“El éxito es paz mental, que es el resultado directo de la satisfacción propia de saber que te esforzaste en hacer lo mejor de lo que eres capaz”.
John Wooden
La pasada semana estuvo en Barcelona Kareem Abdul-Jabbar. Venía para promocionar el partido que se celebrará el próximo 7 de octubre entre Lakers y Barça en la Ciudad Condal. El mítico pivot de Harlem no sabía todavía que, un par de días después de su llegada, el entrenador John Wooden moriría en el Centro Médico Ronald Regan UCLA de Los Ángeles, a los 99 años de edad.
Kareem concedió unas cuantas entrevistas a los medios de comunicación españoles, en la que la mayoría de periodistas le preguntaba por los actuales Lakers, la diferencia con su época de jugador, la rivalidad con Boston, su pronóstico de la final, y los secretos y virtudes de Pau Gasol. Preguntas, en general, bastante obvias.
Juan Ignacio Gallardo y Eduardo Schell en las páginas del diario Marca dedicaban más espacio que el resto de medios para entrevistar a una de las grandes leyendas del baloncesto del siglo XX. En la entrevista a Abdul-Jabbar le preguntaron cuál fue su modelo como deportista. Jabbar mencionó a Jackie Robinson, el jugador de béisbol que rompió la barrera de la segregación al ser el primer negro que participó en las Ligas Mayores.
Robinson debutó un día después del nacimiento de Kareem Abdul-Jabbar (entonces conocido como Ferdinand Lewis Alcindor, Jr.), el 15 de abril de 1947, en el equipo de los Brooklyn Dodgers. “Para la comunidad negra fue un pionero, un personaje clave, y además, un grandísimo jugador de béisbol. Lo tenía todo. Significó mucho, trascendió la barrera del deporte. Fue mi primer héroe, mi primer modelo a seguir”, señalaba Jabbar.
Casi treinta años después del debut de Robinson, en 1974, Hank Aaron, otro jugador de béisbol afroamericano, superó la marca de home runs establecida años antes por el mítico jugador blanco de los Yankees Babe Ruth. Los días antes a que Hank se acercara a la barrera del récord recibió numerosas amenazas de muerte y temió por su vida. Cuando por fin golpeó la pelota fuera del campo estableciendo un nuevo récord, un aficionado blanco se lanzó desde la grada para abrazarse a él y felicitarle, Hank Aaron torció la espalda en lo que pareció un gesto de miedo para protegerse de una agresión, y corrió sin mirar atrás hacia la base.
Tuvo que pasar mucho tiempo hasta la llegada de jugadores negros sin miedo a reivindicar sus éxitos, su talento, y su orgullo. Mucho más hasta llegar a la explosión internacional de merchandaising alrededor de figuras como Michael Jordan o LeBron James. Antes, muchos jugadores se tuvieron que ganar el respeto en una cancha de baloncesto, en una época y un contexto muy difícil. Sin duda uno de ellos fue Kareem Abdul-Jabbar.
Abdul-Jabbar ha declarado en numerosas ocasiones que John Wooden, su entrenador en UCLA, fue “algo muy importante en mi vida”. Antes del segundo encuentro de las Finales que enfrentan a Lakers y Celtics, el Staples homenajeo a John Wooden. Allí Kareem declaró: “Era mucho más que un entrenador de baloncesto. Para mi él fue una verdadera bendición en mi vida. Siempre estaré agradecido por poder ser uno de sus alumnos”.
Wooden nació en 1910 en Halls (Indiana), una de las plazas fuertes del Ku Klux Klan, pero nunca jugó bajo las leyes de discriminación del estado. En 1947 (el año en que nació Abdul-Jabbar y debutó Jackie Robinson), cuando el equipo de Indiana State fue invitado a jugar un torneo en Kansas, Wooden rechazó la invitación después de descubrir que la Asociación Nacional de Baloncesto Intercolegiado (NAIB), el patrocinador de la conferencia, no permitiría a su único jugador negro, Clarence Walker, participar. Esto ocurrió tres años antes de que Red Auerbach, nacido en Brooklyn, seleccionara en el Draft, para los Boston Celtics, al primer jugador afroamericano de la NBA, Chuck Cooper.
Me habría gustado poder entrevistar a Kareem Abdul-Jabbar, preguntarle más cosas sobre la lucha por los derechos civíles; los cambios en la sociedad norteamericana en los últimos 50 años; qué piensa de la polémica Arizona Bill y la postura de Los Suns; incluso sobre su prescripción médica que le permite fumar marihuana en el estado de California.
