Se presentaba el equipo ACB de Estudiantes a la afición, y la puesta de largo era en un lugar magnifico, el Magariños, y contra un rival de calidad con el que hay buena sintonía, el Bizkaia Bilbao Basket.
El equipo, para quienes todavía no lo habíamos visto, era un incógnita. Y han llegado las sorpresas. La primera Caner-Medley, impresionante en defensa y ataque, además de implicado con la afición. En el tercer cuarto, después de dar un pase de espaldas que nos situaba 15 puntos arriba, ha planeado con los brazos por el Magata, mirando al tendido de la Demencia.
Muy bien Popovic, en su línea de trabajar los bloqueos, de hacerse su espacio en el poste bajo en ataque, y de implicarse con su intensidad. Se ha gustado con un par de gestos de fidelidad a la afición. Quizá más flojo en defensa, donde le sigue costando cerrar bien el rebote.
Me ha gustado la primera rotación de Casimiro. Driesen por Popovic, que ha estado muy completo, y más tarde Germán Gabriel por Caner-Medley, y Daniel Clark por Germán.
Driesen machaca el aro bizkaino (foto: Club Estudiantes)
Hasta la mitad del tercer cuarto el equipo ha llegado muy bien, a pesar de que Oliver estaba fuera de foco, y Beirán no enchufaba en posiciones claras de tiro.
Casimiro ha dado muchas oportunidades a la gente más joven del equipo. Granger (16:49), Ngema (casi siete minutos), Beirán (22:18), Driesen (18:05), y en menor medida Clark (4:14), han tenido tiempo para lucirse.
El Bilbao Basket ha jugado bien, trabajando mucho para Moiso (21 de valoración al final del partido), y con Warren y Salva Guardia muy implicados. Mumbrú ha sufrido la sorna de la afición colegial, por su pasado madridista, y no ha estado muy acertado.
A partir de ese pase de Caner-Medley en el tercer cuarto, y la posterior lesión de Gabriel, ha llegado el momento de los experimentos. De jugar con Ngema (algo nervioso) y Jayson Granger juntos. De seguir dando tiempo a un efectivo Driesen (8 puntos, 6 rebotes, 1 asistencia). Aquí han aparecido las dudas, y algunas imprecisiones.
Quizá, para la presentación me habría gustado ver un final de partido con los primeras espadas del equipo, aunque Pancho y Oliver no tenían el día. Perdimos los dos últimos cuartos, y, a partir de la mitad del tercero, nuestro juego fue mucho menos coordinado.
Pero la primera impresión, para mí, es buena. Al final 68-72.
PD: Por cierto, es difícil encontrar una cancha como el Magariños. Ver baloncesto de calidad, muy cerca de la pista, y además con la actuación de Quequé y su temazo en el descanso. Y con un único servicio, en todo el paballón, para público y jugadores...
7 comentarios:
Entonces, ¿hay equipo para hacerlo mejor que el año pasado? Creo que el Estu va, en los últimos años, dando bandazos y que un año se va a dar el ostión del descenso...
La verdad es que la crónica la escribí ayer, cuando llegué del partido, algo perjudicado del estómago. Al leerla me parece que no ha quedado muy brillante, y que se entiende poco y mal.
A mí el equipo me gusto bastante más que el del año pasado. Aunque no me da algo de miedo ciertas dudas e imprecisiones en el juego.
Y no tengo claro que una presentación sea el mejor lugar para experimentar, sino para ver cómo va a funcionar el equipo durante la temporada.
Espero que te equivoques y el descenso no aparezca ni en pintura:-)
Pues yo lo he entendido todo, tío. Debo ser muy listo.
De acuerdo en todo, y eso que no hablamos ayer durante el match. Por cierto, no me extraña que te duela el estómago: joder, si es que no bebiste ni gota.
No sé cómo estará en la actualidad el Magariños, pero en otros tiempos era una de las pistas mejores de la Liga. Quizá fue de las primeras en tener unos asientos cómodos y distintos a la típica grada de cemento, que era lo habitual. Llamaba mucho la atención estar casi encima del parqué, sobre todo detrás de los banquillos. También aquellas canastas de sube y baja con la posibilidad de cambiar el tablero de baloncesto por uno de minibasket. A todo esto ¿acabaron la piscina y tal que iba debajo o sigue de almacén de sacos de cemento?
Buf Alerito!! El Magata ha cambiado, no mucho pero algo. Ahora la cancha es más amplia, se quito algo de graderio para poder tener pistas a lo ancho (para entrenos de cantera). Aún así se sigue estando lo suficientemente cerca de la pista para disfrutar del baloncesto, y que los árbitros escuchen los comentarios de la grada perfectamente. Los asientos ya no son aquellos plegables, que no se sabía muy bien de que material estaban construidos (¿fibra de vidrio con barniz, madera?). Ahora son de plástico azul, y se ha perdido comodidad. La piscina ya no es ese "almacén de sacos de cemento", en el que los alumnos del Ramiro tirabamos toda clase de porquería. Se remodeló y ahora hay otra cancha de baloncesto. Es lugar habitual de Clinics, asambleas de accionistas, y entrenos.
Eso sí, aunque pintado y remodelado, el Magariños tiene una mágia especial y un sabor a baloncesto impresionante.
Son ya muchos años sin pisar por allí, por la Nevera... y por el internado del Ramiro.
Yo en un rato voy a La Nevera a entrenar a mis chavales. Un saludo, pasaté un día y echamos unas canastas :-)
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