Mostrando entradas con la etiqueta Phil Jackson. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Phil Jackson. Mostrar todas las entradas

jueves, 26 de mayo de 2011

Crossover y Craig Hodges

El crossover es uno de los movimientos más espectaculares del baloncesto, un doble cambio de mano para librarse del defensor para generar un tiro sin oposición, un pase, o una ventaja en el dribling. Requiere mucha coordinación en el manejo, y no es nada fácil de realizar en jugadores grandes porque funciona a través de un bote de balón muy bajo, donde el equilibrio del cuerpo es fundamental. Una de las jugadas favoritas del streetball pero también una de las acciones más bonitas de ver en un partido de competición. Antonio Vázquez, director de la Revista Oficial de la NBA en España, ha colgado en twitter este vídeo realizado por The New York Times sobre el crossover, donde algunos de los jugadores de la NBA hablan sobre quién es el que mejor lo realiza.



¿Cuál es vuestra opinión? ¿Quién es el mejor en la NBA y en la ACB?

En 1992 Craig Hodges se presentó en la Casa Blanca con un Dashiki, una vestimenta típica africana, cuando los Chicago Bulls visitaron a George Bush (padre) tras lograr el campeonato de la NBA. Una forma de protestar por la situación de la comunidad afroamericana en Estados Unidos. Aquel gesto levantó una enorme polémica, entre otras cosas porque el bueno de Hodges no se cortó al incluir en su crítica la apatía de Michael Jordan hacia su comunidad. Hodges no era un cualquiera, ganador durante tres años seguidos del concurso de triples de la NBA (1990/91/92) logró dos anillos con Chicago.

Tras su visita reivindicativa Hodges se quedó sin equipo, un veto motivado por su postura. "Esto es una guerra. La pobreza en las ciudades es infernal, sólo hay que mirar a la calle. Y entonces estamos nosotros ahí... ¿Cuánto dinero ganamos cada noche? ¿Cuántas vidas podríamos cambiar? Por eso, los deportistas tenemos la responsabilidad de hablar", declaraba a The New York Times en 1992.

En 2005 su antiguo entrenador en los Bulls, Phil Jackson, lo repescó para el roster de técnicos de los Lakers para entrenar el tiro. El maestro Zen incorporó a un auténtico especialista, que apuntó muy fino en una liga donde no gustan las reivindicaciones. Allí donde las recientes declaraciones de Douglas-Roberts todavía escuecen.

Ahora el grupo de hip hop Rebel Diaz recuerda la hazaña de Craig Hodges con este temazo.

Mientras tanto el baloncesto sigue. La ACB, con unos playoff algo desapercibidos, anda en broncas, y habrá que ver cómo termina la guerra abierta entre los clubes y su presidente, muchos cambios en el horizonte y un futuro incierto. En la NBA la final entre Dallas y los Miami pondrá frente a frente al mejor jugador europeo de todos los tiempos, Dirk Nowitki, y los Beach Boys de LeBron & Cia en una final de contrastes, Texas vs Florida. Pero cuidado, porque la amenaza de lockout cada día parece más real y eso puede ser dinamita pura. David Stern y Eduardo Portela tendrán que hacer auténticos crossover si quieren evitar situaciones complicadas. Y eso no es nada fácil.

PD: Mañana empieza la Final Four de la categoría sub 21. Lo tenemos realmente jodido, pero lo vamos a intentar con todas las ganas del mundo.


En la página web del Club Estudiantes se puede leer este artículo de Santi Escribano sobre el equipo.

viernes, 7 de enero de 2011

Nicholson, Esquire, Lois...

“Nunca se me dio muy bien jugar al baloncesto, pero considero que es el deporte más divertido del mundo. Mi velada perfecta se compondría de una buena partida de cartas, un monólogo de humor para partirse y un gran partido de básket”. Palabras de Jack Nicholson en el número de enero de la revista Esquire, donde se confiesa ante el periodista Mike Sager.


El actor (Nueva York 1937) desvela otros aspectos de su relación con el deporte de la canasta. “Cuando voy a animar a los Lakers, muchas veces me siento en las filas del fondo. Antes me enfocaban demasiado, sobre todo si animaba un poco escandalosamente. Ahora intento contenerme un poco, pero me resulta complicado cuando vamos ganando. En mi instituto, intentaban meterme en la cabeza esos pensamientos deportivos: 'No importa perder; hay que disfrutar del juego...'. Jamás lo entendí”.

