sábado, 31 de diciembre de 2011

Ricky Rubio, Norah Jones y Sasha Dobson

A Woody Allen le gustaba tanto Earl 'The Pearl' Monroe que lo comparaba con Marlon Brando. El director de cine hacía la analogía por la capacidad de ambos para seducir al público. Para Allen había grandes actores, que después de años de formación eran magníficos intérpretes, pero Brando tenía un don que pocos poseían, y para el cineasta neoyorquino esa virtud era parecido a lo que Monroe le trasmitía cuando estaba en una cancha de baloncesto, primero en Baltimore y luego en el Madison.



El baloncesto que a algunos nos gusta tiene que ver con con la capacidad de improvisar sobre una melodía, de disfrutar en una cancha colectivamente, y de trasmitir sensaciones. Ejemplos de jugadores que han logrado eso hay muchos, Earl Monroe fue uno de ellos.

De Ricky se ha hablado tanto, bueno y malo, que ya cansa el reiterado debate sobre sus capacidades. Entre sus detractores hay carnaza mirando su etapa en el Barça y algunos momentos en la selección, entre sus partidarios están los que admiran su virtuosismo plagado de momentos y highlights. Para mí, como ya he comentado en alguna ocasión, sus cualidades son indiscutibles y, por encima de las estadísticas,los gustos y otras zarandajas, tienen que ver con una calidad técnica al alcance de pocos. Pero además es que creo que Ricky Rubio sabe seducir con el balón a los compañeros que juegan con él, si estos son capaces de entrar en el ritmo y la improvisación que marca su melodía. Y eso al público que admira el baloncesto como si se tratara de otras disciplinas artísticas, como la música o el cine, nos gusta.

Despido el año con un tema musical elegido como mejor colaboración coral del 2011 por los oyentes del programa de Toma Uno que dirige Manolo Fernández en Radio 3. Una maravilla a cargo de Norah Jones y Sasha Dobson. Un tema, Bull Rider, que se podría aplicar al bueno de Ricky.



Espero que el 2012 cumpla vuestras mejores expectativas; que disfrutemos de buen baloncesto; que “el inicio del inicio” nos pille preparados; y que el Estudiantes, en todas sus acepciones y formas, se salve de la quema actual.

Un saludo y feliz año.

lunes, 26 de diciembre de 2011

Occupy the NBA, los Gasol's brothers, Urdangarín..

El pasado 22 de noviembre el Senador Malcolm A. Smith de la ciudad de Nueva York hizo un llamamiento a construir un “movimiento nacional de protesta contra el lockout”. El representante demócrata por Queens quería de esta forma unir para la causa revolucionaria a toda la tropa que se mueve entre las bambalinas de la mejor liga de baloncesto del mundo para llevar a la guillotina a los causantes de pérdidas económicas y vacíos emocionales: David Stren y Billy Hunter.


Pero el acuerdo entre los owners y los jugadores cuatro días después calmó los ánimos de un buen número de afectados que ya había expresado el apoyo a la propuesta. Surgía la iniciativa en el contexto del movimiento #OccupyWallStreet, que tras la acampada realizada el 17 de septiembre de 2011 en el Zuccotti Park de Lower Manhattan (NYC) se había extendido por todo el país para protestar por el poder absoluto de las empresas y la evasión fiscal sistemática del 1% más rico del país en detrimento del 99% de la población restante.

Así fue como el debate que se estaba produciendo en la sociedad estadounidense a partir del levantamiento de Nueva York llegaba hasta la NBA en el contexto del lockout. Dave Zirin (para mí uno de los periodistas deportivos más interesantes que hay hoy en día) escribía de este asunto en su blog Edge of Sports, precisamente con el título de Occupy the NBA. Zirin hablaba de los “miles de trabajadores con bajos salarios, la gente de limpieza de los pabellones, del estacionamiento de los coches” que se habían quedado sin blanca por un enfrentamiento entre "billonarios y millonarios" como muchos, entre ellos Derrick Rose, han afirmado que era. “En algún lugar de Phoenix hay un chico vestido de gorila con un letrero que dice: 'Tus mates a cambio de comida'”, en referencia a The Gorilla la mascota de los Phoenix Suns. Pero Zirin advertía que quizá los jugadores eran tan miembros del 1% de privilegiados como los propietarios.

Etan Thomas, con una larga experiencia en la NBA, vicepresidente de la asociación de jugadores (NBPA), miembro del grupo de negociación en el lockout, y que además es un destacado poeta y activista por los derechos sociales en Estados Unidos, contestaba a Zirin desde ESPN. “Si tu jefe llega y dice: 'escucha, sé que estamos teniendo unos beneficios récord globales en cuanto a ingresos totales y el año más lucrativo en la historia, pero hay algunas decisiones individuales con las que no estamos contentos y necesitamos hacer recortes de sueldo masivos. Necesitamos llegar a un acuerdo para construir nuevas reglas y hacer más fácil deshacerse de ustedes.' ¿Cuál sería tu reacción? Dirías, 'algo de dinero es mejor que nada de dinero', o sería reunir el resto de sus compañeros y protestar”. Por eso, a juicio de Thomas, el lado de los jugadores era el del 99% de la sociedad, a pesar de reconocer que algunos jugadores eran unos privilegiados respecto a buena parte de la población.

Pero el debate amainó tras desbloquearse las negociaciones. En los días posteriores al acuerdo en la NBA, el lanzamiento de misiles en forma de jugador a distintos puntos de la geografía estadounidense fue tal, que parecía el tablero de guerra nuclear de la película Teléfono Rojo Volamos Hacia Moscú. Nada nuevo si no fuera porque los Lakers habían decidido mandar a Pau Gasol a Houston, tras breve escala en Nueva Orleans para repostar y chocar la mano con Luis Scola. Una putada en toda regla que alejaba al de Sant Boi de la farandula angelina, los anillos de púrpura y oro, y las tertulias con Antonio Banderas y Placido Domingo en Sunset Boulevard.


Como ocurrió en Juegos de Guerra la tragedia se evitó sin saber muy bien cómo, al menos hasta nuevo aviso. Pau Gasol me dio la sensación por primera vez de ser un poco softy al declarar que la NBA era “cada vez más un negocio y menos un deporte”. Una afirmación sabida desde tiempo inmemorial y que sorprende si realmente lo descubrió el genial pivot de los Lakers tras verse tratado como un cromo en el patio de un colegio. Quizá, lo ignoro por completo, el BBVA tuvo que echar mano del teléfono rojo para evitar que sus clientes perdieran una referencia tan exitosa...

Por otra parte, en la vuelta al cole, Marc Gasol renovó por los Memphis Grizzlies, con un contrato de cuatro años por 58 millones de dólares. Una oferta de empleo poco habitual para un chaval de 26 años en estos tiempos que corren plagados de becarios y contratos basura; Rudy Fernández, que se vendió por algunos medios como “fundamental” en el roster de Mark Cuban hace unos meses, trasladó su residencia a Denver tras recuperar las sensaciones de sentirse querido en España; Calderón regresó a Toronto y la tranquilidad canadiense; y Ricky Rubio pudo por fin encontrarse con Kevin Love en Minnesota. La NBA ha levantado el telón.



No hay que alarmarse, los motivos para la protesta que sugería el Senador Malcolm A. Smith han desaparecido. Los camareros del Madison, el Staples, o cualquier cancha de la NBA, seguirán vendiendo "BudSpencers" y gin tonics durante los partidos, los aparcacoches latinos seguirán viviendo de las propinas, y The Gorrilla seguirá haciendo cabriolas para llegar a fin de mes mientras Steve Nash atiende a las indicaciones del coach Alvin Gentry en la banda.

Por aquí tampoco hay motivos para ejercicios perroflauticos: Indultado el consejero delegado del Banco de Santander; trasladado Iñaki Urdangarín al pabellón de los deportistas del Museo de Cera; y desahuciados de sus casas aquellos infelices que osaron comprarse un piso alentados por el ladrillo de Florentino y otros mecenas deportivos, la vida sigue, con sorpresas tan gratas como que Miles Davis saca un nuevo disco veinte años después de su muerte. Una buena noticia para aquellos que creemos que el baloncesto y el jazz, por encima de sus tiempos y circunstancias, tienen algo en común: su capacidad para sorprender e improvisar a partir de una base maravillosa.



Sea como fuere, toca disfrutar de la buena música y el buen baloncesto. El resto, como diría James Carville: “es economía, estúpido”.

