El pasado jueves 25 se presentó en el Magariños al Estudiantes de esta temporada. Al escenario montado para la ocasión iban subiendo los jugadores del equipo ACB por el orden que el speaker iba nombrado, desde el puesto de base hasta los pivots. Cuando Kyle Kuric subió al estrado se situó junto a Jayson Granger, momento que aprovecharon para intercambiar algunos comentarios entre ellos en tono de broma. Jayson y Kyle son de la misma edad y en su conversación la apariencia es que se trataban de igual a igual.
Foto: Club Estudiantes.
Llegados a la quinta jornada de la ACB el equipo colegial trasmite sensaciones olvidadas en el baúl de los recuerdos. Este año por lo pronto no hay manita de inicio ni impresiones ponzoñosas. Y es que si hay una máxima para cualquier equipo de cualquier deporte es aquella que hace referencia a la voluntad de “ser competitivos”. El Estudiantes parece ajustarse a ese presupuesto, manido hasta el extremo como proclama pero nada sencillo de ejecutar.
Un equipo como el Estu necesita que los que vengan de fuera aporten y construyan. No tiene que ver sólo con su calidad individual, sino con su capacidad de mejorar a otros jugadores más jóvenes en cuanto a su técnica y su profesionalidad. Algo imposible con la tripleta que desembarcó en Madrid (mejor dicho en Coslada) la temporada pasada: Antoine Wright, Luis Flores y Cedric Simmons. El primero alcoholizado, el segundo ralentizado hasta el exceso y el tercero con una sensibilidad en las manos que le imposibilitaba agarrar con seguridad un balón de baloncesto. Una auténtica katastrofa que diría un balcánico, que nos llevó al pozo.
Si el grupo de locales no ha cambiado en exceso, y los resultados son óptimos, es porque los recién llegados vienen con ganas de todo. El primero Txus Vidorreta, que da la impresión de gustarse tanto que esta sobrado de bilbainidad, y al que habrá que recordarle dónde esta para que no termine como Sean Connery en El hombre que pudo reinar; luego Carl English que ha adoptado el añorado rol soviético del triple en carrera y el gatillo confiado como argumento para desatascar ataques; pasando por Lamont Barnes que da la sensación de sentirse a gusto en un Club que siempre ha apreciado el 'black power', mucho más si es para bregar bajo el aro; y por último con un Josh Fisher que admite de buen ánimo su rol de obrero en función de las necesidades del equipo.
Foto: Juan Pelegrín.
Mención aparte merece Tariq Kirksay, que de forma meteórica va camino de ocupar el hueco sentimental de otros ilustres foráneos como Pancho Jasen o el mismísimo John Pinone. Cuestión de tiempo.
Queda mucho por ver, pero parece que las convesaciones entre estos y los Jaime Fernández, Lucas Nogueira, Jayson Granger, Germán Gabriel, etc, son fluidas, dentro y fuera de la cancha. Estudiantes es mucho más que el primer equipo, pero no hay duda que se ha pasado de la noche al día en un suspiro. Para llegar hasta aquí se ha resbalado tanto que hay pocos lugares donde agarrarse con confianza, pero con la tranquilidad que supondría una temporada sin sobresaltos se puede reconstruir los cimientos de un proyecto fiable, constante e integral.
Para así seguir yendo al Palacio a disfrutar con un equipo competitivo que da espectáculo. Mérito que habrá que reconocer en buena medida a Himar Ojeda que ha llegado con las ganas de comerse el mundo que antes, hace ya mucho, se presuponía a aquellos que se habían alimentado con las palmeras de Geni y la atmósfera del Magata. Una filosofía que un tipo como Kyle Kuric, nacido en Indiana, uno de los Estados referentes del baloncesto rural estadounidense, parece a simple vista que ha captado a la primera. Afortunados somos.
PD: El filósofo y escritor, ex-ramireño, Guillermo Ortíz ha publicado el libro Ganar es de horteras. Un manuscrito que a primera vista tiene toda la pinta de ser imprescindible para cualquiera que le guste el baloncesto desde miradas poco habituales, mucho más si se es aficionado del Estudiantes.
Foto: Club Estudiantes.
Llegados a la quinta jornada de la ACB el equipo colegial trasmite sensaciones olvidadas en el baúl de los recuerdos. Este año por lo pronto no hay manita de inicio ni impresiones ponzoñosas. Y es que si hay una máxima para cualquier equipo de cualquier deporte es aquella que hace referencia a la voluntad de “ser competitivos”. El Estudiantes parece ajustarse a ese presupuesto, manido hasta el extremo como proclama pero nada sencillo de ejecutar.
