domingo, 3 de julio de 2011

Denny Crum y el campus de Granada

“Para un entrenador, el resultado final no se lee en puntos a favor o puntos en contra. Al contrario, se lee en cuantos hombres y mujeres han salido de tantos jóvenes jugadores. Y éste es un resultado que ningún periódico, estadística o libro de récords publicará nunca. Y éste es el resultado que uno se lee a él mismo, cuando el último partido acaba”.

Denny Crum

Denny Crum (1937) fue el entrenador de la Universidad de Louisville entre 1971 y 2001, año en que se retiró del baloncesto, con dos campeonatos de la NCAA en su bolsillo, el de 1980 y el de 1986. Tras muchos galardones y éxitos decidió que había llegado el momento de retirarse a su rancho a vivir tranquilamente. Crum era conocido como Cool Hand Luke, nombre que da título a la genial película protagonizada por Paul Newman, dirigida en 1967 por Stuart Rosenberg, conocida aquí como La leyenda del indomable.


Pero un campus de baloncesto no es como estar en la penitenciaría de Florida que describe la película. Al menos no lo es el campus que organiza el Estudiantes cada año, que ya va por la XIV edición, en Sierra Nevada. Muy al contrario, la organización esta pensada para que jugadores y jugadoras de formación disfruten de una semana de diversión alrededor del baloncesto.

Que el primer objetivo sea que los jugadores se diviertan, no resta para que lo fundamental durante esos días sea que amplíen sus conocimientos de baloncesto, que carguen en la mochila nuevos conocimientos, que mejoren sus habilidades, y que conozcan trucos del juego que luego puedan aplicar en sus clubes de origen.

Evidentemente no hay contradicción entre pasarlo bien y aprender baloncesto, por más que algún veterano coach siga diciendo en los cursos de formación de entrenadores aquello de que “para divertirse están los parques de atracciones”.

Ver para creer...

En esa semana se genera un vinculo muy fuerte entre el grupo de jugadores y el entrenador. Muchas horas de entrenamiento al día, mucha tiempo conviviendo juntos, y mucho trabajo cuando ellos descansan para preparar las sesiones, los informes, y las competiciones a realizar. Un esfuerzo que merece la pena, si, como decía el bueno de Denny Crum, sirve para acumular experiencias útiles en la vida de un grupo muy diverso de personas.

Ya he regresado del campus, una semana intensa de baloncesto en un marco muy bien diseñado, con un grupo de chavales que ha sido excepcional. Será uno de los resultados que no se publicará nunca, pero para mí ha sido una gozada estar allí.

PD: Como a algunos de los técnicos y personal del campus que hemos estado estos días en Granada, a Denny Crumm le apasionaba el poker...

4 comentarios:

Alejandro Díaz Triguero dijo...

Ya de vuelta a la rutina. Tiene que ser genial para un entrenador de cantera poder pasar unos días pasando conocimientos, viendo que los chavales quieren aprender, poder encontrarse con alguno que estuviera el año anterior y ver su progreso. Una gozada al pie de las montañas, cerca de donde tuve el honor de dar la mano por primera vez a Sabonis y decirle que fue el ídolo de mi infancia.

El bueno de Crum puede darse con un canto en los dientes, ya que consiguió colocar a Louisvulle en la élite nacional y por momentos colocarla como la mejor universidad de Kentucky, que es mucho decir. Y mucho mérito también lo suyo con la formación de jugadores: él hizo de Pervis Ellison un número 1 del draft. Ahí es na!

sraly dijo...

Curiosas que varias de tus afirmaciones hayan florecido en mi semana de Curso Nivel II, entre ellas la apetencia por el póker de alguno de mis compañeros de culo duro (por el metal en el que nos hemos sentado estos días).

Hoy hemos tenido una charla curiosa con el ponente de turno sobre la inutilidad de la derrota continuada y abultada como método de formación. Evidentemente el frío del resultado negativo no es la mejor hoguera en la que refugiarse, pero si al final del camino hay una sonrida en una camiseta sudada, creo que el trayecto merece la pena sin duda. Ese es nuestro reto como entrenadores, orientar las vidas de persona con la herramienta del básket, más allá del mundo de la competición. Seré un romántico.

Yo, que estoy esperando a que me llamen de un Campus (se que no lo harán), espero tener la misma experiencia en próximos veranos.

La Mansión tiene que tener una fecha ya para la primera piedra, chicos. Obligémosnos!!!

Besitos.

P.D: Por cierto, en el curso hay dos tipos de Colmenar, uno de ellos entrena al Sub-21 (entrenador, jugador)

Jacobo Rivero dijo...

@Almanzor: Una auténtica gozada, sin duda. Para mí es la cita anual con el baloncesto que más satisfacción me produce. Un currazo pero también un lujo.

@Sraly: Romántico para nada, somos 'soldados derrotados de una causa imbencible', como dijo Ernesto Cardenal (aunque él se refería a otras revoluciones). Ya lo dice la (D)emencia... "ir con los que ganan es muy fácil..."

La Mansión más necesaria que nunca.

Un saludo, y gracias por los comentarios.

MINI MONI dijo...

De hecho al campus de Estudiantes lo sujeta ahora mismo todas las actividades que no son "sólo" de baloncesto.La clave es dar al jugador aquel divertimento que le varíe de estar siempre con un balón. Un placer leerte Jacobo. Te tenias q haber quedado al segundo turno con 280 chavales y no con el "balneario" q tuvimos en el primero con 122.
Abrazos.
P.D. : A lo mejor este año me animo a hacer el "reglamento para padres" . El día q me ponga te aviso. Tengo tiempo esta vez.