Pero especialmente me habría gustado preguntarle por lo que supuso un entrenador como John Wooden en la destrucción de las barreras raciales, en la formación de personas y jugadores dignos, en su concepción del baloncesto más allá de los innumerables éxitos deportivos que obtuvo.
Kareem es el mejor ejemplo.
8 comentarios:
Gran post, Jacobo, me alegra que meciones a Robinson, figura clave en la vida de Kareem.
Hay un vídeo sobre Kareem que editó aquí la CBS Fox a finales de los 80-principios de los 90 titulado Reflexiones desde el interior, donde un Kareem Abdul-Jabbar a punto de retirarse hace un repaso a su carrera y habla sobre Jackie Robinson, John Wooden, su infancia en Harlem y muchas cosas más... muy interesante. Supongo que se debe poder descargar por algún lado...
La eterna lucha de Kareem por los derechos civiles también lo llevó a boicotear los JJ.OO. y declinó la posibilidad de tener el oro olímpico, algo que seguro que la selección de los USA con el de center lo hubiera ganado; y más en aquella época...
Saludos.
Me imagino lo gratificante, que puede llegar a ser conocer a personas así. Que te marcan una vida, que aprendes valores que no te enseñan a ser mejor jugador, sino mejor persona. Luchar y conseguir algo que parece imposible y que ahora vemos como normal.
Es comprensible, que Jabbar sienta orgullo de ser uno de sus alumnos.
Un extracto del video que comenta Mo en el que Wooden y Jabbar hacen referencia a la relación que tuvieron en UCLA está en una entrada que dediqué en mi blog al maestro Wooden:
http://ba-lon-ces-to.blogspot.com/2010/06/el-baloncesto-esta-de-luto.html
Saludos.
Una de las cosas que se le podría preguntar a Kareem en torno a los derechos civiles es su planton a la selección americana en los juegos del 68. De hecho, nos quedamos la mayoría de veces con la imagen de John Carlos y Tommie Smith pero no son pocos los que se plantaron. En Madrid tengo una Slam donde se cuenta toda la historia y de como aquello, ante lo ocurrido en el podio del atletismo, se quedó en "nada".
@ Mo: Kareem, en esa misma entrevista, mencionaba a Martin Luther King y a Malcolm X como sus referencias fuera del mundo de los deportes. No conozco el vídeo, sería una gran aportación para un posible encuentro...
@ Costalgaraldals: Eso es lo que logra un verdadero entrenador. Ser alguien que te ayude en la formación como jugador y como persona. Wooden es lo máximo en ese sentido.
@ Jorge: Tu blog me da muchos problemas para entrar y comentar. No sé si es porque me tengo que descargar en el ordenador que me produce fallos, tampoco sé si es que se trata de que mi sistema operativo es Linux. Me lo voy a mirar, porque siempre me quedo con ganas de participar. Gracias por el enlace.
@ Mattu: Efectivamente otra de las muchas preguntas que se quedó en el tintero. La historia es así, no cabe duda de que la imagen del podio fue impresionante, y con un simbolismo que eclipsó todo lo demás. Estaría bien saber que sintió Kareem cuando lo vio por televisión.
Un saludo a todos, y gracias por los comentarios.
Un gran post, como nos tienes acostumbrados, llevando el básket hacia otros límites sociales y políticos.
Curiosamente Wooden era un señor de moral estricta que disponía tres normas a sus jugadores: puntualidad, buena vestimenta y nunca blasfemar y menos del compañero. Sus creencias religiosas (recuerden, Indiana!!!!) forjaron esa visión de un mundo en el que el hombre se debe a su esfuerzo y al respeto, una buena base para la educación. Curiosamente, dos de sus jugadores en UCLA, Kareem y Walton fueron el envés de su personalidad: jugadores de izquierdas, con un concepto acorde a los tiempos que vivieron, combativos socialmente, activistas... y ambos enuncian la figura de Wooden como la de un maestro vital. Es el mayor éxito que un entrenador puede escuchar de un jugador.
@ sraly: Efectivamente, habla muy bien de un entrenador y de unos jugadores, ese 'encuentro' entre dos formas tan diferentes de vivir y pensar. Sin embargo es muy posible que precisamente en esas dos filosofías de la vida haya un nexo común alrededor de la ética, el trabajo, y el respeto.
Un saludo, y gracias por el comentario.
PD: Si alguien no conoce todavía el blog de sraly, se está perdiendo uno de los trabajos más interesantes y de calidad de la blogosfera:
http://puertatras.wordpress.com/
Gracias por el capote, co!!!
Un abrazo desde el mar
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