Un equipo como el Estu necesita que los que vengan de fuera aporten y construyan. No tiene que ver sólo con su calidad individual, sino con su capacidad de mejorar a otros jugadores más jóvenes en cuanto a su técnica y su profesionalidad. Algo imposible con la tripleta que desembarcó en Madrid (mejor dicho en Coslada) la temporada pasada: Antoine Wright, Luis Flores y Cedric Simmons. El primero alcoholizado, el segundo ralentizado hasta el exceso y el tercero con una sensibilidad en las manos que le imposibilitaba agarrar con seguridad un balón de baloncesto. Una auténtica katastrofa que diría un balcánico, que nos llevó al pozo.
Si el grupo de locales no ha cambiado en exceso, y los resultados son óptimos, es porque los recién llegados vienen con ganas de todo. El primero Txus Vidorreta, que da la impresión de gustarse tanto que esta sobrado de bilbainidad, y al que habrá que recordarle dónde esta para que no termine como Sean Connery en El hombre que pudo reinar; luego Carl English que ha adoptado el añorado rol soviético del triple en carrera y el gatillo confiado como argumento para desatascar ataques; pasando por Lamont Barnes que da la sensación de sentirse a gusto en un Club que siempre ha apreciado el 'black power', mucho más si es para bregar bajo el aro; y por último con un Josh Fisher que admite de buen ánimo su rol de obrero en función de las necesidades del equipo.
Foto: Juan Pelegrín.
Mención aparte merece Tariq Kirksay, que de forma meteórica va camino de ocupar el hueco sentimental de otros ilustres foráneos como Pancho Jasen o el mismísimo John Pinone. Cuestión de tiempo.
Queda mucho por ver, pero parece que las convesaciones entre estos y los Jaime Fernández, Lucas Nogueira, Jayson Granger, Germán Gabriel, etc, son fluidas, dentro y fuera de la cancha. Estudiantes es mucho más que el primer equipo, pero no hay duda que se ha pasado de la noche al día en un suspiro. Para llegar hasta aquí se ha resbalado tanto que hay pocos lugares donde agarrarse con confianza, pero con la tranquilidad que supondría una temporada sin sobresaltos se puede reconstruir los cimientos de un proyecto fiable, constante e integral.
Para así seguir yendo al Palacio a disfrutar con un equipo competitivo que da espectáculo. Mérito que habrá que reconocer en buena medida a Himar Ojeda que ha llegado con las ganas de comerse el mundo que antes, hace ya mucho, se presuponía a aquellos que se habían alimentado con las palmeras de Geni y la atmósfera del Magata. Una filosofía que un tipo como Kyle Kuric, nacido en Indiana, uno de los Estados referentes del baloncesto rural estadounidense, parece a simple vista que ha captado a la primera. Afortunados somos.
PD: El filósofo y escritor, ex-ramireño, Guillermo Ortíz ha publicado el libro Ganar es de horteras. Un manuscrito que a primera vista tiene toda la pinta de ser imprescindible para cualquiera que le guste el baloncesto desde miradas poco habituales, mucho más si se es aficionado del Estudiantes.
9 comentarios:
Querido Jacobo:
Te veo escribir muy pronto sobre la situación envidiable actual del equipo.
Yo , en cambio, creo que hay unas heridas abiertas desde el 6 de mayo y me parece demasiado pronto hablar de alegrías. Para mí, somos un equipo LEB invitado en la ACB. La pasada temporada acabo con dos personas importantes en la historia del club-PEPU Y NACHO AZOFRA-
Creo q hay "otras" personas q se merecen ese trato q se le dio al "famoso" Tejedor , siendo colgado como un muñeco en el Magariños en 2008.
Demasiado pronto. Otros entrenadores y directos deportivos tuvierón unos calendarios tremendos.
Veamos este artículo...http://www.basketconfidencial.com/articulo/El+%26%23039%3Basesino%26%23039%3B+del+calendario_3289.hty lo mal q trata el calendario de Estudiantes en la temporada de Mariano de Pablos(por ejemplo). Y no es Mariano, precisamente, el entrenador q me guste pero NADA. Creo q se le quedo muy grande, como a Orenga, el temita...
Vamos a esperar. La plantilla esta muy bien hecha por Himar Ojeda y eso da muy buenas vibraciones...eso sí, pero esperemos un poco más. Con 4 victorias se desciende y Fuenlabrada con Guil comenzó así(4-0) y luego fue(unas, no demasiadas jornadas después) destituido.
Un abrazo Jacobo y el día 1 es el café "imposible" no?
Al salir del Palacio el otro día recordé lo rápido que cambian las cosas y lo pronto que nos gusta celebrar victorias y enterrar catástrofes. El 4-1 liquida la reflexión que podría haber sido póstuma (o casi) de no mediar un canon de ascenso a ACB. No olvidemos que la esquela estaba publicada.
Mérito para mi tiene Himar Ojeda por fichar como ficha, y como fichaba en Gran Canaria, y como aprendió a fichar de Berdi Pérez. Fichar sobre seguro y pocos experimentos (el único el de Kuric, de rol secundario hasta que lo merezca, que ya empieza).
