Pancho Jasen lleva ya ocho temporadas en Estudiantes, es el actual capitán y referente del equipo. La entrevista la realizamos pocos días antes del último partido de la jornada regular de la ACB, contra el Baskonia, una vez que el equipo ya se ha salvado del riesgo de descender de categoría.
La entrevista se enmarca en un trabajo más amplio que estoy realizando sobre el baloncesto en Bahía Blanca, en especial sobre la mítica generación de los '70, con Mandrake Cabrera, Ignacio De Lizcaso y Lito Fruet, para el número 104 del periódico Diagonal. Un trabajo del que ya hablaremos, y del que aquí pongo algunos notas de la conversación.
Estudiantes
Sputnik Basket Blog: En pretemporada las expectativas eran mucho mayores que lo que luego se demostró. ¿Qué valoración haces de este año?
Pancho Jasen: El gusto es agridulce, porque creo que podríamos haber hecho mucho más. aAhora estamos contentos porque con la victoria al Real Madrid hemos conseguido una tranquilidad que buscábamos desde hace tiempo. Este año hemos perdido partidos con resultados muy cerrados, que nos han hecho no llegar a meternos en play off. Además tuvimos problemas al principio de temporada que nos hicieron mucho daño, como fue el tema de la falta de implicación de Cummings, y la lesión de Rancik... Esto nos hizo no estar a tono desde el principio. La plantilla daba para mucho más, y se vio en algunos partidos.
S.B.B.: ¿Cómo valoras el papel de Luis Casimiro?
P.J.: Muy bien. Yo me siento muy muy a gusto con él. Creo que es una persona muy inteligente para llevar al grupo. En momentos difíciles siempre mantuvo la calma, lo cuál es muy importante. Lo ha hecho bien, pero creo que los jugadores podíamos haber estado mejor para conseguir los resultados esperados. Ahí estuvo el fallo, no en el entrenador.
S.B.B.: Eres el capitán de Estudiantes, qué responsabilidad asumes en el grupo y qué significa.
P.J.: Se me hace más difícil ahora mi papel en el equipo, que en los años que estuvimos peleando por el campeonato o jugando los play off. Pero hay que estar en la buenas y en las malas. Siempre hay que dar pelea, y en ese sentido estoy contento de todo lo vivido. Además yo estoy muy orgulloso de ser el capitán de una institución tan prestigiosa como Estudiantes, con tanta historia.
S.B.B.: Después de Donosti, en el que hicimos un partido lamentable frente a un rival directo, y que no jugaste por lesión, ¿qué hablasteis los jugadores en el centro de la pista?.
P.J.: Lo básico que se dijo fue que ellos estaban celebrando en nuestra cara la salvación, y que nosotros no habíamos hecho nada en ese partido. Que eso no podía ser, que nos tocaba a nosotros dar la cara y pelear. Se vio luego contra el Madrid. La imagen en Donosti fue muy mala. Dimos un cambio enorme y supimos demostrar nuestra voluntad de ganarnos el respeto.
S.B.B.: ¿Por qué ese cambio de un partido a otro?
P.J.: Fue uno de nuestros problemas todo el año. La conclusión es que si no hubiéramos tenido esas lagunas, el equipo podría haber estado un poco más arriba. Es algo que no sé explicar.
S.B.B.: ¿Crees que Estudiantes tiene algo de especial respecto a otros clubes?
P.J.: Lo especial es ver chavales por todos lados jugando al baloncesto. Es un club que trabaja mucho la cantera, y que además tiene el espejo del primer equipo en la ACB. En ese sentido no hay que defraudar a los chicos, yo lo entiendo como una responsabilidad muy grande.
S.B.B.: Perspectivas de futuro, personales y en el club...
