Alicia Alfonsín comenzó a jugar al baloncesto a los siete años en el Club Deportivo y Social Colegiales. El Club que la pillaba más cerca de su casa, casi a la vuelta de la esquina. Según un directivo del Club era la que más puntos anotaba, la mejor del equipo, con mucho estilo tirando tiros libres.
Damián conoció a Alicia cuando fue a interpretar una obra de teatro a Colegiales. Aquel era un espacio que combinaba actividades deportivas con otras sociales, pensadas para el encuentro entre vecinos, amigos, conocidos, aficionados... Un lugar donde divertirse y pasarlo bien alrededor de placeres de la vida, como hacer deporte o teatro.
Alicia y Damián se casaron. Tenían 17 y 19 años respectivamente cuando el 23 de noviembre de 1977 desaparecieron. Alicia estaba embarazada de seis meses. Se sabe que fueron enviados a centros de detención clandestinos llamados El Banco y El Atlético, más tarde Alicia fue enviada a la ESMA, la temible Escuela de Mecánica de la Armada argentina que funcionó como centro de detención y torturas. El hijo de ambos, Juan, nació en marzo de 1978. Vivió 20 días con su madre.
Ocurrió durante lo que la Junta Militar que tomó el poder por la fuerza en Argentina en 1976 llamó 'Proceso de Reorganización Nacional', que duró hasta 1983. El general Videla no tuvo inconveniente en teorizar en público sobre lo que ocurrió con una muchacha llamada Alicia, de 17 años de edad, que jugaba al básquetbol, con Damián y con otras 30.000 personas más detenidas-desaparecidas. Así lo explicaba el general: “No, no se podía fusilar. Pongamos un número, pongamos cinco mil. La sociedad argentina, cambiante, traicionera, no se hubiere bancado los fusilamientos: ayer dos en Buenos Aires, hoy seis en Córdoba, mañana cuatro en Rosario, y así hasta cinco mil, 10 mil, 30 mil. No había otra manera. Había que desaparecerlos”, dijo Videla. La teoría del sufrimiento inmenso por el desaparecido la realizó Hitler muchos años antes.
Juan creció sin conocer quienes fueron sus padres, empotrado en una familia que no era la suya. Jugó al hockey y portaba el mismo número que había llevado su madre como jugadora de básquetbol. Pero él no lo sabía. Con 26 años conoció a su gente, a su verdadera familia. A sus abuelos, a sus tíos, a sus raíces. Y su universo cambió en aquel momento. “Digamos que en circunstancias totalmente distintas y en lugares totalmente distintos, tuvimos una vida similar, la vida de club, la vida social de club. Y la constancia de ir a entrenar, de jugar cada fin de semana” cuenta Juan. Como él miles de niños fueron arrancados de sus padres. Algunos sobrevivieron porque sus balas se las tragó un adulto que le protegió con la espalda y con la vida de la muerte.
En el Club Deportivo y Social Colegiales se sigue jugando al básquet y hay carteles que ofertan inscripciones para muchachos de ambos sexos. Además hay otras actividades deportivas y culturales. La sede que sirvió como escenario para algunas de las secuencias de la película Luna de Avellaneda (2004) de Juan José Campañella. La misma donde se concocieron Alicia y Damián.
A ellos, como a Matías, a Cristina, a Mariano, a Otilio... los desaparecieron cuando estaban en una pizzería, en un autobus, en medio de una clase de filosofía o cuando estaban cenando con sus amigos. El tiempo se detuvo entonces. Algunos jugaban al básquet, otros al rugby, hockey o fútbol. Lo cuenta Gustavo Veiga en el libro 'Deporte, Desaparecidos y Dictadura' de ediciones al arco.
Un manuscrito imprescindible que, como cuenta Ariel Scher en el prólogo, indaga en las huellas de personas forzadas a desaparecer de su tiempo y del de sus seres queridos, “porque todas estas huellas que Veiga buscó con el oficio (de periodista) y encontró con el alma constituyen un homenaje”. Así sea.
