miércoles, 11 de marzo de 2009

11 de marzo 2004

“Lo que ha ocurrido esta mañana en Madrid esta en la lógica más asquerosa del ser humano. La putrefacción total de los objetivos por los que alguien puede llegar a hacer eso. Me despertó mi padre asustadísimo. A la mujer de mi hermano le pillo cerca. Por suerte no paso nada. Ahora la ciudad esta conmocionada, no se habla de otra cosa. Me llamó algún amigo de fuera de Madrid asustado, saben que Atocha esta cerca de Lavapiés. Pobre Lavapiés, también hoy la gente habla bajito y mira al cielo donde sobrevuelan helicopteros. La ciudad colapsada. Silencios, miradas, caras tristes, personas que andan rápido con los nervios a flor de piel. Cualquiera que se cruza tiene una incertidumbre. Dicen a esta hora que quizá hay más coches preparados para explotar. Todavía no sabemos todo”.

Esto le escribí a una amiga que estaba en Londres, el 11 de marzo del 2004, a las 10:30 de la mañana. En medio de una conmoción tremenda. Recuerdo que por la tarde fui a trabajar en un rodaje de cine, cerca del Puente de Segovia. Un tipo bajo la ventanilla de su coche y nos grito "¡asesinos!". Todo el mundo siguió en silencio hasta que se decidió suspender el trabajo, no tenía sentido estar allí.

Mientras vinieron las mentiras, las declaraciones de Zaplana, Acebes o Aznar. La tendenciosa manifestación “en defensa de la constitución”, las filtraciones de la prensa extranjera, las pruebas, las evidencias, la convocatoria frente a la calle Génova, las elecciones...



Y antes de ese día fueron las manifestaciones contra la guerra, las bombas sobre Bagdad, la brutalidad policial disolviendo protestas porra en mano, el C.C.O.O. de Urdaci, la caza de brujas contra el documental 'La pelota vasca', la polémica de los Goya, el Prestige, la intensa lucha por el Laboratorio 3...

Dos años después de las bombas pude entrevistar a Pilar Manjón, para Diagonal. La entrevista fue en el local de la Asociación de Afectados por el 11-M, junto a la estación de Santa Eugénia. Un local modesto donde había mucho movimiento de afectados, abogados y psicólogos.



Antes de la entrevista hablamos de baloncesto. Yo llevaba una insignia del Estudiantes que Manjón reconoció enseguida, ella había jugado de pequeña, “era de las mas altas de mi edad”. Me preguntó por el Club y la invité a ir juntos a algún partido. Me dijo que todavía era pronto para buscar distracciones. Su hijo Daniel, estudiante de INEF, que murió en el atentado, prefería el fútbol. También hablamos mucho de Lavapiés, de la convivencia, de la difícil situacione del barrio, de proyectos de futuro.

Era el momento de las esperanzas en la tregua de ETA, y cuando todavía no había empezado el proceso judicial por los atentados del 11 de marzo. También era el tiempo en que había una presión mediática enorme contra ella, señalada como la encarnación del mal por los grupos que amparaban la “teoría de la conspiración”. Ya entonces había recibido amenazas de todo tipo, pero estaba muy entera en su local, rodeada de la gente que la quiere.

Hoy es un día para recordar. También para seguir peleando por una sociedad en que no vuelva a ocurrir nada parecido a aquella mañana de marzo, en la que cambiaron muchas cosas.

Ni aquí, ni en ningún lugar del mundo.

"Para los de bigote, para los de las guerras, para los de las torturas en Guantánamo, para los que no encontraron las armas de destrucción masiva, para los que no sabían ni que existían, para los que nos mintieron entonces, para los que nos mienten ahora, para los amigos del ex presidente del Gobierno, para los amigos del ex ministro del Interior, para los amigos de Bush, para los que si pierden unas elecciones se enfadan (...), para todos ellos, y en mi nombre, mi desprecio más despreciable"
Pilar Manjón.

4 comentarios:

Luis dijo...

Yo recuerdo cómo me gustó escuchar el programa de Diego A. Manrique, el Ambigú de Radio 3, al cabo de un año, se puede ver aqui:

http://ambigu.radiotres.org/archives/2005_03.html

Anónimo dijo...

por seguir relacionando el 11-M con el baloncesto, ese domingo 14 jugábamos contra el Fuenlabrada uno de los partidos más duros que ha habido nunca. Cielo santo que espeluznante fue aquel derbi.

Jacobo Rivero dijo...

Si no recuerdo mal, en un partido, poco después, contra el Madrid en su cancha, buena parte del pabellón señalaba a la Demencia mientra gritaba "¡asesinos!".
La policía pedía que la gente se quitara los pañuelos palestinos o camisetas con referencias a países árabes...
Yo no estuve, pero creo que así me lo conto Jomeini.

Anónimo dijo...

no lo recuerdo, la verdad. Hubo un derbi, creo que de ULEB, muy poquito después de los atentados, donde sacamos primero una pancarta que metimos como "Real Madrid te quiero", arrancamos el Real y sacamos una especie de crespón negro; y luego otra pancarta de "ZP: Zaragoza partidazo". El trampas de fútbol había ganado la final de copa de fútbol. Pero eso de "asesinos" no me suena