Me parece de consagrar lo que se está empezando a ver con gente como Jaime Fernández y, en menos medida, a Bebe (y no me olvido de Fran Guerra). A Jaime lo veo más sereno y seguro, asentado en la onda expansiva.
No quitaría mérito a Txus Vidorreta, al que veo cabal.
Paciencia y buenos alimentos.
Un abrazo
Enhorabuena a Estudiantes y sus aficionados. Por primera vez en mucho tiempo se están haciendo las cosas bien en el primer equipo, que no deja de ser el faro y espejo del club. La pócima: un entrenador competitivo y jugadores comprometidos. No esperaba resultados tan potentes a corto plazo, pero si tienes en cuenta el bajón global de nivel de la ACB y el step ahead colegial, ahí tienes ese irreprochable 4-1. El destino dio a Estudiantes una 2ª oportunidad que no merecía, lo mejor que podía hacer era aprovecharla... A disfrutarlo! Abrazos moscovitas, nos vemos en la Copa
@Mini Moni: Tienes razón, es demasiado pronto, pero me apetecía escribir las impresiones a partir de la joranda 5, que estos últimos años fue tan desastrosa. Habría muchos asuntos que reseñar, pero esta es una lectura por encima. Bibao y Valencia no son dos compromisos fáciles y lo importante que quería señalar es cómo se han incorporado las nuevas adquisiciones, años luz de lo ocurrido la temporada pasada. Cierto que también ahora saben dónde están. No como hace un año.
@sraly: Himar por lo que hace y lo que cuentan ha sido una bendición. Totalmente de acuerdo con lo que dices de Jaime, Bebé y Fran, aunque no olvidemos que son jugadores todavía en formación. El año pasado a Jaime le pudieron los nervios. Algo que tiene cubierto este año. Vidorreta lo tiene claro, y eso es una alivio para todos. Sin duda mucho mérito.
@Victor Colmenarejo: Totalmente de acuerdo, incluido el apunto de la segunda oportunidad que no merecía. Nos vemos en la Copa y no olvides el banderín ;-)
Un saludo y gracias por los comentarios.
A este calendario me referia(ganando al UNICAJA):
J1, Unicaja (casa) 1-0; J2, Barcelona (fuera) 1-1; J3, Real Madrid (casa) 1-2; J4, Murcia (fuera) 1-3; J5, Pamesa (casa) 1-4; J6, Tau (fuera) 1-5; J7, Cajasol (fuera) 1-6; J8, Joventut (casa) 1-7; J9, Manresa (fuera) 1-8; J10, Akasvayu (fuera) 1-9; J11, Valladolid (casa) 1-10; J12, Gran Canaria (casa) 2-10; J13, Fuenlabrada (fuera) 2-11; J14, Granada (casa) 3-11; J15, Bilbao (fuera) 3-12; J16, León (casa) 4-12; J17, Menorca (fuera) 5-12.
el basket es deporte de dinámicas. Y la de ahora es buena. Los buenos resultados traen otros buenos resultados, siempre y cuando no se caiga en el conformismo ni se vaya de sobraos.
y el detalle de entrenar en Magariños y que haga vida allí el cuerpo técnico, me parece algo muy importante
@Santi: Las dinámicas hay que alimentarlas, no surgen de manera espóntanea. Efectivamente entrenar en el Magariños es algo muy importante, no sólo para el cuerpo técnico, tamibén para que los jugadores sepan dónde están y para quién juegan.
Un saludo y gracias por el comentario.
Hola Jacobo y compañeros.
Desde el comienzo de la temporada y con los primeros partidos HAY MONO DE ESTU. Nada que ver con los suplicios de los últimos años incluido malos resultados deportivos.
El equipo engancha y con la base de siempre jugadores jovenes y con ganas, junto a extranjeros con dosis de compromiso.
A mi Tariq me parece un escándalo de tío, esta en todas partes y en el banquillo es elprimero que grita, ánima, en fin.
Un amigo me recordó que Txus suele finalizar los partidos con el quinteto de inicio, me parece un buen detalle de estabilidad. Además hay un reparto de puntos en la plantilla considerable aleros, pivot, escoltas.
Este año tiene otra pinta, ádem´sa con chavales que van a demostrar cosas Kuric, Jaime asentándose, el señor Cangrejo -nogueira- evolucionando. En fin cosas más amables para el aficionado que Tejedores, Puristas, mal basket y demás ponzoña ramireña del que ibamos muy sobraos.
Un abrazo.
Creo q después de la derrota muy abultada, para ser en casa, ante el CAI , se puede decir claramente q nos hemos precipitado un poquito y hemos lanzado las campanas al vuelo demasiado pronto. Ya vamos 4-3, no 3-0...nada más que decir.Ojalá me equivoque y se gane la copa como mínimo. Un abrazo y saludos.
Publicar un comentario