Damián conoció a Alicia cuando fue a interpretar una obra de teatro a Colegiales. Aquel era un espacio que combinaba actividades deportivas con otras sociales, pensadas para el encuentro entre vecinos, amigos, conocidos, aficionados... Un lugar donde divertirse y pasarlo bien alrededor de placeres de la vida, como hacer deporte o teatro.
Alicia y Damián se casaron. Tenían 17 y 19 años respectivamente cuando el 23 de noviembre de 1977 desaparecieron. Alicia estaba embarazada de seis meses. Se sabe que fueron enviados a centros de detención clandestinos llamados El Banco y El Atlético, más tarde Alicia fue enviada a la ESMA, la temible Escuela de Mecánica de la Armada argentina que funcionó como centro de detención y torturas. El hijo de ambos, Juan, nació en marzo de 1978. Vivió 20 días con su madre.
Ocurrió durante lo que la Junta Militar que tomó el poder por la fuerza en Argentina en 1976 llamó 'Proceso de Reorganización Nacional', que duró hasta 1983. El general Videla no tuvo inconveniente en teorizar en público sobre lo que ocurrió con una muchacha llamada Alicia, de 17 años de edad, que jugaba al básquetbol, con Damián y con otras 30.000 personas más detenidas-desaparecidas. Así lo explicaba el general: “No, no se podía fusilar. Pongamos un número, pongamos cinco mil. La sociedad argentina, cambiante, traicionera, no se hubiere bancado los fusilamientos: ayer dos en Buenos Aires, hoy seis en Córdoba, mañana cuatro en Rosario, y así hasta cinco mil, 10 mil, 30 mil. No había otra manera. Había que desaparecerlos”, dijo Videla. La teoría del sufrimiento inmenso por el desaparecido la realizó Hitler muchos años antes.
Juan creció sin conocer quienes fueron sus padres, empotrado en una familia que no era la suya. Jugó al hockey y portaba el mismo número que había llevado su madre como jugadora de básquetbol. Pero él no lo sabía. Con 26 años conoció a su gente, a su verdadera familia. A sus abuelos, a sus tíos, a sus raíces. Y su universo cambió en aquel momento. “Digamos que en circunstancias totalmente distintas y en lugares totalmente distintos, tuvimos una vida similar, la vida de club, la vida social de club. Y la constancia de ir a entrenar, de jugar cada fin de semana” cuenta Juan. Como él miles de niños fueron arrancados de sus padres. Algunos sobrevivieron porque sus balas se las tragó un adulto que le protegió con la espalda y con la vida de la muerte.
En el Club Deportivo y Social Colegiales se sigue jugando al básquet y hay carteles que ofertan inscripciones para muchachos de ambos sexos. Además hay otras actividades deportivas y culturales. La sede que sirvió como escenario para algunas de las secuencias de la película Luna de Avellaneda (2004) de Juan José Campañella. La misma donde se concocieron Alicia y Damián.
A ellos, como a Matías, a Cristina, a Mariano, a Otilio... los desaparecieron cuando estaban en una pizzería, en un autobus, en medio de una clase de filosofía o cuando estaban cenando con sus amigos. El tiempo se detuvo entonces. Algunos jugaban al básquet, otros al rugby, hockey o fútbol. Lo cuenta Gustavo Veiga en el libro 'Deporte, Desaparecidos y Dictadura' de ediciones al arco.
Un manuscrito imprescindible que, como cuenta Ariel Scher en el prólogo, indaga en las huellas de personas forzadas a desaparecer de su tiempo y del de sus seres queridos, “porque todas estas huellas que Veiga buscó con el oficio (de periodista) y encontró con el alma constituyen un homenaje”. Así sea.
7 comentarios:
Brutal periodo. Sin palabras.
Esto me pone los pelos de punta...
@spanjaard: Lo peor es que allí, como aquí, hacer espacio a la memoria para que algo así no vuelva a repetirse encuentra oposiciones. Los que lo hacen, supongo, que lo creen así porque no descartan que pueda volver a producirse.
@Lafayette: No es para menos.
Un saludo y gracias por los comentarios.
Bueno.
He llorado leyendo esta historía.
A mí solo hay dos hechos que me bloquean me dejan sin palabras y la única salida que encuentro es el llanto.
