(Crónica con retraso). El sábado jugábamos contra el Colegio Estudio. Un clásico en la rivalidad de dos de las instituciones con más solera del panorama educativo madrileño. Cada uno con su estilo, pero ambas con mucha historia y algunas coincidencias.
Llegamos al partido con algún lesionado, pero con ilusión y ganas. Salimos bastante tocados física y mentalmente. Estudio nos metió un repaso importante, y algunos jugadores salieron heridos en el orgullo y magullados.
Durante todo el partido, el equipo local (Estudio), nos plantó una defensa 1-3-1 press en todo el campo. Una defensa que estábamos entrenando desde hace unos días, y que queríamos aplicar en breves momentos de algunos partidos. Estudio nos la sirvió muy bien cocinada y sin opción a elegir.
Un debate clásico en el mundillo del baloncesto de formación es cuándo introducir la defensa en zona. Algunos puristas creen que más tarde mejor, y que en formación no es bueno defender en zona porque los chavales se 'acomodan' y buscan la facilidad de una defensa que es menos exigente con los jugadores individualmente. Sería mucho más largo explicar el debate, pero a mí no me parece mal aplicar una zona en formación. Creo que depende del equipo que entrenemos, y su proyección como jugadores.
En cualquier caso la zona 1-3-1 press es muy bonita, presiona mucho la salida de balón, y fuerzan errores que son aprovechados en rápidos contrataques.
Aíto es el amo de éste tipo de defensa. La aplicó con notable éxito en el Joventut. Es una defensa 'dura', que puede tener un coste importante en las faltas del equipo, pero cuyo riesgo merece la pena. En ACB hay tres árbitros, y se aplican en gestionar la legalidad de una defensa que presiona al jugador con balón hasta el límite.
En nuestro partido del sábado el único árbitro pitaba lo que veía. Nada que objetar. El problema era que no podía ver todo lo que ocurría en el campo. Dos de nuestro jugadores sangrando, varios con golpes, otros por los suelos... Sensación de frustración. Estudio cometió 25 faltas, muchas más que nosotros, el árbitro pudo pitar el doble.
Que nadie se equivoque, el partido se perdió porque jugamos muy mal, no por el arbitraje. Errores en los pases, muchos nervios, y sin soluciones para romper una zona al límite.
Yo no supe dar las instrucciones para romper el bloqueo. En la vuelta, en el Ramiro, nos volveremos a ver. Será un partido muy distinto, también bonito. Seguro.
Estudio B 62- Estudiantes E 39
PD: ¡Vaya Semanita! Ojo que vienen muchas noticias en el blog. Mañana, coincidiendo con el final de la encuesta, publicaré un post lleno de novedades, sugerencias, y proyectos. Varios relacionados con la Copa de Bilbao.
2 comentarios:
Me ha gustado tu entrada, no hay muchos blogs sobre baloncesto de base y el tuyo veo que toca este tema.
Yo también soy entrenador de base y mi lógica me dice no implantar las zonas hasta cadete, aunque cada equipo es un mundo y muchas veces hay que acoplarse a lo que te exigen o dejan de exigir los jugadores.
Creo que el gran error que cometemos los entrenadores de base es intentar ganar los partidos como sea y muchas veces la zona es lo más fácil. No porque nuestro equipo lo borde, sino porque el contrario no mete una y así los jugadores se confían en la defensa y se estancan en su aprendizaje con lo que no conseguimos el verdadero objetivo: sacar el máximo rendimiento de cada uno.
Como bien dices la 1-3-1 press a toda pista es una defensa muy bonita y que exige un gran esfuerzo, a mi me gusta mucho pero hay que trabajarla detenidamente y que cada jugador sepa su posición en el campo.
Un saludo desde sobrelabocinablog.blogspot.com un blog de nueva apertura (llevamos 1 día) pero la cosa va enserio. Te agrego al blogroll.
PD: me gustaría ir poniendo poco a poco artículos de baloncesto en formación.
Buenas Óscar, bienvenido:
Por un lado el blog toca el baloncesto de base, de forma tangencial y normalmente realcionada con mi equipo, el Cadete E de Estudiantes. Es lo que tengo más cerca. Me alegra que tu también seas entrenador y quieras hablar de éste tema.
Sobre la aplicación de la zona no tengo muy claro la solución. Yo creo que en infantil de segundo año ya se podría trabajar. Lo que sí que creo (y llevo varias noches sin poder dormir pensando en este asunto) es que hacer 1-3-1 un partido entero, incluso cuando vas ganando de más de 20 puntos, contra un grupo de chavales de 15 años que lo están pasando muy mal es una putada.
Y la ética de un entrenador de baloncesto debe fijarse en la situación de sus jugadores, pero también en la de los contrarios. O eso creo yo.
Un saludo y felicidades por tu blog.
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