Feliz año 2012, y mucha suerte con vuestros proyectos.

PD: Por cierto, estoy participando en el concurso de blogs del diario 20 minutos, si os apetece entrar y que merece la pena votar por el Sputnik os dejo aquí el enlace.

viernes, 23 de diciembre de 2011

Entrevista Alba Torrens

Alba Torrens (Mallorca 1989), esta considerada por muchos como la mejor jugadora española de baloncesto del momento. Tras una lesión que la ha mantenido apartada de la competición un mes, Torrens ya ha debutado con la camiseta del Galatasary turco, club por el que fichó tras una temporada de éxitos en Perfumerías Avenida, donde logró el título de Liga Femenina, la Supercopa de España, y la Euroliga. La joven jugadora se siente “muy afortunada por poder vivir esta experiencia” y “encantada” de vivir en una ciudad como Estambul, donde incluso conduce su propio coche, algo que para aquél que conozca la ciudad sabrá que no es tarea fácil.


Con Alba estuve después de ver un partido entre el Galatasaray y el Homend Antakya Belediye de la TKBL (Türkiye Kadinlar Basketbol Lligi, la liga femenina de baloncesto turco) en el Abdi Ipekçi Arena y ante unas 1000 personas que a pesar de la diferencia de nivel del partido (primer clasificado contra décimo) no dejaron de animar al equipo de Torrens en ningún momento.

¿Cómo te sientes en Turquía?

Venir aquí era una experiencia nueva, suponía dejar mi casa, aunque ya hace tiempo que no vivo en Mallorca después de jugar en Vigo y Salamanca. Al principio tenía algo de nervios por ver qué me encontraba, pero la adaptación ha sido muy buena y estoy muy contenta. Y Estambul me parece una ciudad impresionante, muy bonita, y con muchos sitios para visitar.

Los hinchas del equipo ya corean tu nombre y pareces muy integrada en el equipo...

La afición es increíble, animan todo el partido sin parar. Me he sentido muy cómoda desde el principio y es impresionante vivir este baloncesto. La dinámica del equipo es muy buena, y con las compañeras hay un ambiente muy positivo. Vivir un partido contra un rival como Fenerbahçe, con el ambiente que se genera en las gradas, es algo increíble.

Después de una temporada en Salamanca en que prácticamente ganaste todo, ¿cuáles son tus retos como jugadora?

El año pasado fue muy bueno. Ganar la Euroliga con Perfumerías fue algo muy especial para el club y también para el baloncesto español. Ahora tengo nuevos objetivos: venir a un gran club, con jugadoras del nivel de Diana Taurasi, Tina Charles, y Sylvia Fowles... Una oportunidad muy importante porque puedo aprender muchas cosas de ellas. Tanto en los partidos, como en los entrenamientos. Nuestros objetivos son la liga turca y la Euroliga, y el Galatasaray tiene potencial para luchar por esos títulos.

Diana Taurasi es quizá una de las mejores jugadoras del mundo, referencia en las Phoenix Mercury de la WNBA -con las que ha ganado varios campeonatos y ha sido elegida en una ocasión MVP- y lograr varios títulos de Euroliga con distintos equipos del continente, ¿qué es lo que más te ha sorprendido?

Jugar junto a Diana Taurasi es una pasada. Es capaz de dominar todos los aspectos del juego y meter canastas imposibles. Pocas jugadoras pueden hacer lo que hace ella. Aporta mucha energía, es muy positiva y favorece que haya una buena dinámica de grupo. Poder defenderla en los entrenamientos te hace mejorar como jugadora, y es una suerte poder compartir este momento con ella y aprender de su calidad.

Viendo el nivel de profesionalidad con el que se trata al baloncesto femenino aquí, ¿crees que esta suficientemente valorado en España?

En España tenemos una buena competición, con tres clubes en Euroliga y con un gran trabajo desde la Federación Española de Baloncesto,en el baloncesto de formación los resultados de las selecciones están siendo muy buenos, con medallas en todas las categorías. Además los medios de comunicación cada vez prestan más atención al baloncesto femenino. En Turquía lo que me esta sorprendiendo es que hay un nivel muy alto de organización, con una liga muy competitiva y todos los partidos son difíciles.

El verano pasado en el Eurobasket de Polonia se aspiraba al oro y al final se logró una novena plaza que os dejaba fuera de los Juegos Olímpicos de Londres, ¿qué pasó?

Las expectativas eran buenas, porque se estaban haciendo muy bien las cosas y veníamos de obtener muy buenos resultados, especialmente con el bronce en el Mundial del año anterior. Lo que pasó fue un cúmulo de circunstancias negativas, no una sola causa, pero también demostró la dificultad que tenían los éxitos anteriores en este tipo de campeonatos. Fue doloroso, por el Europeo y por quedarnos fuera de las olimpiadas, pero creo que todavía hay un margen de confianza grande en este equipo. El siguiente reto con la selección es el preeuropeo de este verano, queremos estar en el Eurobasket de Francia 2013 y es muy importante para nosotras.

Con tan sólo 23 años, eres una de las jugadoras con mayor proyección del baloncesto español, ¿qué objetivos te planteas de cara al futuro?

Creo que he ido subiendo escalones, y que todos los pasos han sido muy importantes. Estar aquí es un nuevo reto, y es importante tanto deportivamente como personalmente porque tengo la suerte de vivir esta experiencia. Sólo me planteo los objetivos que tiene el equipo: ganar la liga turca, y llegar a la final de la Euroliga femenina que se disputará en Estambul. Mi mente esta en seguir trabajando y mejorar como jugadora. Intento aportar en todas las facetas, para saber leer las situaciones del juego y acertar con las decisiones.

¿La posibilidad de ir a jugar a la WNBA entra en tus planes?

No cabe duda de que para cualquier jugadora ir a la WNBA es una muy buena experiencia. Es una liga donde están las mejores jugadoras del mundo y ojalá algún día tenga la oportunidad. Si existe la posibilidad me lo tendría que plantear, pero ahora mismo mi prioridad es el Galatasaray y la selección.

PD: La entrevista se publicó parcialmente en la edición impresa del periódico Mundo Deportivo del pasado jueves 22 de diciembre, y se hizó el domingo 17 en Estambul, en mi segunda visita a la capital turca en el último mes.

domingo, 11 de diciembre de 2011

El derbi

El derbi significa que te levantas un día con lombrices en el estómago. Estas sin estar, pensando en el momento en va a comenzar el partido, rumiando que se trata de una misión imposible que, de salir bien, puede parchear preocupaciones que van más allá de lo deportivo.

Foto: Leo-Peña 16j.

Si vienes de una trayectoria nefasta, como nos estaba ocurriendo al Estudiantes, te ocurre que incluso relativizas todo lo que ocurre alrededor: que Cameron no haya llegado a un acuerdo con Sarkozy y Merkel; que La Liga Árabe haya criticado al aspirante republicano Newt Gingrich; que en España se construyera un aereopuerto en Ciudad Real y otro en Castellón mientras muchos miraban a Messi y Ronaldo sin pestañear; o que Antoine Wright no meta un tiro ni borracho.

Un derbi entre el Estu y el Real Madrid tiene muchas historias detrás. Entre otras: la de Antonio Díaz Miguel, joven colegial del Ramiro que cambió de hábitos antes de enfundarse las gafas más modernas que había aquella madrugada mítica de 1984 en toda la península ibérica; la de Fernando Martín, el primer jugador español en llegar a la NBA, que tras un subcampeonato con la camiseta de Estudiantes marchó al club de la castellana para pleitear en las zonas de forma maravillosa con Audie Norris; la de Alberto Herreros, que tras ganar la Copa del Rey del '92 con Pinone, Nacho, Orenga, y Winslow cambió de acera para meter un triple en el último segundo de una final que todavía amarga txikitos en Vitoria-Gasteiz; o la de Dani Díez, canterano ramireño virlado recientemente por la entidad merengue cuando sólo era un cadete, y que hoy ha visto a sus compañeros de clase en la grada de la Demencia desde el banquillo de Laso.

Ser del Estudiantes no es ni mejor ni peor que ser del Alcoyano, del Hércules, o de los Lakers. Es distinto, y cada uno en esta vida tiene afinidades en función de las situaciones que le han tocado vivir. Ocurre que yo me he educado en el Ramiro de Maeztu, he jugado en la cantera, y ahora entrenó allí. Así que mi universo cósmico esta directamente relacionado con la calle Serrano 127. A pesar de que este año nuestro equipo todavía no tenga las nuevas equipaciones; de que el Magariños este en barrena por unas obras que parecen interminables y bochornosas; del destierro del equipo ACB a Coslada; de tener que ir a jugar amistosos de ida y vuelta con el Autonómica por los campos de Castilla con bocata y bota de vino; de no cobrar ni un euro por entrenar en el club que te da la vida; o de ver cada día en nuestras instalaciones cosas que me ponen los pelos de punta...

