Gary Lineker dijo aquello de "el fútbol es un deporte de once contra once donde siempre gana Alemania", archiconocida frase que hacía referencia a una época en que daba igual cómo se jugara que al final el equipo germano se llevaría el gato al agua por sus tablas y dominio. Algo parecido se podría aplicar en la actualidad a la selección española de baloncesto que, sin contar al equipo de Estados Unidos, parece ser la indiscutible dominadora del baloncesto FIBA.
A diferencia de otros equipos de leyenda, como la antigua Yugoslavia, la actual selección sólo parece soltar su tensión competitiva cuando las cosas están verdaderamente difíciles. Así se podría explicar su raquítico juego de la primera fase de Londres 2012: su evidente relajación contra Gran Bretaña, el susto contra Rusia o la pájara contra Brasil (lo siento no creo en conspiraciones).
También su falta de precisión contra Francia hasta el último periodo en los cuartos de final o la calamitosa primera parte, de nuevo frente a Rusia, de la semifinal.
Pero como ocurría con los Beckenbauer y compañía, a la larga logran clasificarse y generan en el adversario de cara o cruz la sensación de que la derrota es algo inevitable: los puñetazos de Francia o las órbitas desencajadas de los rusos parecían una muestra de impotencia y rendición frente a un destino inalterable.
Como estilos hay muchos, el de Scariolo es discutible. Alguno de los nuestros estaba mirándose los calcetines en uno de los tiempos muertos de la final sabedores de que no había hueco para ellos, mientras James Hardem, con el chandal y sin minutos, se apoyaba en el hombro del Coach K para seguir atento sus órdenes en un circulo cerrado de hipermotivados NBA's.
El equipo de Scariolo gravita -en los momentos importantes- alrededor de un grupo contrastado y de total confianza. La rotación es de ocho o nueve, pero el desayuno y la cena lo sirven Calderón, Navarro, Rudy, Marc y Pau. No hay demérito para el resto, al contrario. Los partidos son largos, los torneos mucho más, y no estamos hablando precisamente de campeonatos de minibasket. En Londres 2012, Sergio Rodríguez, Llull, Felipe, Ibaka y San Emeterio han aportado mucho para que la plata cayera en la saca. Pero, más allá de los evidentes reconocimientos, los cinco titulares “son los imprescindibles”.
Dicho esto, el éxito de Sergio Scariolo, y del método, sí que es indiscutible. Con el técnico italiano se ha logrado mantener la senda de los Junior de Oro, del oro en el Mundial de Japón 2006, de las platas en el Eurobasket de Madrid 2007 y en las olimpiadas de Pekín 2008, y, con él dirigiendo desde el banquillo, el primer puesto en el Eurobasket de Polonia 2009 y Lituania 2011 y este último metal en los Juegos Olímpicos de Londres. Un palmarés extraordinario.
Ayer contra Estados Unidos se rozó la gloria. Toser en la nuca de los mejores jugadores del mundo esta al alcance de pocos. Evocar al Dream Team del '92 es un sacrilegio, pero aquí estaban tipos como LeBron James, Kobe Bryant, Kevin Durant, Carmelo Anthony, Deron Williams, Cris Paul o Kevin Love. Quién reste valor a cualquiera de los jugadores del USA basketball es poco riguroso. Un equipo genial que proyecta mucho sobre el baloncesto del futuro. Cierto también que faltaban Dwight Howard, Chris Bosh, Dwyane Wade o Derrick Rose. Un dato que no debe ser juzgado como traición a la patria, sino como constatación de que Estados Unidos es un país cuyo baloncesto va muy por delante al del resto del mundo.
Pero si vamos a la zaga es porque Pau Gasol es uno de ellos, y la fila de abrazos que le regalaron los yankees es una muestra del respeto que ha logrado nuestro baloncesto en buena parte gracias a él; porque Juan Carlos Navarro, como dice L'Équipe logró con sus “12 points en sept minutes envoyé cette finale vers un gros match"; porque Marc y Calderón saben latín, después de estudiar en las mejores escuelas; porque a Rudy, Ibaka, Llull, Felipe, SanEme o el Chacho les mola competir en las grandes ligas y batirse contra los mejores espadas. En Londres han añadido un nuevo tesoro a la videoteca de las grandes películas del baloncesto. Aquellas que tienen grandes actores, una trama cargada de intensidad y un final lo suficientemente satisfactorio desde distintas perspectivas como para no lamentar repetir visionados aún sabiendo el final. Otro partido sensacional entre Estados Unidos y España. Un generoso atractivo que alimenta también la convocatoria del próximo Mundial que se celebrará en España en el 2014.
Por si fuera poco, la selección de baloncesto hace de la normalidad reflexiva una de sus señas de identidad. Lo que aleja la estridencia y el ruido que a veces provocan otras disciplinas deportivas y políticas de este país. Algo de agradecer.
