
No se trata de que los jugadores del Sub 21 del Estudiantes sean los fines de semana como los personajes de Miedo y asco en Las Vegas, la genial novela de Hunter S. Thompson adaptada al cine por Terry Gilliam, pero siendo un equipo de voluntarios el esfuerzo es considerable. Si además el partido es contra Tajamar, conocido instituto del Opus Dei de Madrid, no descarto que la elección de la hora tenga que ver con el scouting de mi equipo...
Ironías aparte, y dicho desde el máximo respeto, el madrugar nos vino bien, y el trato de la gente de Tajamar -entrenador, jugadores, delegado de campo- fue excelente, en un pabellón muy cómodo para el público y los equipos.
Al partido acudimos con sólo ocho jugadores -tenemos dos lesionados y dos bajas inesperadas de última hora-, pero con unas ganas tremendas de levantar el vuelo tras las dos últimas derrotas. Movimos bien el balón, seleccionamos bien nuestras opciones de tiro, estuvimos serios en defensa, e hicimos un tercer cuarto -con muchos cambios defensivos- muy bueno.
La única pega que se le puede poner al partido es que seguimos fallones desde la línea de tiros libres (14/27 en el total del partido, con 6/13 en los dos últimos minutos del encuentro) y excesivamente timoratos cerrando el rebote. Al final terminamos con tres jugadores -los tres postes- en el banquillo con cinco faltas, y los cinco en pista defendiendo con uñas y dientes. No fue como la mítica victoria con ocho jugadores de los Heat frente a los Bulls de Chicago, aquella en la que Rex Champan se lució frente a Michael Jordan...
Ni tampoco fue tan happines como un capítulo de la serie Eight is Enough (aquí Con ocho basta). Se sufrió al final, en buena parte por nuestros fallos desde la línea de 4'60, pero puede ser un buen inicio para recuperar las buenas sensaciones y la confianza del equipo. Al final 66-69 para el Estu. La próxima vez sin tener que levantarnos a las siete de la mañana, y con algún jugador más, seguro que lo hacemos mejor.
(13-17// 16-13// 11-22// 22-17)
PD1: El Estudiantes ACB ganó el sábado al Blancos de Rueda Valladolid, 77-60 para el equipo que dirige Luis Casimiro. Una victoria importante que sin embargo mantiene las dudas sobre las lógicas en la rotación del equipo. Daniel Clark jugó 6:11 min en la primera parte. Sus números fueron buenos, y logró un 10 de valoración, pero no volvió a pisar la cancha. Marc Blanch mostró que es un relevo con garantías en el tiempo que jugó, y Jaime Fernández demostró en 1:52 min que tiene ganas de comerse el mundo. Lo cierto es que -por primera vez en toda la temporada- Ellis, Asselin, y Welsch jugaron un buen partido. Habrá que ver cómo discurre la seconda volta.