Lo cierto es que aunque la mayor de las veces lo que toque sea la derrota, las decepciones, o los naufragios ponzoñosos en territorios mucho más sólidos, para mí lo que prevalece es el escudo en azules, la curiosa tipografía de Estudiantes, la cantera del Ramiro, y los chavales de la Demencia que se desgañitan por unos colores que significan respeto por el baloncesto, valentía ante las adversidades, y diversión.

En la genial película de Adolfo Aristarain Un lugar en el mundo (1992), Mario (Federico Luppi) le comenta al geólogo español Hans (José Sacristán), en sobremesa nocturna de licores y confesiones, aquello de “si la guerra se ha perdido, por lo menos quiero darme el lujo de ganarme una batalla”, la lógica opuesta a la de la victoria global. En el Estudiantes es probable que nuestro modelo de baloncesto, aquel que importó brevemente Pepu hasta el Japón, haya salido definitivamente derrotado en este mundo de audiencias y shares, traspasos de billetera y clubes de negocio, pero, como dijo Ernesto Cardenal (a vueltas de los sucedido tras la revolución en Nicaragua y su posterior derrota), “nuestra causa es invencible”.

Foto: ACB

Será difícil que Estudiantes, con un 33% de presupuesto menos que la temporada pasada, logre volver a una final de la ACB o de Copa a corto plazo, pero hoy demostró que con inteligencia desde el banquillo y ganas en la cancha, al menos por un día, el pobre se puede comer al rico, e irse a dormir con el placer de las conquistas imposibles.

Al final el que gana el partido es un sueño compartido. Y eso tiene un valor que no se pueda pagar con dinero.

martes, 29 de noviembre de 2011

Historia del #estuautonomica

El domingo pasado leí una entrevista a Fernando Llorente. El delantero del Athletic hablaba del cambio de entrenador y su papel, además de otras circunstancias, en el conjunto vizcaino. Comentaba Llorente que con Marcelo Bielsa como nuevo técnico “al comienzo fue extraña hasta la forma de entrenarnos, que nos llamaba la atención”, y añadía, “necesariamente, cuesta un tiempo adaptarse”. Al Estudiantes 1ª Autonómica probablemente le ha ocurrido algo parecido con mi salida temporal y el relevo con Sergio como entrenador. Si además sumamos varios lesionados y una racha de cuatro derrotas consecutivas, la deriva estaba siendo para todos difícil.



Precisamente el domingo nos tocaba jugar contra el segundo clasificado de la competición, el equipo de San Viator. A la cita acudimos en la precariedad que nos movemos desde hace unos días: tres jugadores lesionados, otro con obligaciones en el Club, y un quinto que esta fuera del róster, al menos por el momento...

Lo que parecía iba a ser un baño en nuestra contra, se tornó en una demostración de que recuperando la ilusión y la confianza, y estando todos en la misma dinámica de sacar a flote el juego y el sentido del grupo, podemos ganar a cualquiera. Lo cierto es que esto no se trata de ganar o perder (entre otras cosas porque estamos en una nueva categoría y en una circunstancias complicadas) pero la victoria hizo un efecto balsámico que necesitábamos con urgencia. Como dice la canción que acompaña el vídeo era el momento del 'All together now'.

El partido fue una demostración de que con inteligencia colectiva, ganas, y valentía se pueden hacer grandes cosas.

Ahora hay que seguir engrasando la máquina, sentirse mejor en los entrenos, recuperar la dinámica de competición sin depresiones ni autocastigos (por encima del marcador), acoplar las formas, y asumir los retos que hay por delante.

Para todo eso yo estoy con más ganas que nunca, en buena parte gracias a la victoria del otro día y a comprobar en primera persona desde la banda que los jugadores tienen todavía mucho baloncesto y mucho Estu en sus venas.

Que se preparen los rivales porque, aunque hay que seguir trabajando, hemos vuelto.

San Viator 62 - Estudiantes 72

(21-15// 17-21// 15-14// 14-22)

sábado, 26 de noviembre de 2011

Hugo Chávez ya tiene equipo de basket...

Hugo Chávez, que en junio pasado anunció que padecía cáncer e iniciaba su tratamiento de quimioterapia en Cuba, podrá presumir de ser desde hace unos días propietario de nada menos que los Guaiqueríes de Margarita, el mejor equipo de la Liga Profesional de Baloncesto de Venezuela...


El pasado mes de septiembre, el gobierno venezolano anunciaba la nacionalización de Conferry, la empresa encargada de gestionar los barcos que unen al conjunto del territorio con la Isla Margarita, uno de los destinos favoritos del turismo nacional e internacional. Hugo Chávez había manifestado que el servicio de la empresa no era bueno y el precio para el pasajero excesivo, así que tras varios incidentes y una deficiente gestión en el último periodo de vacaciones, el gobierno decidió nacionalizar la empresa.



Curiosamente, la decisión adoptada ha tenido otro implicado directo. El viernes 18 de noviembre, la Gaceta Oficial anunció que una comisión gubernativa se encargará de "administrar, representar, supervisar y ejecutar las actividades" del equipo de baloncesto de los Guaiqueríes de Margarita, debido a que el 97% de sus acciones estaban a nombre de la naviera.

Guaiqueríes no es un equipo menor. La Tribu, como se conoce popularmente al equipo, lleva treinta años en la Liga Profesional de Baloncesto (LPB), juega en el Gimnasio Ciudad de La Asunción, con capacidad para 8500 espectadores, y es junto a Trotamundos de Carabobo, el equipo con más títulos en la liga venezolana, con un total de ocho.


Héctor Rodríguez, Ministro de Deportes y seguidor del equipo, señaló en Últimas Noticias, que “lo primero es aumentar el nivel competitivo del equipo, coordinar las condiciones y calidad de los jugadores. Después tenemos conocimiento que el gimnasio donde juegan carece de comodidades para el fanático y los jugadores, por ello haremos las remodelaciones que fuesen necesarias, tanto para el equipo como para la fanaticada que asiste a los encuentros”, y como novedad aseguró que una tercera fase será incluir una cláusula en los contratos de los jugadores destina a intervención social, “que vayan a las escuelas, a los campos deportivos, que dicten charlas, clínicas, talleres de baloncesto para que ese deporte tenga un crecimiento en Nueva Esparta”.

Lógicamente, la expropiación del equipo no ha pasado desapercibida, en un país donde además la polarización política y mediática es extrema...



A falta de algo más de dos meses para el inicio de la liga, y sin que se haya confirmado ni el róster ni el entrenador, lo que sí ha asegurado la nueva directiva es que el equipo lucirá sus tradicionales colores blanco y verde y que seguirán en la isla. “El equipo no se va de Margarita como han dicho por ahí. Vamos a trabajar por un equipo ganador como se lo merece la fanaticada. Ahora Guaiqueríes es más margariteño que nunca”, apuntó Hanthony Coello, que dirige la comisión técnica deportiva designada por el Ministerio.

Rolando Urdaneta director ejecutivo de la LBP, y que en un primer momento se mostraba muy escéptico con la operación, señaló tras reunirse con Coello,“están muy preocupados en tener un equipo bien competitivo. Están conscientes de la tradición de Guaiqueríes. Me pidieron mucha información técnica con respecto a movimientos de importados. Insistieron en que se manejarán como una empresa privada, que incluso puede ser vendida”.

Sea como fuere, lo que parece claro es que en los próximos días en Venezuela se va a hablar de basket, y que pocos gobiernos del mundo podrán presumir de tener un equipo profesional de baloncesto, al menos oficialmente...

miércoles, 23 de noviembre de 2011

El Torneo del Lockout

La película Annie Hall (1977) comienza con el protagonista, Alby Singer (Woody Allen), diciendo a cámara ante un fondo neutro: “Les contaré un chiste viejo. Dos señoras mayores están en un parador de montaña, y una dice: 'Hay que ver lo mala que es aquí la comida'. Y la otra replica: 'Sí, y además dan unas raciones tan pequeñas'. Pues bien, así es como veo yo la vida”.