Y es que estos tipos, como aquellos a los que se refería Lineker en su momento, son gente de la que te puedes fiar. Porque en el momento preciso tienen un cuajo para hacer bien su oficio impresionante.
A diferencia de otros equipos de leyenda, como la antigua Yugoslavia, la actual selección sólo parece soltar su tensión competitiva cuando las cosas están verdaderamente difíciles. Así se podría explicar su raquítico juego de la primera fase de Londres 2012: su evidente relajación contra Gran Bretaña, el susto contra Rusia o la pájara contra Brasil (lo siento no creo en conspiraciones).
También su falta de precisión contra Francia hasta el último periodo en los cuartos de final o la calamitosa primera parte, de nuevo frente a Rusia, de la semifinal.
Pero como ocurría con los Beckenbauer y compañía, a la larga logran clasificarse y generan en el adversario de cara o cruz la sensación de que la derrota es algo inevitable: los puñetazos de Francia o las órbitas desencajadas de los rusos parecían una muestra de impotencia y rendición frente a un destino inalterable.
Como estilos hay muchos, el de Scariolo es discutible. Alguno de los nuestros estaba mirándose los calcetines en uno de los tiempos muertos de la final sabedores de que no había hueco para ellos, mientras James Hardem, con el chandal y sin minutos, se apoyaba en el hombro del Coach K para seguir atento sus órdenes en un circulo cerrado de hipermotivados NBA's.
El equipo de Scariolo gravita -en los momentos importantes- alrededor de un grupo contrastado y de total confianza. La rotación es de ocho o nueve, pero el desayuno y la cena lo sirven Calderón, Navarro, Rudy, Marc y Pau. No hay demérito para el resto, al contrario. Los partidos son largos, los torneos mucho más, y no estamos hablando precisamente de campeonatos de minibasket. En Londres 2012, Sergio Rodríguez, Llull, Felipe, Ibaka y San Emeterio han aportado mucho para que la plata cayera en la saca. Pero, más allá de los evidentes reconocimientos, los cinco titulares “son los imprescindibles”.
Dicho esto, el éxito de Sergio Scariolo, y del método, sí que es indiscutible. Con el técnico italiano se ha logrado mantener la senda de los Junior de Oro, del oro en el Mundial de Japón 2006, de las platas en el Eurobasket de Madrid 2007 y en las olimpiadas de Pekín 2008, y, con él dirigiendo desde el banquillo, el primer puesto en el Eurobasket de Polonia 2009 y Lituania 2011 y este último metal en los Juegos Olímpicos de Londres. Un palmarés extraordinario.
Ayer contra Estados Unidos se rozó la gloria. Toser en la nuca de los mejores jugadores del mundo esta al alcance de pocos. Evocar al Dream Team del '92 es un sacrilegio, pero aquí estaban tipos como LeBron James, Kobe Bryant, Kevin Durant, Carmelo Anthony, Deron Williams, Cris Paul o Kevin Love. Quién reste valor a cualquiera de los jugadores del USA basketball es poco riguroso. Un equipo genial que proyecta mucho sobre el baloncesto del futuro. Cierto también que faltaban Dwight Howard, Chris Bosh, Dwyane Wade o Derrick Rose. Un dato que no debe ser juzgado como traición a la patria, sino como constatación de que Estados Unidos es un país cuyo baloncesto va muy por delante al del resto del mundo.
Pero si vamos a la zaga es porque Pau Gasol es uno de ellos, y la fila de abrazos que le regalaron los yankees es una muestra del respeto que ha logrado nuestro baloncesto en buena parte gracias a él; porque Juan Carlos Navarro, como dice L'Équipe logró con sus “12 points en sept minutes envoyé cette finale vers un gros match"; porque Marc y Calderón saben latín, después de estudiar en las mejores escuelas; porque a Rudy, Ibaka, Llull, Felipe, SanEme o el Chacho les mola competir en las grandes ligas y batirse contra los mejores espadas. En Londres han añadido un nuevo tesoro a la videoteca de las grandes películas del baloncesto. Aquellas que tienen grandes actores, una trama cargada de intensidad y un final lo suficientemente satisfactorio desde distintas perspectivas como para no lamentar repetir visionados aún sabiendo el final. Otro partido sensacional entre Estados Unidos y España. Un generoso atractivo que alimenta también la convocatoria del próximo Mundial que se celebrará en España en el 2014.
Por si fuera poco, la selección de baloncesto hace de la normalidad reflexiva una de sus señas de identidad. Lo que aleja la estridencia y el ruido que a veces provocan otras disciplinas deportivas y políticas de este país. Algo de agradecer.
