lunes, 26 de diciembre de 2011

Occupy the NBA, los Gasol's brothers, Urdangarín..

El pasado 22 de noviembre el Senador Malcolm A. Smith de la ciudad de Nueva York hizo un llamamiento a construir un “movimiento nacional de protesta contra el lockout”. El representante demócrata por Queens quería de esta forma unir para la causa revolucionaria a toda la tropa que se mueve entre las bambalinas de la mejor liga de baloncesto del mundo para llevar a la guillotina a los causantes de pérdidas económicas y vacíos emocionales: David Stren y Billy Hunter.


Pero el acuerdo entre los owners y los jugadores cuatro días después calmó los ánimos de un buen número de afectados que ya había expresado el apoyo a la propuesta. Surgía la iniciativa en el contexto del movimiento #OccupyWallStreet, que tras la acampada realizada el 17 de septiembre de 2011 en el Zuccotti Park de Lower Manhattan (NYC) se había extendido por todo el país para protestar por el poder absoluto de las empresas y la evasión fiscal sistemática del 1% más rico del país en detrimento del 99% de la población restante.

Así fue como el debate que se estaba produciendo en la sociedad estadounidense a partir del levantamiento de Nueva York llegaba hasta la NBA en el contexto del lockout. Dave Zirin (para mí uno de los periodistas deportivos más interesantes que hay hoy en día) escribía de este asunto en su blog Edge of Sports, precisamente con el título de Occupy the NBA. Zirin hablaba de los “miles de trabajadores con bajos salarios, la gente de limpieza de los pabellones, del estacionamiento de los coches” que se habían quedado sin blanca por un enfrentamiento entre "billonarios y millonarios" como muchos, entre ellos Derrick Rose, han afirmado que era. “En algún lugar de Phoenix hay un chico vestido de gorila con un letrero que dice: 'Tus mates a cambio de comida'”, en referencia a The Gorilla la mascota de los Phoenix Suns. Pero Zirin advertía que quizá los jugadores eran tan miembros del 1% de privilegiados como los propietarios.

Etan Thomas, con una larga experiencia en la NBA, vicepresidente de la asociación de jugadores (NBPA), miembro del grupo de negociación en el lockout, y que además es un destacado poeta y activista por los derechos sociales en Estados Unidos, contestaba a Zirin desde ESPN. “Si tu jefe llega y dice: 'escucha, sé que estamos teniendo unos beneficios récord globales en cuanto a ingresos totales y el año más lucrativo en la historia, pero hay algunas decisiones individuales con las que no estamos contentos y necesitamos hacer recortes de sueldo masivos. Necesitamos llegar a un acuerdo para construir nuevas reglas y hacer más fácil deshacerse de ustedes.' ¿Cuál sería tu reacción? Dirías, 'algo de dinero es mejor que nada de dinero', o sería reunir el resto de sus compañeros y protestar”. Por eso, a juicio de Thomas, el lado de los jugadores era el del 99% de la sociedad, a pesar de reconocer que algunos jugadores eran unos privilegiados respecto a buena parte de la población.

Pero el debate amainó tras desbloquearse las negociaciones. En los días posteriores al acuerdo en la NBA, el lanzamiento de misiles en forma de jugador a distintos puntos de la geografía estadounidense fue tal, que parecía el tablero de guerra nuclear de la película Teléfono Rojo Volamos Hacia Moscú. Nada nuevo si no fuera porque los Lakers habían decidido mandar a Pau Gasol a Houston, tras breve escala en Nueva Orleans para repostar y chocar la mano con Luis Scola. Una putada en toda regla que alejaba al de Sant Boi de la farandula angelina, los anillos de púrpura y oro, y las tertulias con Antonio Banderas y Placido Domingo en Sunset Boulevard.


Como ocurrió en Juegos de Guerra la tragedia se evitó sin saber muy bien cómo, al menos hasta nuevo aviso. Pau Gasol me dio la sensación por primera vez de ser un poco softy al declarar que la NBA era “cada vez más un negocio y menos un deporte”. Una afirmación sabida desde tiempo inmemorial y que sorprende si realmente lo descubrió el genial pivot de los Lakers tras verse tratado como un cromo en el patio de un colegio. Quizá, lo ignoro por completo, el BBVA tuvo que echar mano del teléfono rojo para evitar que sus clientes perdieran una referencia tan exitosa...