P.J.: No pienso mucho en eso. Ahora estamos tranquilos, porque ya estamos salvados, pero hasta hace poco no había tiempo para pensar en más futuro que el propio equipo, salvarnos y mantener al club en la ACB. Aunque sé que termina mi contrato, yo estoy muy contento aquí, pero el tiempo dirá qué sucede con mi carrera...
S.B.B.: ¿Cuál crees que es el espacio que debe ocupar Estudiantes en la ACB?
P.J.: Lo que tiene que intentar Estudiantes es volver a ganarse ese respeto que tenía hasta hace poco. Que se consigue con continuidad, con tener una base estable de jugadores, sin tantos cambios de un año a otro, como en los últimos tiempos. Se necesita además a la gente, tenemos una afición maravillosa, que se tiene que sentir identificada con un grupo de jugadores que no cambie continuamente. Hay que hablar de esa filosofía por encima de aspiraciones concretas en la tabla. Es una cuestión de imagen, si no es difícil.
S.B.B.: En ese sentido al final del año la grada se ha identificado mucho contigo, con Carlos Suárez, con Popovic...
P.J.: Si, seguro. Pero también tienes a Iker que lleva muchos años ligado al Club, o a Corey que nos vino muy bien. Se necesita ese espíritu, pero no un partido sólo, sino siempre, para que la gente se sienta como contra el Madrid, que la gente se fue contentísima con su equipo...
[Popovic interrumpe por detrás y grita a la grabadora:¡¡Po-po-vic el mejor!!]
Argentina
S.B.B. Naciste en Bahía Blanca, la ciudad del baloncesto argentino. ¿Qué tradición tiene?
P.J.: Hay 21 pabellones de basket en una ciudad de tan sólo 350.000 habitantes. Los chicos se vuelcan al baloncesto, les encanta, y es una ciudad que respira basket. Muy peligroso jugar allí, no engañas a nadie. Hay que jugar bien porque la gente es muy crítica, y vive por el baloncesto. Nuestra tradición no es de jugadores muy grandes, pero sí jugadores técnicamente buenos en posiciones perimetrales, como Cabrera, Fruet, Espil... ¡Manu Ginobili!
S.B.B.: ¿Te gustaría volver a jugar allí?
P.J.: Me gustaría volver a jugar en Argentina, pero no lo pienso todavía. Sobretodo por estar cerca de mi familia, pero eso se piensa más con el corazón que con la cabeza.
S.B.B.: ¿Quizá volver a Estudiantes de Bahía Blanca?
P.J.: Estudiantes hoy por hoy es el equipo que más representa en la liga nacional a Bahía Blanca, fui muy feliz allí. Pero yo de chico era de Pacifico. El equipo que me volvía loco. La historia de Pacifico es peculiar. Estudiantes es como un club más grande, es el equipo ejemplo, y Pacifico más de barrio, mucho más humilde. Yo allí jugué en todas las posiciones, porque no había otra. Marcelo Richotti, mítico base del club, era nuestro ídolo, entre un montón de chicos que jugábamos en categorías de cantera formativas. Eso también vale mucho.
Punto final
S.B.B.: ¿Qué crees que aporta el baloncesto en la formación de personas?
P.J.: Yo creo que tiene mucho valor en lo humano, no sólo en lo deportivo. Creo que el baloncesto genera un sentimiento muy bueno. De trabajo en grupo, de compañerismo, de juego en común, de asumir responsabilidades...
Un montón de cosas, algo que el día de mañana lo vas a necesitar aunque no juegues al basket, y eso creo que es lo más importante de este deporte.
3 comentarios:
Hay que hacer algo con Popovic...
¿Renovarle? ¿Un monumento?
Parece que hay un malentendido en la entrevista. Pancho era seguidor de Pacífico, pero no jugó allí. He repasado la grabación y da a entender que además de seguidor fue jugador de cantera. Como me comenta un amigo desde allí, Pancho, se formó en el club bahiense Leandro N. Alem, y su primer equipo fue Andino la Rioja junto con Manu Ginobili.
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