Final del Torneo de Navidad 1984, Real Madrid vs URSS.

Salvando las distancias, y desde el máximo respeto, a la Liga Endesa-ACB le ocurre algo parecido. El producto es interesante, pero la forma de proyectarlo es deficiente y la cantidad escasa. A pesar del paulatino desembarco de jugadores NBA en nuestra competición (el último de ellos Tiago Splitter), y del proceloso desarrollo que se esta produciendo alrededor del lockout, la segunda mejor competición profesional de baloncesto del mundo no logra atraer los focos de atención de espectadores -más allá de los aficionados que acuden fielmente a los pabellones-, y la tensión competitiva apenas se percibe .

Los síntomas parecen cada vez más evidentes: un reglamento que sanciona en exceso el juego de ataque; un deficiente sentido del espectáculo por parte de los clubes (en lo que al cuidado de los elementos externos al juego se refiere); y un limitado y escaso cuidado mediático por parte de quién tiene los derechos televisivos del baloncesto.

Y eso, a pesar de que hacia muchos años que no había tal cantidad de elementos de atracción alrededor del deporte de la canasta en este país como ahora.

Dicho esto, me atrevo a lanzar una propuesta de las muchas que se podrían hacer. Entre 1966 y el año 2006 se celebró el Torneo de Navidad del Real Madrid. Aunque en los últimos años languideció sin pena ni gloria, el Torneo fue durante un tiempo una referencia dentro del mundo del baloncesto, pasando por ahí jugadores como Bob McAdoo, Bernard King, Drazen Petrovic, o Arvydas Sabonis, y siendo uno de los productos estrellas de TVE durante el periodo navideño.

Repescar aquella formula, no necesariamente alrededor del Real Madrid en lo referido a la gestión, podría ser un balón de oxigeno desde el que experimentar nuevos campos alrededor del espectáculo, la venta de merchandaising, la atracción de aficionados, e incluso, por qué no, el reglamento del juego.

Una aclaración, espero que nadie piense en cheerleaders, palomitas, y acento texano como el resultado de la ecuación que propongo.

Teniendo en cuenta que será difícil ver juntos en una competición corta a jugadores como Kirilenko (CSKA de Moscú), Tony Parker (ASVEL-Lyon) o Deron Williams (Besiktas de Turquía), por poner algunos ejemplos, sería una de las muchas formas desde las que impulsar nuestro baloncesto aprovechando el momento. Surfear en la inesperada posibilidad que se ha producido con un buen número de jugadores emigrados fuera del universo NBA. Focalizar la atención del baloncesto en Europa.

Lo asumo, la propuesta es difícil de vender a algún patrocinador, pero da la sensación que la ola de los acontecimientos ha pillado con el pie cambiado a la Liga Endesa-ACB, que nadie esperaba que el lockout tuviera estas derivas, y que la visión de 'la gran foto', como les gusta decir a los estadounidenses, sigue siendo precaria en estas tierras.

Y así, aunque los ingredientes son buenos, la comida no es apetitosa y las raciones son escasas. Un síntoma parecido al que le ocurría al bueno de Alvy Singer atormentado por amores difíciles y gestiones sentimentales que no terminaban de cuajar. Algo parecido a lo que nos pasa a algunos con nuestro baloncesto.

PD: Una nueva colaboración para elEconomista.es.

martes, 8 de noviembre de 2011

La pasión turca

Hace poco más de un año un escándalo mayúsculo afecto al fútbol turco. Los clubes más importantes se vieron envueltos en una trama de compra de partidos que llevaba años desarrollándose con total impunidad. Cerca de 80 personas se vieron envueltas en el proceso, que concluyó con veintiséis personas en prisión preventiva, la más relevante de todas ellas Aziz Yildirim, el presidente del Fenerbahçe. La polémica también salpicó al baloncesto, toda vez que los tres grandes clubes, Fenerbahçe, Galatasaray, y Besiktas tienen sus correspondientes secciones de basket.


En Turquía las pasiones deportivas tienen muchos matices. El Fenerbahçe es conocido por su fervor nacionalista, el equipo de la parte asiática de Estambul tiene el dudoso honor de contar entre sus aficionados con simpatizantes del grupo Lobos Grises, una organización paramilitar de extrema derecha nacionalista que surgió en Turquía en los años '60, y de la que formó parte Mehmet Ali Ağca. Por su parte el Galatasary nació en el Estambul europeo, y sus orígenes están en la elite universitaria que estaba unida a la educación francesa. El Galatasaray fue el club pionero del baloncesto turco, que se introdujo en el país en 1911. Curiosamente Abdullah Ocalan, líder encarcelado de la guerrilla kurda del PKK se declaró admirador de la sección de fútbol del equipo, así que muchos kurdos son seguidores del equipo. Por su parte el Beşiktaş Jimnastik Kulübü, es el equipo del barrio de Besiktas, también en la parte europea de Estambul, y en su orígen (1903) fue un club de lucha, boxeo, halterofilia y gimnasia, que más tarde incorporó el fútbol y el baloncesto, entre otras disciplinas, a su repertorio deportivo. Su hinchada más famosa es el grupo Carsi, de tendencia izquierdista.

Cuando surgió la noticia de la corrupción de los dirigentes de los tres clubes, sólo los hinchas del Besiktas se manifestaron de forma mayoritaria en contra de cualquier práctica antideportiva que sirviera para ganar títulos y campeonatos. Eso no significa que los hinchas sean unos angelitos ni que estén libres de impresentables, pero varias personas me comentaron que al menos había cierta ética en una afición, que, como se puede ver en este vídeo del último partido, vive sus colores de una forma intensa.



El pasado 6 de noviembre asistí al derbi entre Besiktas y Fenerbahçe. Las hinchadas habían llegado a un pacto de no agresión, tan sencillo que ninguna asistiría al partido en campo contrario, así que el encuentro celebrado en el Sinan Erdem Spor Salonu sólo contó con la afición local. Más de diez mil personas entregadas a su equipo, cantando de forma armonía “Gucune gúc katmaya peldik formanda ter olnaya geldik Besiktas seninle ülmeye geldik” (algo así como: 'hemos venido a añadir fuerza a tu fuerza, hemos venido a ser el sudor de tu camiseta, Besiktas hemos venido a morir contigo') sin apenas descanso.

En un ambiente sensacional viví una experiencia de baloncesto única. Si bien es cierto que el público sentía más los colores que la calidad del juego, y que las camisetas de Guti o Quaresma era mayoría, ver una afición tan entregada, sin necesidad de cheerleaders ni florituras, y con un despliegue televisivo enorme, fue genial. Ganó Besiktas (83-78) con una impresionante actuación de Deron Williams, el base de los Nets que ha decidido vivir en Turquía mientras la NBA languidece en el barbecho provocado por el lockout, y que estuvo acompañado por unos brillantes Marcelus Kemp y Zoran Erceg.

Hay mucho que contar de estos días en Turquía (más allá de corruptelas chusqueras), de cómo se vive el baloncesto allí, y de cómo se promociona una liga turca que es cosa de pocos equipos, pero que, a pesar de vivir a la sombra del fútbol, tiene un hueco muy importante en la sociedad.


Como de tiempos no ando muy sobrado, os dejo aquí este aperitivo, la entrevista que hice a Deron Williams y que publicó el diario ABC el lunes 7 de noviembre en su edición impresa y digital.

En breve algunos documentos más. Görüşürüz (hasta pronto)

domingo, 30 de octubre de 2011

Algunas cuestiones (#estuautonomica & live)

Adaptarse a algo nuevo siempre lleva un tiempo, en la cancha y en al vida. Por motivos labores he tenido que dejar mi devenir entrenador, y estoy flojeando con el blog. Pero se trata de una situación temporal. Para cubrir mi baja con el Estudiantes Autonómica he logrado que otro bloguero, y reciente gran amigo, Sraly de Puertatrás, cubra mi plaza. Una situación compleja que puede ser positiva para el grupo.



En unas horas vuelo para Turquía, allí voy a hacer algunas entrevistas, verme con algunos jugadores, y conocer cómo funciona la Türkiye Basketbol Ligi. A la vuelta prometo intentar organizar mejor todo lo que me rodea, incluyendo el regreso a la regularidad del Sputnik.

Lo importante ahora es mantener la confianza, no perder los nervios, y atreverse al contagio. Básicamente lo que esta haciendo el equipo ACB del Estu en este principio de temporada, a pesar de los temblores justificados que produce al espectador en ciertos momentos el equipo. No son años fáciles para nadie, y la precariedad condiciona la economía, ya sea en Grecia o en el Magariños, así que toca experimentar hasta con la gaseosa.