Jack Nicholson añade una idea que tiene mucho que ver con un planteamiento que hacía Alvy Singer (Woody Allen) en la película Annie Hall, mientras veía un partido de los Knicks por televisión, “en el deporte las reglas son absolutas. Si el balón entra en la canasta, son dos puntos; si es un tiro libre, suma uno. No es en plan: '¿Y qué pasaría si el aro que vemos sólo fuera una proyección mental de nuestra percepción...?'. Me gusta esa sensación de certeza que envuelve al baloncesto […]”.

Nicholson, del que Pau Gasol dijo que “trasmite energía al equipo”, es capaz de cambiar su agenda de rodaje con tal de no perderse un partido en el Staples. Su laureada carrera, que incluye tres Oscar al Mejor Actor, es el mejor aval para que los productores se plieguen a sus deseos. El actor habla también del ocio, “lo importante que es en nuestras vidas”, y lo necesario que es cuidar la industria del entretenimiento.

George Lois hizo grande a Esquire. En la década de los'60 Lois -miembro del Art Director's Club Hall of Fame y del Creative Hall of Fame - diseñó algunas de las portadas más brillantes de todos los tiempos, como la de Andy Warhol dentro de una lata de sopa para ilustrar un artículo acerca de la muerte del vanguardismo, o a Mohamed Alí imitando la imagen herida de San Sebastián atravesado por seis flechas. Las portadas de Lois incrementaron la circulación de Esquire de 500.000 ejemplares a 2 millones en una década. Además Lois ha realizado anuncios para MTV, para Volkswagen (Think Small), para campañas políticas, para el USA Today, o el vídeo Jokerman de Bob Dylan.

Foto: Diego Martínez (El País)

El pasado junio Gregorio Belinchón entrevistaba a Lois (Nueva York, 1931) en el periódico El País, y el diseñador nacido en el Bronx comenzaba explicando su afición al baloncesto. “Mira, jugué el sábado, cogí el avión para venir aquí [por Madrid] el domingo, el jueves vuelvo y el sábado mis compañeros ni se habrán dado cuenta de que he estado en Europa. Mi mujer les cuenta a nuestros amigos que sí, que juego los fines de semana y no contra gente de mi edad, no. ¡Contra veinteañeros! Para mí el baloncesto es una religión”.

Belinchón cuenta, en una buena entrevista que deja con ganas de más, el especial carácter de un tipo con personalidad que habla de publicidad, de internet, de Mad Men, e incluso menciona sus conversaciones con Phil Jackson. Cuando Lois habla de la exposición que le dedicó el MOMA en el 2008 a una selección de sus geniales portadas, el neoyorquino señala: “Allí se vio una cosa. La sorpresa. Publicidad, diseño... Todo es lo mismo. […] Siempre debes sorprender a la gente. Haz algo diferente. Y nunca hagas revistas para los lectores, hazlas para ti. Porque hay miles de publicaciones. ¿Y por qué te van a comprar?. Pon pasión”.


En la página web del AIGA (American Institute of Graphic Arts) se puede encontrar un buen resumen de la vida y obras de Lois, donde él mismo cuenta que en su momento recibió una beca de baloncesto para ir a Syracuse, “el baloncesto es un tercio de mi vida”. También lo que le dijo un día Paul Rand, otro de los mitos del diseño gráfico estadounidense, por teléfono cuando comenzó a triunfar: "You son of a bitch, did you see the Times this morning? You were an answer in the crossword puzzle!".

Buena parte de la prensa de prestigio ha perdido muchas de las señas de identidad que la hicieron referencia en algún momento. Ahora en las redacciones es difícil encontrar a tipos como Lois. Poco espacio para las personalidades fuertes, se prefiere becarios en situación precaria, enchufados, y titulados en master de la propia empresa. La crisis, la explosión de formatos desde los que difundir contenidos, la tiranía del mercado, o la claudicación de la calidad frente a intereses externos, han perjudicado sobremanera la calidad de la información.

Cuando pienso en lo que se podría hacer desde clubes, departamentos de comunicación, medios, etcétera relacionados con el básquet pienso en hijos de puta como Nicholson y Lois.

“Hacer algo diferente, poner pasión, sorprender a la gente”. Palabra de Lois.

lunes, 15 de junio de 2009

Lakers Champs! (15-17)

"Ahi es donde vuelvo a la vida: en la cancha de baloncesto. A medida que que el partido avanza, el tiempo se enlentece (sic.) y experimento la dichosa sensación de estar totalmente en comunión con la acción. En un momento puedo hacer una broma y en el siguiente lanzar una mirada hiriente al árbitro. Pero durante todo el rato pienso: ¿cuántos tiempos muertos me quedan? ¿Quién necesita seguir en el partido? ¿Qué pasa con los chicos del banquillo? Mi mente está completamente concentrada en el objetivo, pero con un sentido de apertura y alegría".