Y es que estos tipos, como aquellos a los que se refería Lineker en su momento, son gente de la que te puedes fiar. Porque en el momento preciso tienen un cuajo para hacer bien su oficio impresionante.
20 comentarios:
¡Chapeau Jacobo!
Gran artículo si señor.
Aquí creo que se acaba un ciclo esplendoroso, el mejor de la historia del baloncesto en nuestro país. Pau, Calde, Felipe y Navarro ya tocan a retirada en la selección, sobretodo los NBA, 90 partidos al año pesan en las piernas.
Veremos que pasa los proximos años.
Por cierto Jacono aqui te invito a conocer mi blog, si lo enlazaras a tu blogroll lo agradeceria, yo ya he enlazado el tuyo.
http://basketvince.blogspot.com.es/
GRACIAS
Muy buen artículo con un solo fallo que la diferencia entre Harden y los que se miraban los calcetines en las explicaciones del entrenador es que en USA todos sabían su rol y en España no.
@Jorge (alerotirador): Thank you, habrá que ir pensando en un nuevo encuentro de blogueros...
@Vince: No sé si ya es un fin de ciclo. Yo esa etapa la situaría más con la retirada de Pau y de Navarro. Creo que todavía hay algo de recorrido, pero indudablemente habrá que ir pensando en el relevo generacional.
El enlace a tu blog lo apunto, quiero hacer una reforma integral del blog y esperaré hasta entonces para actualizar mi blogroll.
@Frank Lobel: A eso exactamente me refiero.
Un saludo a todos y muchas gracias por los comentarios.
Jacobo, no se se entiendo a dónde vas con lo de 'normalidad reflexiva'. Conscientemente o no, la selección jugó a perder el último cuarto contra Brasil. Asumimos un riesgo (un cuadro +difícil) a cambio de una recompensa mayor (plata en vez de bronce). Y funcionó. Alguno se rasgó las vestiduras. A mí la selección nunca me ha dado clases de valores, ni esta ni ninguna, ni antes ni después de Brasil. Son hijos de vecino que juegan muy bien a un deporte, el resto es el invento de los chucópteros y dorapíldoras a su alrededor (periodistas y políticos). Yo estoy muy orgulloso de ellos como el equipazo de basket que son... y punto.
Mucho tiempo sin comentar en la blogesfera, pero la situación lo requiere.
A mí llamadme raro o lo que sea, pero para mí la selección jugó a no ganar a Brasil. Las imágenes del banquillo y la actitud así me lo demostraron. Cada uno tenemos una escala de valores y tal vez en la mía no esté esa. Pero no intento adoctrinar a nadie y cada uno elige el camino que desea al éxito. Ellos eligieron ese, yo no estoy de acuerdo y a partir del partido ante Francia de nuevo todos remamos hacia el mismo sitio.
Una vez aquí, habría que plantearse determinadas cuestiones: Hasta qué punto el método de la FEB es infalible si no está Gasol y cómo de necesario es determinados tipos de entrenadores para algunas plantillas. Campeonatos de menos a más que vienen marcados por falta de humildad del entorno y una preparación más parecida a una gira de Globetrotters que a eso, una preparación.
Pero al final todo desemboca en lo mismo. Esta gente se pone el mono de trabajo cuando ellos quieran y nos acaban dando alegrías. El partido ante EEUU fue simplemente una oda a esta generación que yo creo revivirá en 2014 si el físico lo permite.
Saludos a todos
@karusito83: Con ese término me refería a que, en sus declaraciones a los medios, los grandes referentes del equipo: Calderón, Navarro y Pau, hacen de la razón y la autocrítica su habitual manera de comunicar. Algo que en estos tiempos que corren de Mourinhos y Alves (por decir uno de cada equipo) es una auténtica virtud y ejemplo.
No creo que fueran a perder contra Brasil. Creo que jugaron rematadamente mal porque no había tensión competitiva en ese partido. Algo que no gusta, un síntoma que les condenó frente a Rusia y que a punto estuvo de lanzarlos al precipicio frente a GB. Nada nuevo que no se hubiera vista antes. En Turquí sin Pau fue un cantazo. En algún equipo que he entrenado he visto esa flojera mental que se traslada a una desidia en el juego inaceptable. Pero, insisto, no creo que hubiera nada planeado.
@Almanzor: El resultadismo es así. Yo prefiero otros estílos y otras filosofías, pero no hay duda que tras Londres, Pekín y Japón, esta generación ya acumula una buena dósis de memoria histórica para nuestro baloncesto.
Veremos cómo sobrevive a la marcha de Pau, pero -como ocurre en Serbia- la semilla que están sembrando esta cargada de futuro.
Un saludo y gracias por los comentarios.