Se trata de superar las limitaciones y/o los contratiempos, ensayar nuevas fórmulas, y no perder la visión global de las cosas. De lo contrario estamos perdidos, y no hay necesidad de sufrir más de lo necesario. El baloncesto que nos gusta (en todas sus vertientes) es el que esta basado en la diversión y la complicidad, pero para ese viaje también hay que hacer escalas. Habrá que buscar el equilibrio entre “la paciencia y la exigencia” de todas las partes, porque las cosas, para que tenga buena sintonía, hace falta afinarlas con cuidado y sin prisas.

Hasta pronto.

lunes, 10 de octubre de 2011

De Estu y aquello...

Ayer en el Palacio de los Deportes de Madrid había ambiente de hipódromo setentero. Como en una carrera de caballos el público de la grada esperaba impaciente para ver cómo se resolvía la tarjeta de dudas de un equipo que se presentaba frente a un rival fuerte como el Valencia Basket.

Jayson Granger. ACB Photo-Antonio Martín.

Las tensiones tenían que ver con la vuelta de Pepu al banquillo; con el encaje de jugadores como Antoine Wright, Cedric Simmons, o Luis Flores; con el regreso de un jugador tan simbólico como Carlos Jiménez; o con la oportunidades que tendrán algunos miembros del róster estudiantil como Daniel Clark, Driesen, o Edu Martínez. Se volvía también a un estilo que se identifica más con la tradición del equipo colegial, un juego de distintas velocidades, con intensidad en defensa, y que trata de controlar los ritmos, arriesgando en ataque.

El encuentro aglutinaba suficiente carga emocional -Nik Caner-Medley con la camiseta naranja- para que la gente que estaba viendo en directo a los dos equipos sufriera, gritara, y saltara del asiento con cierta asiduidad. Puro espectáculo más allá de lo que ocurría en el parquet.

Por la noche volví a ver el partido, esta vez en diferido y con la retransmisión que había realizado Teledeporte. El ritmo de los comentaristas era plomizo, y si uno atendía a los debates se podía perder en las disquisiciones que realizaba con cierta frecuencia Rafa Vecina. Algunas de ellas tan sorprendentes como apostar por la “interpretación arbitral” antes que por el cumplimiento estricto del reglamento. Arseni Cañadas hacía regulares intentos por trasmitir euforia, pero más allá de señalar que “el público se enfada con los árbitros”, faltaba cierta convicción, y sólo Manel Comas tenía la capacidad de enganchar con alguna de sus historias basadas en su experiencia como técnico.

Las audiencias de la primera jornada de la Liga Endesa vuelven a la letanía del absoluto desinterés, sábado 1.32% share, y domingo 1.64%. La tensión competitiva no genera una relación directa con la tensión televisiva, y más allá de los habituales lamentos sobre la promoción y el cuidado, mi visión es que hay una incapacidad manifiesta por trasmitir pasión narrativa y emociones.

Carlos Jiménez impresionante en su regreso. ACB Photo: Antonio Martín.

Si volvemos a la escena del crimen, más allá de las derivas televisivas, el partido de ayer aventuró algunas ideas interesantes. La primera es que la FEB debería pensar en recluir un tiempo a Claver con Carlos Jiménez, a modo de Pequeño Saltamontes y Kung Fu; que el Valencia de Paco Olmos esta bastante perdido y que, supongo, algunos jugadores después de estar con Pesic se tomaran el cambio en la dirección del banquillo como una broma de mal gusto; que Pepu ha devuelto la alegría a la afición colegial (“jugamos con fuego y nos salió bien” dijo en la sala de prensa); y que la Liga Endesa debe pensar en hacer una renovación integral si quiere sobrepasar el tope de lo anecdótico, porque tiene materiales suficientes como para ser mucho más.

El Estudiantes ACB ganó 71-69, y ahora toca viajar a Barcelona y Fuenlabrada. Ya se ha logrado un cambio respecto a la tendencia de otros años, no empezamos con un 0-5, y la grada del hipódromo ruge ante la posibilidad de ver buenas y vibrantes carreras. Habrá que ver cuántas veces logramos llegar los primeros a la meta. Ayer se consiguió, y, como dijo Pepu,“fue algo más que ganar un partido”.

PD: El #estuautonomica jugamos ayer por la mañana en Pozuelo. Un partido difícil que logramos ganar (65-70) desde la defensa, con un ritmo muy alto de juego, y con todo el equipo muy implicado. Buenos síntomas para un grupo con ganas de crecer.

viernes, 7 de octubre de 2011

Entrevista a Sergio Llull

Ayer en Lavapiés (Madrid) se presentaba una exposición de fotos que Chus Antón ha publicado en la revista Vice, y que estaba patrocinada por la marca deportiva Nike. Al evento acudió el jugador del Real Madrid Segio Llull, que habló con los jugadores del equipo de La Corrala que hicieron de modelos en las fotos, y luego atendió por riguroso orden y minutaje a los medios de comunicación presentes.

Llull con el gran Carlitos Wey.

Sergio Llull (Mahón 1987), esta deseando que comience la Liga ACB. Tras cinco temporadas vistiendo la camiseta del Real Madrid, el jugador será el encargado de dirigir el juego del equipo, junto con Sergio Rodríguez, en una temporada que ha despertado mucha expectación entre los aficionados madridistas. La llegada de jugadores como Pocius, Jayce Carroll, y, especialmente, Rudy Fernández, pueden dar una imagen renovada del equipo que entrena Pablo Laso.

En la pretemporada se ha visto al equipo muy implicado, ¿ha cambiado la dinámica del equipo respecto a lo que trasmitía el año pasado con Messina en el banquillo?

Yo creo que el equipo de este año esta muy implicado, pero el del año pasado también lo estaba. Son momentos y estilos diferentes. Lo que ocurre es que hay mucha ilusión por hacer las cosas bien, con muchas ganas de trabajar, y de empezar la liga para tener ya un ritmo de competición e ir ganando partidos.

¿Hay una sintonía especial por el hecho de que Pablo Laso fuese base en su etapa de jugador?

Si. Creo que es algo que nos va a venir muy bien tanto a Sergio Rodríguez como a mí. Nos ayuda mucho para ver el juego desde nuestra posición, y de momento nos esta dando muchísima confianza. Él nos pide que corramos, que llevemos un ritmo rápido del partido. La idea es intentar jugar al contrataque a partir de una defensa sólida.

¿Se retoma el estilo de juego que aplicó Joan Plaza en su etapa como entrenador del Real Madrid?

Puede ser. En cierta forma se vuelve a un juego más dinámico, más espectacular para el aficionado, y a un juego que creo que a este equipo, por nuestras características, le va a beneficiar.

La presencia de Rudy Fernández, o su marcha a la NBA, ¿puede afectar a los roles dentro del equipo?

Creo que no. Rudy es un gran jugador, y el tiempo que le dejen va a estar muy implicado con el Real Madrid, cuando se vaya ya veremos la manera de solucionarlo, pero por ahora todo lo que pueda aportar es positivo. El bloque del año pasado sigue, y eso es importante porque nos da seguridad y confianza. Los fichajes nuevos nos van a ayudar a dar un salto de calidad que necesitamos para ganar los títulos.


¿Has hablado con Carlos Suárez sobre lo que ocurrió cuando fue descartado para jugar el Eurobasket de Lituania?

No lo hemos hablado. El tema de Carlos es especial, porque por tercer año consecutivo se queda fuera de la convocatoria. Pero yo creo que llegar a estar en ese grupo de los quince preseleccionados ya es un privilegio, y que muchos jugadores pagarían por poder esta ahí. Al final no pudo entrar porque hay muy buenos jugadores como se ha visto luego. Sobre sus declaraciones no entro a valorarlo, es su opinión y hay que respetarlo.


Comienza la Liga ACB con una presentación espectacular, ¿crees que a el baloncesto español esta donde le corresponde?

Esa es una cuestión que tiene que ver con el marketing y los departamentos de comunicación de la ACB. Lo cierto es que el baloncesto español esta en constante crecimiento, cada vez hay más gente que se engancha a este deporte y espero que siga así muchos años. No creo que haya que cambiar el reglamento para hacer más atractivo el juego. El estilo de juego que tenemos en la ACB es el mejor de Europa, y los jugadores que vengan se tiene que acoplar a nuestro ritmo de competición.