[...]

"Así es como se descubre que el baloncesto es un deporte, un viaje, una danza, no una lucha hasta la muerte.

Es la vida tal cual".

Phil Jackson (Canastas Sagradas)

PD: Felicidades a Pau. Me alegro por él. Creo que además es muy bueno para nuestro baloncesto el anillo de campeón. Más chavales y chavalas pendientes de este deporte, con ganas de practicarlo, de jugarlo, de divertirse.

Y como referencia un tipo de Sant Boi que hace de la normalidad un signo de elegancia, en estos tiempos, lamentables, en que la ostentación se asocia al éxito.

lunes, 8 de junio de 2009

Phil Jackson y Joan Plaza

En el libro Canastas Sagradas (“lecciones espirituales de un guerrero de los tableros”), escrito por Phil Jackson, actual entrenador de Los Angeles Lakers, vienen algunas claves interesantes de su forma de entender el baloncesto. El que fuera jugador de los Knicks, en los '70, y más tarde laureado entrenador de los míticos Bulls de Michael Jordan, en el capítulo titulado La Vía Intermendia analiza los liderazgos, y hay un espacio que dedica a los tipos de entrenadores.


Según Phil hay tres: “Los control-oholics (adictos al control, que basan toda su disciplina en el autoritarismo). Todo fluye desde arriba y los jugadores no se atreven a pensar por sí mismos”. En segundo lugar “los laissez-faire. Que sintiéndose incapaces de controlar a sus jugadores, les dan total libertad, esperando que de alguna manera encuentren a su modo la manera de ganar”, y por último “la vía intermedia (que señala como propia). En lugar de tratar indulgentemente a los jugadores o hacer sus vidas miserables, intentamos crear un entorno de apoyo que estructure la manera de relacionarse con el resto y les dé libertad para desarrollar su potencial”.

Al bueno de Phil Jackson, la última opción le sirvió para marcar una época entrenando a los Bulls de Chicago. Y le puede servir ahora en los Lakers, parece que su triángulo de ataque vuelve a carburar, y ayer colocaron la serie, en la final contra Orlando Magic, en 2-0 para los angelinos.

Joan Plaza no sé a qué categoría pertenece en la la clasificación de Jackson. Si a los laissez-faire o a los variables. Quizá con algunos jugadores aplica una forma y con otros otra. Desde luego no pertenece al grupo de los control-oholics, para eso está Ivanovic marcando tendencia.

Plaza, que ayer estaba en la Feria del Libro de Madrid firmando ejemplares de su novela Las Mantas de Angélica, parece que tiene los días contados en el Real Madrid. Ettore Messina es el candidato deseado por los directivos. Ayer en la Feria decía Plaza que le gustaría finalizar su contrato, le queda un año, en el club merengue. No parece posible.


La cruz de entrenar a un club de fútbol-baloncesto es que sólo vale ganar. Y en esa tensión creo que el Barça es algo más paciente que el Madrid. Un poco más abonados a la psicosis resultadista, donde sólo valoran los proyectos inmediatos. Plaza en tres años ha ganado una liga ACB y una Copa ULEB. Seguro que todavía sueña con esa última posesión frente al Maccabi en Vista Alegre, que les negó la posibilidad de jugar la Final Four del año pasado en Madrid, y donde empezó a caer en desgracia: o con el fichaje del cartucho mojado que supuso Lazaros Papadopoulos. Quizá faltó mano dura en ambos casos. En mi opinión Plaza le ha dado identidad al juego de su equipo, inestable pero identidad, algo que nadie valorará.

No seré yo quién me preocupe por el Real Madrid. Ni estudiaré si la culpa de su situación es del entrenador, de los jugadores, de la dirección deportiva, de la falta de control-oholics, o del exceso de laissez-faire. El sábado vi su partido frente al Baskonia, Plaza estará todavía mirando al cielo, para ver cómo caen los triples de Teletovic.

Jackson en la tarde del domingo ganó a Orlando Magic, y hoy les estará proyectando a sus jugadores la escena de Pulp fiction en la que Harvey Keitel les dice a los asesinos a sueldo Travolta y Samuel L. Jackson: “No empecemos a chuparnos las pollas, caballeros”, significando que el trabajo aún no estaba liquidado. Contener la euforia, que se enseña en los clinics.

Ahora toca ver la final Baskonia-Barça, y, si es posible -horario no ayuda- volver a bajar al pub irlandés cercano a mí casa para otro partido de las finales de la NBA.

Mi vía intermedia es apoyar a vitorianos y angelinos. No hay espacio para laissez-faire en unas finales.