Por otra parte, en la vuelta al cole, Marc Gasol renovó por los Memphis Grizzlies, con un contrato de cuatro años por 58 millones de dólares. Una oferta de empleo poco habitual para un chaval de 26 años en estos tiempos que corren plagados de becarios y contratos basura; Rudy Fernández, que se vendió por algunos medios como “fundamental” en el roster de Mark Cuban hace unos meses, trasladó su residencia a Denver tras recuperar las sensaciones de sentirse querido en España; Calderón regresó a Toronto y la tranquilidad canadiense; y Ricky Rubio pudo por fin encontrarse con Kevin Love en Minnesota. La NBA ha levantado el telón.



No hay que alarmarse, los motivos para la protesta que sugería el Senador Malcolm A. Smith han desaparecido. Los camareros del Madison, el Staples, o cualquier cancha de la NBA, seguirán vendiendo "BudSpencers" y gin tonics durante los partidos, los aparcacoches latinos seguirán viviendo de las propinas, y The Gorrilla seguirá haciendo cabriolas para llegar a fin de mes mientras Steve Nash atiende a las indicaciones del coach Alvin Gentry en la banda.

Por aquí tampoco hay motivos para ejercicios perroflauticos: Indultado el consejero delegado del Banco de Santander; trasladado Iñaki Urdangarín al pabellón de los deportistas del Museo de Cera; y desahuciados de sus casas aquellos infelices que osaron comprarse un piso alentados por el ladrillo de Florentino y otros mecenas deportivos, la vida sigue, con sorpresas tan gratas como que Miles Davis saca un nuevo disco veinte años después de su muerte. Una buena noticia para aquellos que creemos que el baloncesto y el jazz, por encima de sus tiempos y circunstancias, tienen algo en común: su capacidad para sorprender e improvisar a partir de una base maravillosa.



Sea como fuere, toca disfrutar de la buena música y el buen baloncesto. El resto, como diría James Carville: “es economía, estúpido”.

Feliz año 2012, y mucha suerte con vuestros proyectos.

PD: Por cierto, estoy participando en el concurso de blogs del diario 20 minutos, si os apetece entrar y que merece la pena votar por el Sputnik os dejo aquí el enlace.

5 comentarios:

Hugo Enojo dijo...

Hola Jacobo,
Ha sido arduo pero ya me he inscrito en los blogs del 20 minutos para poder votarte, será un placer.
Al fin ha empezado el circo de la NBA y esta temporada extraña me da que no va a ser el paseo triunfal de los Heat que percibo como previsión mayoritaria.
Un saludo

sraly dijo...

La mejor antiprevia del lockout y la temporada NBA.

Saludos de Puertatrás

Mo Sweat dijo...

Interesante lo del disco de Miles Davis... Seguro que lo pondrán en los 40 Principales justo entre la última de David Guetta y alguna de Rihanna... ;¬)

Grandes reflexiones sobre toda esta locura del lockout... Sin duda en todo este follón nadie se acostumbra a acordar de ese 99%.

Saludos.

Jacobo Rivero dijo...

@Ferrán Blasco: Te lo agradezco, la verdad es que es tremendamente complicado participar o votar en el concurso, y lo hago sin ninguna ambición de llevarme el premio. En cuanto a previsiones de la NBA yo todavía ando un poco despistado, pero me huele a maldición de los Heat, me suena bien Oklahoma, y a mí gusto por los Knicks e incorporado los Wolves (aunque no confio en exceso en ninguno de los dos).

@sraly: A sus pies.

@Mo Sweat: Pero somos parte de ese 99% and i'm proud ;-).

Un saludo, feliz año nuevo, y gracias por los comentarios.

Alejandro Díaz Triguero dijo...

"La NBA es cada vez más un negocio y menos deporte..." salvo que te traspasen del agujero negro de Memphis al brillo del Sol y del amarillo de la camiseta de Lakers, que entonces no hay descripción. Y claro, es fácil luchar por tus derechos cuando esta lucha no conlleva que te pongan de patitas en la calle con el amparo de lo que 15 tipos deciden en un Consejo de Ministros, con una hipoteca que no puedes pagar.

Por suerte, la TNT te hace ese anuncio, te produce varios orgasmos consecutivos, lo visionas 20 veces al día, ves juntos a Kevin Love y Jerry Lucas y te olvidas de millonarios y billonarios que se pelean por unas migajas con las que cualquiera viviría 20 vidas. Se le perdona todo y te das cuenta que la NBA es, con todos sus defectos, la mejor Liga del Mundo en todos los sentidos.

Feliz Temporada y Feliz Año!