¿Quién fue tu referente?

Sin duda Michael Jordan, creo que es el mejor jugador que ha pisado una pista de baloncesto, y le he visto hacer cosas increíbles. Desde pequeño siempre me fije en él como un modelo, y aunque es imposible hacerlo, imitar sus movimientos.

¿Cuáles son tus retos para este año?

Mi objetivo es ganar títulos, seguir mejorando como jugador, y ayudar al equipo a llegar a lo más alto. Espero que lo logremos este año.

PD: Esta entrevista la he publicado en elEconomista.es.

domingo, 2 de octubre de 2011

Historias del #estuautonomica

El primer día de clase, si uno empieza una nueva etapa en un colegio, hay nervios. Hoy en La Nevera era el primer partido del equipo de 1ª Autonómica serie A del Estudiantes, el siguiente paso del conjunto que la temporada pasada disputamos el campeonato sub 21 de Madrid, y había más incertidumbres que certezas.


Los jugadores son casi los mismos, salvo dos incorporaciones, pero la categoría es senior y se supone más dura que la de la etapa anterior. Al partido de hoy llegamos con poco rodaje, con los sistemas cogidos con alfileres, y con ciertas dudas sobre cómo íbamos a responder tras una fase de pretemporada y entrenamientos ciertamente floja.

Pero la idea es la misma de hace unos meses: divertirnos jugando, conspirar colectivamente, construir desde la intensidad defensiva, y ser valientes en ataque. Para esta lógica, que queda en el espacio de la proclama de intenciones más que de las realidades contrastables hasta ahora, se cuenta con todo el equipo, así que la rotación de los doce jugadores es ajustada al derecho de la identidad del grupo. Todos tienen que tener la percepción de haber participado en la victoria o en la derrota.

Nuestro partido de hoy fue contra el CD Hercesa, y, aunque nos queda mucho por pulir, la primera impresión fue buena. Hay ganas de estar en el nuevo colegio, y no sólo para ser uno más sino para destacar, al menos en lo que a ganas y compromiso se refiere.

Comienza una nueva etapa de las Historias, en otra de las categorías, no estrictamente de formación -aunque para mí lo es- de nuestros baloncestos. Al equipo le queda mucho por mejorar, pero hoy hubo señales de que la voluntad por defender la camiseta del Estudiantes en esta categoría es tremenda para un equipo singular en la historia del club.

Estudiantes 80 - Hercesa CD 48

(14-12// 18-10// 17-13// 31-13)

Espero que a partir de hoy pueda recuperar el ritmo habitual del blog, y también de esta sección. Tiene la palabra el ba-lon-ces-to.

PD: Del Estu ACB prometo escribir algo en estos días, como previa de lo que será el inicio de la temporada el próximo domingo frente al Valencia. Por lo pronto hoy se ha ganado al Fuenlabrada en el Torneo de la Comunidad de Madrid en un partido raro como pocos.

lunes, 19 de septiembre de 2011

Astérix en el Eurobasket

Astérix y Obélix acudieron a Lituania con la ilusión de disfrutar de unos días de asueto y baloncesto. Retirados de la vida guerrera desde hace tiempo, querían encontrarse con algunos de sus viejos colegas de aventuras continentales. Ambos disfrutaron del torneo, pero especialmente de un jugador, Juan Carlos Navarro al que no le hizo falta ninguna poción mágica para demostrar sus poderes, tan sólo el ser fiel a su estilo y el estar cada día más suelto en cuanto a las obligaciones tácticas. Durante el campeonato Navarro encontró grandes aliados para avanzar en su plan.

Por un lado Pau Gasol, un habitual en el arte de conspirar con el jugador de San Feliú de Llobregat, que llegó al Eurobasket con ganas de imponer su ley y sus glorias, y por otro Marc Gasol, que ha demostrado que junto a su hermano puede formar uno de los duetos más míticos de la pintura y el baloncesto.

La comodidad de Navarro ha coincidido con el regreso de Calderón a la dirección de empresa, sabiendo dirigir y aportando; la incorporación de un Ibaka que, todavía con cierta timidez, intimida en la zona como nunca nadie lo hizo en una selección española; o la aparición intermitente de un Rudy con reflejos de esgrimista en defensa y, a veces, eléctrico en ataque. La rotación de Sergio Scariolo no ha dado para mucho más, y no porque el resto haya estado mal, sino porque el plan de ajuste ideado por el técnico italiano tras la piedra del mundial de Turquía apenas admitía más combinaciones que las seguras. Con independencia de los gustos, lo cierto es que la formula del italiano ha funcionado.

Sada, San Emeterio, Felipe, y Llull han rendido, en el balance global, en consonancia con la confianza del técnico, Claver ha vivido una experiencia bonita, y sólo Ricky ha cavado un poco más el hoyo de las dudas que de manera obsesiva esta generando en el último año. El base de los Timberwolves tendrá ganas de empezar de cero y dar un sonoro portazo para respirar un poco cuando llegue a su nueva casa de Minnesota.

Astérix y Obélix se han divertido en el Eurobasket, no sólo por el resultado de la selección gala -que ha logrado una merecida medalla de plata de la mano de un brillante Tony Parker- sino porque el torneo ha reunido algunas de las características de sus inconfundibles historietas. Cada país se ajustó al guión de las virtudes y flaquezas esperadas, y sólo Macedonia, de la mano de un sensacional McCalebb, rozó la proeza de dar la campanada en la ascensión al Tourmalet. No subió al podio porque la Rusia de Kirilenko lo impidió, pero se lleva el premio de la montaña por el esfuerzo.

De vuelta a la aldea gala, y con Navarro, los hermanos Gasol, y Calderón de invitados estelares, se servirán suntuosos manjares, y José Luis Sáez podrá sentarse con Abraracúrcix para rememorar las valiosas batallas ganadas por "el baloncesto FEB" a lo largo del verano. Al final de la noche, tras lo jabalíes y los brindis, llegara el momento de volver a reconocer al jugador más listo de todos los territorios que un día ocupo el César, el jugador al que en Lituania llaman Juanas Carlosas Navarro.

PD1: Esta columna la he publicado en ElEconomista.es.

PD2: Estoy estos días trabajando para el canal latinoamericano Tele Sur, os dejo aquí el enlace de una historia que hicimos sobre el baloncesto en Belén.

lunes, 12 de septiembre de 2011

Maradona, Mágico, y Jasikevicius

Hace unos años Diego Armando Maradona visitaba El Salvador. En una rueda de prensa organizada a su llegada se dedicaba a elogiar el juego y la personalidad de Mágico González, aquel jugador de fútbol salvadoreño que conseguía en la década de los '80 enganchar a la gente con su fútbol directo y sus goles de volea. Mágico, que también surfeó por el lado salvaje de la vida cuando era futbolista profesional, no llegó nunca tan alto como Diego, pero en su país, y en Cádiz, todavía le recuerdan como un genio dentro y fuera de la cancha, aquél que sólo podía entender el fútbol como una diversión.


En aquella visita Maradona hizo una recomendación a los chavales que se inician en el fútbol, "que amen la pelota, no hay táctica ni juego si uno no tiene amor por lo que hace", decía entonces El Pelusa.

En el baloncesto también hay genios que han mantenido una relación especial con el balón por encima de otras consideraciones. Magic Johnson mantuvo un idilio tan apasionante que logró hacer del juego un arte, y el show time sería inexplicable sin la química que el jugador de los Lakers logró generar cuando tenía la pelota en sus manos.

Estos días, en el Eurobasket de Lituania un jugador aprovecha la oportunidad de encontrarse entre su gente para mostrar al mundo que el deporte es mucho más que una estrategia bien pensada. Sarunas Jasikevicius a sus 35 años -y con la mochila cargada de premios individuales y colectivos recogidos con clubes de toda Europa- suda, grita, gesticula, anima, y corrige cuando juega un partido. Sus compañeros le miran, a veces con atención y otras con cierto hastío, porque saben que Saras domina el lenguaje del baloncesto y sus ritmos como pocos.

Cuando el torneo entra en la última semana de competición -con una selección española que cada vez asusta más; con Francia jugando al escondite; con Lituania haciendo la ola alrededor de un jugador del futuro como Jonas Valanciunas; con una Rusia muy seria; y con selecciones como Serbia y Grecia que engrasan sus fusiles a la caza de alguna recompensa-, merece la pena fijarse en un veterano jugador como él y la pasión y calidad con la que todavía juega.

