Giulio Andreotti fue uno de los más importantes representantes del poder político de la segunda mitad siglo XX en Europa occidental. El político italiano, miembro de la desaparecida Democracia Cristiana, ejerció sus maneras en todo tipo de contextos políticos desde los años '40 hasta la década de los '90 hasta que, asfixiado por las derivas de la corrupción y las alianzas mafiosas, su partido desapareció. Andreotti se caracterizó por dejar unas cuantas frases para la historia, entre otras aquella de: "El poder desgasta, sobre todo cuando no se tiene".
Al Real Madrid de baloncesto le ocurre algo parecido. Siendo un equipo construido para ejercer el poder, el no alcanzar la gloria absoluta le desgasta en exceso, y en ese peregrinaje que ha vivido tras la salida del banquillo de Joan Plaza las urgencias por ganar algún título son perentorias. Lo intentó sin éxito con Messina, que chocó contra un Barça que ejerció de apisonadora moral frente a los blancos, y ahora vive en la incertidumbre de ver qué ocurre con el socorrido Pablo Laso.
Por lo pronto el juego del Real Madrid ha ganado en rapidez y belleza, asuntos que son valorados cuando se trata de equipos meritorios pero que pierden cotización en los equipos de cabecera cuando no van acompañados de títulos o premios.
Por su parte el Barça aplica una doctrina más cercana al pensamiento del desaparecido líder chino Deng Xiaoping, aquél que introdujo el capitalismo en China con la siguiente declaración de intenciones: "Da igual que el gato sea blanco o negro, lo importante es que se coma al ratón". El Barça de Xavi Pasqual va tan sobrado de tropas que incluso se puede permitir el lujo de rotar a un jugador franquicia (en otros equipos) por partido. A sus notables prestaciones colectivas, a pesar de algunas lagunas en esta temporada, hay que sumar su condición de equipo local. La posibilidad de alzar su tercera Copa consecutiva estará, entre otros, en las manos de un Juan Carlos Navarro al que ningún defensor parece capaz de amargar hoy en día, no sólo por lo que hace, que es mucho y bueno, sino que también por lo que logra que sus compañeros hagan, que no es poco...
El cuadro de los cabezas de serie lo completan Baskonia y Unicaja de Málaga. Ambos equipos han generado más dudas que certezas antes de llegar a la cita, pero pensar que el equipo de Ivanovic no va a pelear por el título sería ingenuo, más cuando el líder del grupo es un tipo como San Emeterio que puede meter canastas con los atributos. Igualmente el Málaga de Chus Mateo tiene tablas para vencer a cualquier adversario, aunque las heridas, y las dudas abiertas en el equipo tras la destitución de Aíto no parecen haber cicatrizado todavía.
Los otros cuatro equipos -Lagun Aro GBC de San Sebastián, Lucentum Alicante, Banca Cívica de Sevilla y Baloncesto Fuenlabrada- pelearan por darle sentido a esta competición. A partido único siempre es posible dar la sorpresa, aunque esas gestas parecen ya lejanas en una competición que abrigó hace años resultados sorprendentes. Para ellos estar en Barcelona ya es un premio, pero nadie se conforma con llegar hasta el escaparate de la pastelería. Esta por ver si alguno de ellos puede darle un bocado a un pastel que parece destinado a Den Xiaoping o Andreotti. Aunque estos cuatro valientes también pueden hacer buena otra frase del político italiano:"Se que soy un hombre medio, pero cuando miro a mi alrededor no veo ningún gigante".
PD1: Esta columna la he publicado en elEconomista.es como previa a la Copa del Rey que se celebra del jueves 16 al domingo 19 en Barcelona.
PD2: Estaré en la #CopaACB cubriendo lo que ocurra en esos días, en el blog trataré de publicar cada día mi visión de la jornada.
2 comentarios:
Hola Jacobo,
Me ha encantado el sesgo referencial que has dado a la entrada. Soy uno de los que han dudado del proyecto (proyecto?) RM y no por ser culé, simplemente por no verle recorrido ni ideas, por ello creo que la frase del camaleón Andreotti lo clava. Del Barça espero mucho porque creo que han pasado el bache y los que son acostumbran a estar y son muchos. Del resto "qui lo sa", los vascos pueden ver como el pequeño se come al grande, a mi me haría mucha gracia. En todo caso creo que se presenta algo más abierta que en ediciones anteriores donde toda la emoción estaba en ver la diferencia que lograría el Barça sobre su rival en la final.
Ya iremos comentando, a ver si nos divertimos. Pero no te distraigas demasiado del libro :-P, ese gin-tonic está ya en marcha.
Un saludo
@Ferrán Blasco: No me distraigo que es mi prioridad ;-) De acuerdo en todo lo que dices. Creo que la sorpresa puede venir por GBC y Fuenla...
Un saludo y gracias por el comentario.
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