Me quedo con la última frase de tu último comentario: "la semilla que está sembrando Pau está cargada de futuro" y me recuerda aquella aseveracíon de Gabriel Celaya: "la poesía es un arma cargada de futuro". Porqué si existe la poesía baloncestística debe ser algo muy parecido a los movimientos en el poste bajo de Pau, o a los tiros de Juan Carlos, o a las asistencias de Ricky o del "Chacho". Y si existe un impresionante oficio éste debe ser el de aquel entrenador de base que ve a unos jugadores con "un algo" que les hace diferentes, y permite aquella irreverencia, osadia, genialidad, descaro,..., y les da confianza, o minutos que es lo mismo. Y aquella rima, libre por supuesto, se hace baloncesto, imperfecto muchas veces pero que nunca jamás olvidaremos.
Saludos!!!
@Charlie Jiménez: Muy grande tu comentario. Espero vernos en septiembre/octubre en Barcelona.
Un abrazo grande y gracias por el comentario.
Cada verano es una alegría ver a estos pedazo de jugadores. Lo de Gasol es absolutamente de traca y lástima que Navarro no siguiera enchufado en la 2ª mitad.
Yo destacaría el tremendo campeonato del Chacho en detrimento de, según mi punto de vista, Calderón. El de los Raptors estuvo fallón en casi todo, incluso en la defensa.
Un saludo.
@drazgon: Amén. Y añado al carro de la compra a SanEme como obrero aplicado y necesario.
Un saludo y gracias por el comentario.
Fantástico lo de Carne Cruda, ha sido una gozada.
Hola Jacobo:
He escuchado tu entrevista en Carne Cruda y me ha encantado y emocionado. ¡Y eso que no juego al baloncesto!
Me ha trasmitido cercanía, ternura y una sensibilidad muy especial hacia las personas.
Un saludo desde Sevilla.
@pepekubrick73: El placer entonces ha sido mútuo. Primero porque soy desde hace muchos años fan de Radio 3, segundo porque ha fluido muy bien el programa con Javier Gallego. Me alegro que te haya gustado.
@María: El baloncesto en el libro es una excusa para hablar del mundo y sus circunstancias. Al fin y al cabo es un juego, que mayoritariamente se practica para divertirse. Me alegra mucho que te haya gustado el programa, la verdad es que estaba muy cómodo.
Un saludo y gracias por los comentarios.
Gran blog, descubierto a través de @pepekubrick73 aunque ya te conocía por distintas referencias. También soy seguidor de Radio 3 y también disfruté mucho con el programa. Leeré el libro, seguro.
Respecto a la entrada en si, solo una reflexión que muchas veces, creo, olvidamos. Hablas de "Un dato que no debe ser juzgado como traición a la patria, sino como constatación de que EEUU es un país cuyo baloncesto va muy por delante al del resto del mundo"...No estoy de acuerdo, simplemente se trata de una cuestión de proporciones. Un país de 310 millones de habitantes contra uno de 47 millones... Enfrentemos una selección Europea contra una de EEUU...veremos quien gana. Un saludo y te leo.
@Marcos: Muchas gracias por los elogios al blog y la entrevista.
Creo que en EEUU hay una tradición y un espacio de juego alrededor del baloncesto incomparable con lo que pueda ocurrir en Europa. Cierto que son 310 millones de habitantes, pero incluso si sumamos todo el medallero europeo de las últimas olimpiadas nos damos cuenta que los estadounidenses van muy por delante en cuanto a rendimientos y resultados. Y eso que en Europa somos cerca de 740 millones de personas.
En cualquier casos las distancias en cuanto a la calidad de los baloncestos cada vez son más cercanas, y eso es una buena noticia. Al menos para nuestra selección.
Un saludo y muchas gracias por el comentario.
Hola Jacobo!!Escuché el otro día tu entrevista en el programa de Radio 3, Carne Cruda.Me encantó tanto qué en breve me voy a hacer con tu libro.Soy un gran aficionado al baloncesto y quisiera aprovechar este blog para preguntarte si es posible jugar en Lavapiés con vosotros.Vivo en Madrid aunque soy de Logroño y me apetece volver a jugar después de tantos años,aunque aquí no tengo con quien.Un apunte más,yo creo que la Yugoslavia del 89-90,hubiese podido vencer a EEUU en estas olimpiadas,aunque chapeau a los nuestros.
@Ángel: Por supuesto, eres bienvenido. Me queda la duda de ver cómo conectar. Yo ahora estoy algo liado, pero espero en unos días volver a pisar la cancha y recuperar la forma. Si estas en twitter hablamos por ahí y vemos cómo quedamos.
Un saludo y muchas gracias por el comentario.
Buenas de nuevo Jacobo! Muchas gracias por contestar.Genial entonces que podamos quedar.Te mandé una solicitud de amistad vía facebook, ya que no controlo twiter,pero cómo tú veas.Vamos hablando entonces y de nuevo muchas gracias por tu atención.Un saludo.
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