El jugador de Kaunas, como decía Maradona en su viaje a El Salvador, "tiene amor por lo que hace", y, gracias a esa relación especial con el baloncesto la única persona que queda fuera de sus consejos y reproches es la pelota. Lo que ocurra fuera de la pista de juego, como pasó con Mágico o con Diego, no importa. Con un balón en la mano y compitiendo, Jasikevicius sabe perfectamente cómo divertirse, para mayor gloria de los seguidores de este deporte.

PD: Nueva colaboración para elEconomista.es.

miércoles, 7 de septiembre de 2011

Groucho Marx y la selección

A Groucho Marx cuando le preguntaban por su estado de animo respondía "¿comparado con quién?". A la selección española de baloncesto le podría servir esa respuesta para testar las impresiones de esta primera semana de Eurobasket en Lituania.

Foto: Federación Española de Baloncesto (FEB)

Los dos últimos partidos, la victoria frente a Lituania y la derrota frente a Turquía, han abierto la Caja de Pandora de los halagos y reproches al equipo de Scariolo. Para unos la primera parte frente al equipo anfitrión (62-36) fue la muestra de la potencia del equipo español, para otros, el último cuarto frente a los turcos (donde sólo se anotó dos puntos) es el ejemplo de nuestra poca fiabilidad competitiva cuando Pau Gasol no es la referencia en la cancha.

Pero, siguiendo con la lógica marxista (de Groucho), pocas selecciones pueden ofrecer mejores sensaciones. Nadie ha desplegado un juego que a día de hoy pueda ser una garantía de continuidad en el torneo. Quizá Francia, con Tony Parker y Nicolas Batum especialmente brillantes, sea el equipo que más cómodo se ha visto en la pista, pero el conjunto galo no se escapa de las dudas que genera un juego en exceso anárquico en una fase más competitiva.

Habrá que ver qué sucede en los próximos partidos. El grupo de España -con Alemania, Turquía, Francia, Serbia y Lituania- es mucho más duro que el otro cuadro -Grecia, Rusia, Eslovenia, Macedonia, Georgia y Finlandia-, y eso, aunque pueda parecer una paradoja, puede ser una ventaja para el equipo de Scariolo en esta nueva etapa del Eurobasket, porque da la impresión que la selección juega más cómoda bajo presión, y que en la exigencia algunos jugadores encuentran la motivación para lograr su mejor ritmo de juego.

Pero también es cierto que todavía queda mucho campeonato, que hay que estar fino todos los días, que hay jugadores que están bastante 'missing' en lo que a responsabilidades se refiere, y que, a la larga, jugar con una rotación tan limitada -por decisión técnica-, y demasiado sujeta a dependencias (desde la preparación), puede pasar factura.

Siete días después, el Eurobasket muestra las mismas incertidumbres que al comienzo. Nadie ha destacado en exceso, exceptuando esa primera parte impresionante de España frente a Lituania, y nadie puede descartar a ninguno de los equipos que partían como favoritos (en un sentido amplio) para las medallas.

En este caso al bueno de Groucho Marx, como le ocurre a nuestra selección, sólo le valdría compararse con él mismo para saber cómo esta. Y en esa tesitura, las sensaciones son muy distintas en función del día y el momento.

PD: Nueva colaboración para elEconomista.es.

sábado, 3 de septiembre de 2011

Saitama 03/09/2006

Hoy tres de septiembre hace exactamente cinco años de la medalla de oro lograda en Japón que consolidó a la mejor generación del baloncesto de nuestro país. Aquel triunfo tuvo muchos significados y despertó muchas sensibilidades, buena parte de lo que generó tuvo que ver con la actitud del entrenador que llevó al equipo a lo más alto del podio y a la forma de hacerlo. Pepu Hernández llegó a la selección después haber entrenado en prácticamente todas las categorías de formación del Estudiantes, y de haber triunfado con el primer equipo colegial, con el que logró la Copa del Rey de 2000, el subcampeonato de la Liga 2003/04 y el subcampeonato de la Copa Korac 1998/99. Tras el éxito de Japón logro la medalla de plata en el Eurobasket celebrado en Madrid en 2007. Poco antes de las olimpiadas de Pekín, en el año 2008, la Federación Española de Baloncesto decidió retirarle del cargo de seleccionador.

La entrevista a las puertas del Madrid Arena en Noviembre del 2006. Foto: Fran Panadero.

Coincidiendo con el quinto aniversario de la final de Saitana, vuelvo a publicar en el blog la entrevista que le hice a Pepu tras aquel campeonato del mundo para el periódico Diagonal, cuando todavía se saboreaban las mieles de aquel histórico triunfo.

¿Cuál es la parte menos buena de todo esto?

Yo creo que hay muy pocas, son casi todas positivas. Quizá que ahora estoy mucho tiempo sin pisar cancha y sin entrenar. Pero tampoco es un gran problema por el momento.

Dijiste aquello de “os voy a decir una palabra. Y escuchadla bien, porque va a ser una palabra muy importante: ba-lon-ces-to”. Recientemente en el diario El País no mereció ni una línea el partido entre el Estudiantes y el Barcelona que juntó a 13.500 personas, ni tampoco la vuelta del Joventut a la Euroliga. En cambio, el partido de dieciseisavos de la Copa del Rey de fútbol entre el Alavés y el Celta ante 1.600 espectadores tuvo una columna entera para contarnos que fue un aburrimiento...

Yo pongo en duda la sensibilidad de algunos medios con lo que la sociedad está demandando. Creo que todos tendríamos que revisar qué es lo que estamos haciendo bien y mal, con autocrítica. En algunos casos los medios actúan de forma mecánica con determinadas situaciones y creo que de verdad no están siguiendo al día la sensibilidad que puede tener la gente con nuestro deporte. Dije que íbamos a hablar de baloncesto y lo dije sobre todo en el sentido de la cantidad de valores que puede transmitir este deporte, y creo que es lo que más ha llamado la atención este verano por el trabajo de la selección, por un grupo de jugadores que ha actuado de una forma natural, y yo creo que ha habido algo más que querer ganar. Por eso digo que hay una serie de valores que el deporte del baloncesto puede transmitir, y hablo de todo el baloncesto, no del baloncesto de la selección, sino de todo el baloncesto. Me da la impresión de que hay gente que quiere que compitamos con otro deporte, que es el fútbol, y nosotros no tenemos que competir con nadie, sino estar muy atentos a hacer nuestro trabajo bien. Tenemos la responsabilidad al estar acercándose gente al baloncesto, y hay que hacer que la gente se divierta y vea que es un deporte atractivo, que las chavalas y los chavales que jueguen estén cómodos, bien atendidos, que se sientan bien en este deporte independientemente de hasta dónde lleguen. El baloncesto no se mide única y exclusivamente por audiencias televisivas.

Dijiste también que baloncesto “equivale a educación, generosidad, solidaridad, trabajo en equipo, talante y tolerancia”. ¿Crees que son valores que socialmente se están transmitiendo?

Yo creo que el deporte es un medio más para transmitir valores, siempre he dicho que si un entrenador enseña sólo técnica y táctica es muy pobre, no es suficiente. Por eso debemos ser cada vez más tutores. Creo que a partir de ahí podemos hablar de añadir comportamientos sociales. Esto es una posibilidad más. Por ejemplo, ayer en el chiste de Forges una niña le decía a un niño en el patio del colegio: “Yo, cuando sea mayor, voy a ser pacifista” y el niño pregunta: “y eso, ¿dónde se estudia?”. “En casa”, sentencia la niña. En casa se aprenden cosas, en el deporte otras, o las mismas, por qué no. Todo está en contacto con la sociedad, cualquier momento o cualquier situación es buena para transmitir valores que nos hagan ser un poco mejores como personas. Más tolerantes, más generosos, más solidarios, etc.

Foto: Fran Panadero.

¿Cuál es el baloncesto que le gusta a Pepu?

Me gusta un baloncesto por supuesto técnico, con tácticas, pero una vez superado eso, lo que me gusta es el baloncesto de las sensaciones, de la sensibilidad. Donde el jugador o jugadora transmite todo lo que sabe. Que no sea un robot ni una maquinita. Que sepa hacer cosas y no parezca un guión totalmente preestablecido, porque creo que se nota inmediatamente. El aficionado quiere improvisación, genialidad, velocidad, poca racanería. El espectador quiere eso, y nosotros, la gente del baloncesto, queremos divertirnos de esa forma; creo que es mejor así.