Uno son los gritos.Cuando alguien me grita o realiza un gesto violento me quedo inmovil sin saber que hacer y lloro.Es así.
Y otro esto.
Me quedé sin palabras leyéndolo una y otra vez.No iba a comentarlo pero ellos se merecen que no lo pasemos por alto.Todos ellos.
Creo que la sociedad todas las sociedades de todos los paises debemos de estar alerta ante este tipo de sujetos que pueden volver a surgir en cualquier momento y los tiempos que vivimos son un caldo de cultivo excelente para ello.
Pués gracias Jacobo por este documento y te doy las gracias porque es importante que lo tengamos presente.Que no se nos olvide que no los olvidemos.
Un saludo
Marta
@marta: 100% de acuerdo con lo que dices. Vivimos tiempos complejos como para descartar que cosas así no vuelvan a pasar. Mucho más si quedan impunes.
Un saludo y muchas gracias por tu comentario.
Jacobo,
Relato estremecedor. Gracias tío.
En octubre de 2005 tuve la gran suerte de viajar a Buenos Aires, donde se encontraba mi hermana Belén(con la carrera de medicina ya realizada, ex jugadora de Canoe junior de la étapa dorada...de Monica Messa, Carolina Múgica, Tete Ruiz Paz,,,etc). Una lesión gravisima de rodilla en Cabrini la dejo en la estacada del baloncesto como base titular de un juvenil-junior(7)
Ella , misionera seglar, ya habia recorrido el sur de Inglaterra y gracias a ella y sus misiones , la familia pudimos conocer la tierra de Winchester-"Camelot" castillo de leyenda del Rey Arturo, y la basílica(desde donde se imaginan que es donde se desarrollo la escena Arturiana. Allí es donde esta colgada la tabla redonda de los 12 caballeros del Rey Arturo)(cartel que me compre por mi admiración al film Excalibur- John Boorman, 1981, mi segunda película favorita de todos los tiempos).Pero eso fue mucho antes , en 1997.
Retomo Argentina(mil disculpas). Allí vivi o vi un clásico entre RIVER y BOCA. Espectacular. Fué a las 16h. Tres cacheos diferentes cada 100 metros... en los aledaños del campo. Todos peores y más sucios que los del Expreso de medianoche(Alan Parker film 1978), metiendote la mano hasta el tuétano...buscando machetes , navajas, pistolas, etcétera.
Los furgoleros quedaron 0-0. Un aburrimiento total. Nivel de fútbbol Ínfimo.
Salida del estadio: 4. 000 espectadores del equipo rival , Boca Juniors, salen con los antidisturbios(estos llevaban palos en vez de porras desde la barbilla al suelo), hacia sus casas en el subte(metro)...Los aficionados del River tuvimos que esperar a que dieran la señal de que estaban en sus casas para salir del estadio una hora y media más. Flipante. Aquello estaba "más o menos " limpio antes del partido. Tenias q saltar jeringuillas, y mierda, mucha mierda.
Un pais y una capital horrible.
Sobre los desparacidos nos contó mi hermana que ese suceso había vuelto por completo LOCO a todo un país entero y nos llevo a una cuesta donde aparecian en colores de todas las gamas, los nombes desaparecidos. Un momento MUY desagradable...en fin...q atrocidad.
Q genocidio en un pais tan querido por los españoles, donde no cabe el sentimiento reciproco en ellos. Los "gallegos" somos unos h.d.p. para los Argentinos...normal!!!
Sufrimos mordidas en la llegada al aeropuerto nada más pasar el control de acceso al país...
Me dio una pena terrible. Fue entrañable el viaje de quince días. Mucho mate=? NO. No deja dormir la droga esa. Q asco.
En fin...tierra rica explotada y en vias más de subdesarrollo q de desarrollo.
Un abrazo Jacobo.
FELIZ NAVIDAD A TODOS Y FELIZ 13, Q A TODOS "NOS CREZCA" LA ESPERANZA. YO CREO Q SEREMOS MÁS FELICES Q EN EL 12. Me gustan más los impares...
@MINI MONI: El 13 es un gran número, vendrá cargado de proyectos y baloncestos.
Un saludo y gracias por el comentario.
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