
No se qué habrá pensado DeWanna Bonner sobre el regalo, pero lo cierto es que la americana, elegida MVP de la Copa, esta causando impresión en su primera temporada en Liga Femenina. Campeona de la WNBA femenina en 2008-2009 con las Phoenix Mecury y nombrada sexta mejor jugadora de la WNBA la campaña 2009-2010, llegó al Rivas Ecópolis este verano procedente del Frisca Brno checo. Las estadísticas de Bonner en la Liga Femenina al término de la primera vuelta son impresionantes: 17,8 puntos, 6,7 rebotes y 19,5 de valoración; y en la Euroliga son mejores aún, 19,3 puntos y 6,7 rebotes por partido.
Rivas tuvo la osadía de disputar la supremacía del baloncesto femenino a Perfumerias Avenida y Ros Casares, una nueva situación que favorece mucho a la extensión y proyección del baloncesto femenino. Cuantos más equipos luchen por títulos más atractivo se genera. Sigo pensando que es una lástima que la FEB limitara la Copa a tan sólo cuatro equipos, cuando -precisamente pensando en una mayor proyección social y en posibles sorpresas- el hacerlo de ocho aumenta la tensión competitiva en la Liga Femenina. En cualquier caso esta edición ha sido memorable.
Veo el mapa de la WNBA sobre sus jugadoras overseas, con las ciudades del mundo donde juegan y sus perfiles de twitter y facebook, y se me ocurre que todavía el baloncesto femenino de aquí necesita un impulso mucho más fuerte desde todas las entidades relacionadas con este deporte. El margen para hacer cosas es enorme, la medalla de bronce del último Mundial un estímulo, y la proyección social entre las categorías de formación cada día mayor.

En cualquier caso, seguro que en muchos lugares, además de en Rivas y en la cooperativa de mujeres de Burkina Faso, se alegran de esta importante victoria.