¿Echas de menos un baloncesto más cotidiano, más de a pie, más de club...?

Yo ya dije que cuando entré en la selección no iba a trabajar a corto plazo, al ritmo de las competiciones. Bueno, lo tengo presente porque sé que es lo que se espera de mí, pero a mí me gusta trabajar a medio y largo plazo. Ver las posibilidades y las proyecciones que hay independientemente del tiempo que esté en la selección, donde me encuentro muy bien. Pero también es cierto que en un momento determinado podría echar de menos el baloncesto de competición diaria. La verdad es que no sé exactamente qué voy a hacer en el futuro.

¿Y el Estudiantes, se echa de menos?

Sí. Echo de menos todo. Porque cómo no voy a echar de menos con todo el tiempo que he estado trabajando en Estudiantes, pero así son las circunstancias. La decisión de dejar Estudiantes fue mía. Afortunadamente, bien o mal, es una decisión personal, de la que no me arrepiento. Pero sí echo de menos determinadas cosas, bueno, yo creo que a eso estamos acostumbrados todos.

¿Cuáles fueron las experiencias positivas de este Mundial, aparte de las más evidentes?

Yo no he cambiado, creo que sería un error si pensáramos que hemos llegado a algún sitio. Hemos empezado una nueva etapa, y muy bien. No sé si se esperaba o no pero evidentemente nosotros estamos encantados. Lo mejor es que el éxito ha sido muy bien acogido, hay muchísima ilusión tanto antes como después del campeonato, hay mucho agradecimiento y lo único que creo es que no tenemos que cambiar mucho, ser los mismos, ser gente que quiere hacer un buen baloncesto, que quiere mantener los valores que se han ido transmitiendo. Y si sumamos determinadas actuaciones, tanto individuales como colectivas, es posible que en un futuro volvamos a tener un premio importante. Debemos trabajar desde la tranquilidad, la humildad y la normalidad.

¿Cómo se consigue que conecten jugadores que ganan una fortuna, metidos en un sistema que les idolatra más como estrellas publicitarias?

No cuenta, cuando entrenas no cuenta absolutamente nada lo que cobras o lo que dejas de ganar. Sólo cuenta tu capacidad de entregarte al grupo, tu capacidad de apoyar, de formar parte de un proyecto. Es verdad que hay gente que no es así, pero también hay gente que conecta, que se siente bien trabajando al lado de otros y no piensa sólo en sí mismo. Como yo digo, cuando no hay más remedio pues se aplica la profesionalidad. Pero yo esto lo pongo en el ámbito del ‘tener que’, lo del ‘querer’ es otra cosa. Y yo creo que el ‘querer’ es mucho más divertido, querer hacer las cosas es mucho mejor, se hace con más facilidad, no te cuesta tanto esfuerzo. En ese aspecto hemos tenido una fortuna muy grande porque el grupo es muy especial, el grupo por el objetivo común está dispuesto a sacrificarse individualmente y eso es muy de agradecer.

Para terminar, ¿cuáles son, para ti, los placeres de la vida?

Los placeres de la vida para mí son muy sencillos. Estar con mis amigos, estar con mi familia un día entero, que últimamente no he tenido muchos. Pero ahora mismo es muy difícil no tener obligaciones muy directas. Ya digo, el estar con los amigos, una buena lectura, charlar y, por supuesto, hablar de baloncesto. Me gusta muchísimo hablar de baloncesto. Y no sólo de cuestiones técnicas o tácticas, de todo lo que rodea al baloncesto. Ya sé que muchas veces charlando no se arreglan las cosas, pero mira, alguna vez surge una idea, una línea a seguir y yo creo que en eso tenemos que estar.

jueves, 1 de septiembre de 2011

La incógnita de Lituania

Hace ahora exactamente cinco años la selección de baloncesto logró su mayor éxito deportivo. El Mundial de Japón supuso la consolidación de un grupo de jugadores que ha trasformado la visión que hasta entonces se tenía sobre la participación de selecciones españolas en campeonatos internacionales.


Aquella victoria fue anterior al fenómeno futbolero de la Roja, y abrió el tarro de las esencias de la calidad combinada con el buen juego, algo no siempre habitual en el deporte. Desde entonces hasta ahora la selección de baloncesto ganó una medalla de plata en un Eurobasket celebrado un año después en Madrid; otra medalla de plata en las Olimpiadas de Pekín 2008, en una final que supuso uno de los partidos más memorables de baloncesto de todos los tiempos; una medalla de oro en el Eurobasket de Polonia celebrado en el 2009; y un sexto puesto en el Mundial celebrado el año pasado en Turquía.

Desde aquel día en el Saitama Super Arena de Japón tres entrenadores han dirigido al equipo en el banquillo: Pepu Hernández, Aito García Reneses, y, tras las Olimpiadas de Pekín y hasta el día de hoy, Sergio Scariolo. Aunque cada uno ha tenido su estilo, lo cierto es que la selección no ha recuperado la frescura que tuvo en aquella experiencia asiática, pero sí ha demostrado tener una plantilla con suficientes garantías para aspirar siempre a lo máximo en las competiciones que ha disputado.

Los Gasol, Navarro, Rudy Fernández, Calderón, Ricky Rubio y Felipe Reyes forman un septeto de calidad impresionante. Si además sumamos la incorporación del pívot nacionalizado por la vía de un Consejo de Ministros, Serge Ibaka, el poderío es incontestable. Salvo Felipe, el resto juega o ha jugado en la NBA, un dato impensable no hace tanto tiempo. Pero que las piezas sean de lujo no te asegura que el resultado sea el esperado.

Ocurrió en la última cita, en el Mundial de Turquía, cuando un triple desde nueve metros del base serbio Milos Teodosic dejó al descubierto algunas de las vergüenzas del equipo español, relegando al equipo que partía como favorito a una plaza menor.

Como ocurrió en el torneo de Japón, en Lituania participarán 24 equipos, esta vez sólo continentales. Una competición más abierta de lo habitual, en la que alcanzar un ritmo de juego estable cuanto antes puede ser requisito necesario para que los equipos logren el premio de clasificarse para los Juegos Olímpicos de Londres 2012. Un privilegio que sólo tendrán asegurado los dos primeros equipos del campeonato, y que ha supuesto que para este Eurobasket muchos europeos en la NBA se hayan animado a participar. Nunca antes tantos jugadores de la liga estadounidense participaron en un torneo europeo, algo a lo que probablemente también ha contribuido el lockout que soporta la liga que dirige David Stern.

La anfitriona, junto con Francia, Turquía, Serbia, Rusia, además de España, parten como favoritas. Grecia, Alemania, e Italia son equipos que habrá que tener en cuenta, y hay un numeroso pelotón que puede dar la sorpresa amparado en un anonimato que los beneficia. Todo dependerá de cómo se vayan resolviendo los cruces de la competición a partir de que empiece la fase final del campeonato. La selección de Scariolo será probablemente la que muestre un juego interior más sólido, pero la tradición europea de artillería fina desde el tiro exterior puede dar algún susto a cualquiera.

Sea como fuere hay un dato incontestable, la selección es el equipo con mejor palmarés de la última década en Europa, tiene un grupo experimentado en competiciones internacionales, y tiene la necesidad perentoria de clasificarse por la vía directa a las Olimpiadas. Motivos suficientes para creer que puede sumarse al carro de éxitos que lleva acumulando la Federación Española de Baloncesto durante todo el verano, nada menos que siete medallas en diferentes campeonatos de formación.

Una de las dudas que genera el equipo de Scariolo es saber si los jugadores actúan en sintonía con el entrenador, un asunto que se puso en cuestión durante el anterior Europeo de Polonia –en el que, tras una primera fase desastrosa, los jugadores hicieron una reclamación a favor de una mayor libertad en el juego, acabando el campeonato con la medalla de oro colgada al cuello–, y si han desaparecido los efectos de la eliminación en Turquía.

La otra incógnita será saber si se puede recuperar a toda la masa de aficionados que se ilusionaron con las sensaciones que transmitió el equipo que dirigía Pepu en Japón, aquel que hizo de la humildad y la cooperación una de sus mejores armas competitivas. Algo que casa mal con las excesivas expectativas mediáticas y las etiquetas rimbombantes. En definitiva, lo que falta por saber es qué versión del equipo veremos en Lituania.

PD: Este artículo lo he publicado a modo de previa en el periódico Diagonal, antes de disputarse el primer partido contra Polonia, con el título de El Eurobasket de las incógnitas.