Historias de un entrenador de cantera. (Matrix Reloaded)

Difícil fin de semana para el Cadete E de Estudiantes. El sábado, cuando muchos preparaban el aperitivo o la cena para ver el Real Madrid-Barça de fútbol, o estaban viendo el final del Barça-Real Madrid de basket, nosotros teníamos una cita muy importante en el Magariños. Partido a las 20h frente a Pozuelo. Por si fuera poco, hoy domingo, de nuevo en cancha completa en el Magata, partido contra Estudio a las 9:00 a.m. Dos enfrentamientos importantes en algo más de 12 horas para los chavales.

Maravillosa foto de Kike Díaz en Club Estudiantes

First Round
Contra Pozuelo, en los dos primero cuartos hicimos el mejor juego de todo el año. Muy bien los cortes, muy buena selección de tiro, muy bien acompañando el balón, muy bien toda la rotación, y muy atentos a la primera línea de pase en defensa, perfectas las ayudas... Para el espectador una gozada, para los jugadores, muy implicados, un motivo de sentirse confiados en sus posibilidades. Habíamos planteado los dos encuentros como uno sólo. En el descanso hablamos de mantener la tónica de intensidad y concentración.

Ocurrió que, como con la película Matrix, la segunda parte fue decepcionante. En cierta medida porque la sincronía de la primera mitad no surgía con la precisión anterior, y porque ante las faltas que recibíamos la respuesta era frustrante: 1/11 en tiros libres en el tercer cuarto, donde sólo anotamos seis puntos. En defensa lagunas en el centro de la zona, y dificultad para cerrar el rebote y segundas opciones de tiro, 21 puntos de ellos en el mismo periodo.


En el último tramo mejoramos nuestra disposición en el juego, pero el agujero resultó insalvable. 4/26 en tiros libres en el total del partido, una de las condenas de nuestra temporada. Quizá si hubiéramos introducido una disposición defensiva distinta, alguna zona, el resultado habría cambiado. Una reflexión a posteriori, que hace echar de menos la presencia de un segundo entrenador en el banquillo. Alguien que te pueda hacer sugerencias, y ayudar a focalizar las debilidades.

Estudiantes 44 Pozuelo 57
11-13//16-8//6-21//11-15

Second Round
Hoy a las 8:15 de la mañana en el Magariños estaba todo el equipo. Síntoma de que había ganas de jugar, y recuperar las buenas sensaciones de la primera parte del día anterior. El partido era contra Estudio B, que ha ganado todos los partidos que ha disputado éste año. No tiene en su casillero ni una sola derrota. Cuando jugamos allí nos ganó de mas de 30 puntos, con una sensación muy amarga de todo el equipo. En aquella ocasión una defensa 1-3-1 press, tras canasta durante todo el partido, nos bloqueó.

Para el partido de ésta mañana llevábamos mucho tiempo preparando la respuesta. Marcar una línea de pase en ayuda, para subir el balón, anterior al jugador que recibía de fondo; trabajar con el poste repetidor, para sacar muy rápido el balón y atacar el aro en velocidad; dar el pase antes del posible trap; así hasta preparar alguna jugada para situaciones concretas de partido...

El primer cuarto todo salió perfecto, y lo ganamos a pesar de -una vez más- los fallos en los tiros libres (1/6). En el segundo tuvimos la capacidad de encajar los golpes como en un combate de boxeo, con capacidad para ganar la pelea. Sin embargo en la segunda parte del encuentro se nos hizo de noche y se nos olvidaron las respuestas para sus constantes preguntas. Un desastre en toda regla.
Estudiantes E 43 Estudio B 80.
13-11//14-26//5-23//11-20

Conclusiones
Antes del primer partido bromeamos con que yo a los jugadores siempre les digo que cuando ganan es mérito de ellos, y cuando perdemos la culpa es mía. No es bienquedismo. Lo cierto es que yo entiendo que todos los jugadores deben jugar un tiempo suficiente de minutos como para sentirse parte de la dinámica del grupo. Sea la que sea. Quizá de no ser así se podrían ganar más partidos con una rotación mucho más corta, quizá no, pero estamos en baloncesto de formación y lo considero muy importante. Es jodido porque algunos jugadores se van quemados al banquillo si piensan que lo están haciendo bien (lo cuál me alegra porque si les diera igual sería peor). Lo cierto es que contra Pozuelo todos pudieron sentir por momentos que eramos un equipo, y todos los jugadores aportaron muchísimo en una primera mitad perfecta.

Luego hay jugadores que faltan a algún entrenamiento, que se distraen con las tentaciones de la primavera, o que se pierden en las complejidades de la estrategia. Pecados lógicos en una edad con muchos atractivos además del baloncesto. Pero debemos entender que la implicación es una cuestión de respeto al grupo, donde el nivel lo marcan algunos jugadores, y todos lo debemos intentar alcanzar.

Hoy he salido muy jodido como entrenador del Magata, en dos días he(mos) perdido dos partidos, pero también he aprendido mucho. Y eso, se lo debo a los chavales del cadete E. La próxima vez todo saldrá mejor.