primer lugar ese que detectabas, en segundo una discusión de la historia desde el punto de vista de los historiadores y de los narradores, en la que estamos incorporando por primera vez historiadores, y como tercer gran tema la generación que ha surgido de escritores de ciencia ficción en España.
SBB: El año pasado, en los debates de la Semana, Vida y Destino de Vasili Grossman acaparó buena parte de las discusiones, y algún escritor lo incluyó como un formato de novela negra histórica...
PITII: De Grossman curiosamente en la Semana Negra ya hablamos hace ocho años. En el momento que salió Vida y Destino ya conocíamos su novela previa que es El pueblo inmortal (1943), de la que sólo hay una edición cubana de los años '60, y que es la que le dió el premio Stalin, que le protegería durante un tiempo de los desmanes del stalinismo. Pero de Grossman lo que más nos interesaba era como aproximación a la novela histórica, y también como aproximación a lo que llamamos el periodismo narrativo, otro subgénero que nos atrae particularmente...
SBB: Este año no pasará desapercibido el fenómeno Millenium y la obra de Stieg Larsson.
PITII: La Semana Negra tocó el despertar de la novela nórdica en ediciones previas, cuando redescubrimos en España a Per Wahlöö, que me parece el maestro, junto con Maj Sjöwall.
El bestseller es un fenómeno muy efímero, pero lo cierto es que todavía no he podido leer las novelas de Larsson, y no puedo opinar. Me llegó su novela hace cuatro meses, justo en el momento en que yo empezaba a preparar a fondo la Semana, y está esperando en mi librería que termine todo esto.
SBB: Antes hablabas de “gusto por el periodismo narrativo”, y hay grandes ejemplos como Kapuściński, Mailer, o Capote. Crees que todavía existe esa raza de periodismo, en el que el periodista se movía en la límite de lo legal e ilegal, y que has tratado en varias de tus novelas.
PITII: Cada vez que dices que no, aparece uno. Prefiero decir que no abundan, y te lo digo desde la perspectiva del lector, cuando los encuentro soy un hombre feliz. Este es uno de los temas con los que la Semana Negra tiene una deuda. Yo creo que todavía tenemos deudas temáticas potentes. Una de ellas es esta, y la segunda es una revisión de dos literaturas de género que no hemos sido capaces de encontrar la columna vertebral para revisarlas y traerlas a Gijón, que es la novela bélica y el western.
SBB: ¿Cuál es el límite de la Semana Negra?.
PITII: Yo digo que un buen festival no tiene límites, y si los tiene es que es un mal festival. Si hemos decidido que la Semana es el gran festival de literatura de género que hay en estos momentos en el planeta, pues entonces hay que jugar fuerte, y no pedir menos que eso.
SBB: Una última curiosidad. En varias de tus novelas, como Cuatro manos o La bicicleta de Leonardo, hay varias referencias o historias alrededor del baloncesto...
PITII: Surgió así. Pero mi verdadera obsesión no es el baloncesto, sino el ciclismo. Algún día lograré escribir un libro en el que mezcle las crónicas de mi padre sobre la época de oro del ciclismo español -Bahamontes, Jesús Loroño Arteaga, o Miguel Poblet- con la historia de un jóven periodista, que era mi padre, que se dedicó al ciclismo porque era el único oxigeno que tenía en la España franquista. Y era la única manera de ver mundo, de poder comprar libros de izquierda en Toulouse, de viajar a París...
PD: Gracias a Rodri por el contacto, y a Marisa por la gestión de la entrevista.
4 comentarios:
Pues bienvenido a Asturias, a ver si nos vemos por allí jeje
Buen viaje, la semana negra no tiene desperdicio.
Que vaya muy bien, Jacobo, espero que puedas reemprender pronto las labores de tu blog; siempre es interesante leerte. Saludos.
jacobo, yo andaré por gijón los días previos, por temas de curro de un colega nos volvemos antes (de lunes a miercoles). Por si lees esto nos podemos tomer algo por ahi!
The Virus y Santi, no sé si finalmente tendré tiempo de ir a Gijón. Lo intentaré el 15, y estaré pululando por allí. Sería bueno vernos, pero lo veo complicado. Ya os escribo el día antes.
Jackie, muchas gracias por las felicitaciones. Me alegro que te guste el blog. Ya te escribiré.
Saludos fugaces!!!
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